Balance de un año con mucha gestión y un 2014 con incertidumbres
La escalada inflacionaria viene motivando que la Federación Bioquímica se mantenga permanentemente en negociaciones con los financiadores del sistema
El año que concluye no permitió ninguna pausa en el accionar gremial de la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires porque, básicamente la inflación, fue causa más que suficiente como para mantener en forma permanente las negociaciones con los distintos sectores financiadores del sistema de salud, para lograr mejoras arancelarias.
En épocas de aceleración inflacionaria, en una gran parte, las mejoras de la retribución profesional que FABA obtiene mediante arduas y prolongadas tratativas permiten mantener el nivel de ingresos a valores constantes. Normalmente no se alcanza a recuperar los baches causados por la política inflacionaria del gobierno nacional.
La situación ha sido por demás compleja y promete seguir siéndolo en el año que se inicia, porque la inflación sigue, las negociaciones paritarias aunque no se han iniciado se van recalentando sin que en el horizonte económico aparezcan señales alentadoras.
Especialmente en el caso de los trabajadores de la administración pública de nuestra provincia, cuestión de la cual, como se sabe, dependen en forma directa los ingresos del Instituto de Obra Médico Asistencial.
De todo modos, puede decirse que si bien durante 2013 hubo que redoblar esfuerzos en el accionar gremial de la Federación Bioquímica, el balance arroja como dato importante que se logró que no se incrementara la morosidad en los pagos de los distintos sectores financiadores, más allá del tenor de las retribuciones profesionales de cada caso.
Este es un dato no menor, porque con inflación de por medio, los retrasos en los pagos de las prestaciones brindadas, sin perjuicio de las distintas modalidades contractuales, deteriora seriamente la retribución profesional, algo sobre lo que los profesionales de la salud de nuestro país tenemos tristes y nefastas experiencias, particularmente nuestro sector, con cierres de laboratorios de análisis clínicos en el pasado, como muestras de estas políticas que, además, impactan siempre con mayor dureza sobre los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El dato negativo, también directamente ligado a la inflación, es que en materia de insumos para los laboratorios de análisis clínicos, y habida cuenta además de la encubierta devaluación del signo monetario argentino, esos productos se han incrementado claramente por sobre la línea promedio de la escalada inflacionario, lo que desdibuja el tenor del ingreso profesional, más temprano que tarde.
Ese mismo índice de incremento de los costos de los insumos de los laboratorios casi se ubica por encima del promedio de los últimos años.
En materia de negociaciones y tratativas con los distintos financiadores del sistema la situación ha mostrado perfiles disímiles a lo largo del año que termina, registrándose las mayores dificultades, como es de costumbre, con las empresas de medicina prepaga, con las que la Federación Bioquímica se apresta a sostener una rueda de diálogo en los primeros días de enero.
IOMA
Con el Instituto de Obra Médico Asistencial a lo largo del año hubo idas y vueltas.
Al principio se había logrado con el IOMA un acuerdo por una mejora capitaria que si bien no se ajustaba a las aspiraciones que la Federación Bioquímica había llevado a la mesa de negociaciones, tenía un peso razonable. Pero posteriormente se comenzaron a producir algunos inconvenientes que comprometían el tenor del acuerdo alcanzado, en virtud de situaciones que se dieron con ciertos coseguros y el rechazo de algunas prácticas prescriptas por los médicos que no guardaban relación con los protocolos de diagnósticos de distintas patologías.
Antes de que esto ocurriera la Federación Bioquímica había acordado con el Instituto la realización de auditorías exhaustivas tendientes a eliminar desviaciones de las tasas de uso.
A raíz de ello, el IOMA realizó fuertes acciones con las diversas entidades representativas de los médicos con el objeto de que las prescripciones de análisis clínicos se ajustaran totalmente a las guías que a tal efecto se habían elaborado. Con respecto a la relación con IOMA también hay que decir que durante 2013 la totalidad de los pagos se efectivizaron en dinero y no con algunos bonos, tal como había ocurrido en 2012.
Otro tema que debe apuntarse es que si bien no se produjeron retrasos en los pagos de las cápitas por parte del IOMA, no se logró recuperar el atraso que se viene arrastrando desde 2012 y para lo cual se realizarán activas gestiones durante los primeros meses de 2014.
Pero más allá de estas cuestiones particulares, para el año que se inicia se abre un gran interrogante con respecto al IOMA en virtud del desarrollo que tendrán las negociaciones paritarias, generalmente difíciles, con la mayor parte de los gremios estatales de la provincia de Buenos Aires.
Los incrementos logrados por la policía con una metodología que no comentaremos aquí pero que no se enmarca en negociación paritaria alguna, han servido como una suerte de punto de partida para el resto de los trabajadores estatales.
Al concluir diciembre los docentes intentaron sin éxito abrir las negociaciones mientras el resto de los gremios hablan de entre un 25 y treinta por ciento de aumento para 2014.
Todo esto hace suponer que tras las pausa de las vacaciones de enero en la administración pública nacional, se abrirán tensas negociaciones que habrá que seguir muy de cerca para ver cómo el gobierno provincial pagará los montos que pudieran llegar a acordarse (en 2013 la suba fue por decreto) y cuál sería el tenor de los fondos que contaría para girar al IOMA pese a que existen porcentajes definidos taxativamente por ley.
A todo este incierto y complicado panorama hay que añadirle el fuerte condimento político de las aspiraciones presidencialistas del gobernador Daniel Scioli, que será el pulso que regulará las relaciones entre los gobiernos nacional y bonaerense.
Ya se habla en distintos medios periodísticos que en 2014 la provincia de Buenos Aires debería resignar la recepción de unos 22.000 millones de pesos del gobierno nacional y este es un dato a tener en cuenta, porque ya ha quedado reflejado claramente en los medios de comunicación que los recortes presupuestarios hacen blanco generalmente en materia de salud y educación.
PAMI
En el marco de la relación contractual de la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, quedaron cosas pendientes de 2013 para el año que se inicia.
Uno de los temas pendientes es el de un incremento capitario extra que permite hacer frente a las mejoras salariales escalonadas pactadas en paritarias con los trabajadores de Sanidad pertenecientes a la rama de los laboratorios de análisis clínicos, algo sobre lo cual FABA ha insistido cursando notas a la conducción del Instituto.
Es de resaltar que promediando el primer semestre del año que expira el Instituto comenzó a pagar por sistema de factura única, dando previsibilidad a los ingresos profesionales a partir de la percepción, en el mismo mes y en forma conjunta de un concepto cápita y una Tasa de Incentivo, aunque existe una deuda de éstas últimas pendiente todavía de cancelación.
También quedan pendientes con el PAMI la percepción de los nuevos valores arancelarios correspondientes a septiembre, luego de que quedara debida y oficialmente aclarado que el incremento capitario tenía vigencia plena y aplicación a partir de ese mes.
OBRAS SOCIALES
La Federación Bioquímica obtuvo, en líneas generales, buenos resultados en las negociaciones por mejoras arancelarias llevadas adelante con la mayor parte de las distintas obras sociales, que reconocieron valores aceptables.
También en este caso es de resaltar que se mantuvo una percepción de pagos sin retrasos de significación.
Existe empero problemas de relevancia con las obras sociales con las que la Federación Bioquímica mantiene contratos de los denominados a “cartera fija”, porque los valores prácticamente han quedado relegados a la mitad de los aranceles que reconocen las restantes mutuales.
A raíz de esta difícil situación, en su última reunión del año, el Consejo Directivo de la Federación Bioquímica resolvió reconsiderar estos contratos, como el de Osecac, que llevan a una situación difícil de sostener en toda la provincia.
MEDICINA PREPAGA
Como se sabe, el gobierno nacional autorizó en la segunda mitad de diciembre a las empresas de medicina prepaga a implementar un incremento en el valor de las cuotas que cobran a sus beneficiarios, del 8 por ciento para aquellas compañías con más de cien mil afiliados y del nueve por ciento a las que tienen menos abonados.
Las empresas reclaman otro ajuste adicional del siete por ciento que el gobierno ya ha negado. Las compañías esgrimen que necesitan incrementar las cuotas de modo de poder hacer frente a los incrementos arancelarios que les vienen reclamando los efectores de sus respectivos sistemas, incluidos los bioquímicos.
Las presiones ejercidas por las empresas del sector obligaron a que el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich les concediera una audiencia para principios de enero en donde los empresarios insistirán en reclamar una mejora extra de las cuotas de no menos del siete por ciento (algunas compañías del sector hablan hasta del 8,5 por ciento).
El universo de beneficiarios de las empresas de medicina prepaga en el país es de 4.900.000 personas con un millón y medio de afiliados directos, por lo que representa, en conjunto, una fuerte fuente de trabajo profesional.
Pero precisamente por ello, la Federación Bioquímica persistirá en su firma posición ante estas empresas, tanto más que nuevamente, el argumento para presionar al gobierno nacional para que conceda un incremento en las cuotas es el de hacer frente a los reclamos de los profesionales que atienden a sus afiliados.
Así, atados sus ingresos a la regulación de la ley del sector, las empresas pivotean el eje de sus distintos argumentos en función de los incrementos de las cuotas que se les autorice desde el gobierno, una razón que hasta el momento solamente les ha servido de excusa, ya que cuando no estaban regulados y aumentaban el valor de las cuotas a su entera voluntad, los aranceles profesionales que reconocían eran también motivo de ingentes tratativas con las entidad y con marcados retrasos a valores constantes a través del tiempo.
Es por eso que desde enero FABA reiniciará una ronda de negociaciones con las empresas de medicina prepaga de manera firme.
|
|
