Balance del año 2007 y expectativas para el próximo
El año que acaba de concluir se caracterizó por el reclamo permanente ante las distintas entidades financiadoras respecto del atraso arancelario que padece nuestro sector.
Si bien lo alcanzado sigue siendo insuficiente no abandonaremos la lucha por la justa actualización de nuestros aranceles, teniendo en cuenta la importancia que nuestro sector ganó merecidamente dentro del equipo de salud.
Sin embargo, uno de los logros más significativos fue incorporar nuevos convenios, como los de las UGL del Pami conurbano, completando así la cobertura de las prestaciones bioquímicas para los jubilados y pensionados en todo el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
En lo que respecta a la organización interna de nuestra institución, en estos doce meses se produjeron profundas modificaciones con el objetivo de lograr mejoras en el servicio que brindamos a nuestros colegas federados.
La presencia de los directivos de Faba en los distritos que la integran, al igual que en los Confederales de nuestra institución nacional CUBRA, y en todo lugar de discusión de la problemática del sector bioquímico en particular y de los temas de salud en general, constituyeron una constante.
Consideramos que el mejor camino para obtener resultados sustentables es el diálogo permanente, y la búsqueda del consenso, aportando nuestra experiencia y enriqueciéndonos con la opinión de todos los integrantes del sector de la salud.
Finalizado el año nuevamente sentimos la frustración de no alcanzar ciertos objetivos imprescindibles, como que en nuestro país la salud sea una política de Estado.
Las expectativas para el 2008 se centran en alcanzar, definitivamente, la recomposición arancelaria que nuestros colegas merecen. Lograr que los aranceles dejen de ser el factor de ajuste del sistema y que los bioquímicos no sigamos consumiendo nuestro capital de trabajo, sino que por el contrario podamos actualizar la tecnología de nuestros laboratorios, sin por ello postergar las necesidades personales.
Es nuestra ambición que la actualización profesional y la calidad de las prestaciones sea reconocida por los financiadores, y que no signifique un esfuerzo sólo del prestador bioquímico.
En cuanto al sistema de salud, aspiramos a que sea un derecho para todos y no un privilegio de unos pocos. Que alcance a ser solidario, accesible y universal.
Que hablemos solo de Salud pública, con verdadera integración de los recursos del Estado y del sector privado.
El sector bioquímico sobrevivió a todas las crisis, cumpliendo con la responsabilidad social que le corresponde. Es hora de que quienes tienen poder de decisión generen el reconocimiento que nos merecemos.
Un nuevo año plantea nuevos sueños y nuevos desafíos. Soñar es crecer, y los desafíos propuestos mantienen nuestros ideales en alto, unidos en la convicción de que no hay cambio sin esfuerzo, y no hay esfuerzo que sea en vano.
Dr. Alberto Torres
Presidente de la Federación Bioquímica
de la provincia de Buenos Aires
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