Prueban un sencillo estudio del ojo para detectar el mal de Alzheimer
Este nuevo procedimiento funcionó durante pruebas realizadas
a ratones y,
s i bien el estudio se encuentra en su etapa experimental, es interesante,
afirman los especialistas. E sta enfermedad afecta en la Argentina
a 400 mil personas e insume a nivel mundial más de 160 millones
de dólares anuales en su tratamiento.
Con un sencillo examen de vista, similar a los que se utilizan para
determinar la alta presión arterial y la diabetes se podría
diagnosticar en el futuro la enfermedad de Alzheimer, al detectar
en el ojo una proteína que se encuentra en el cerebro de
las personas que padecen esta patología. "Hemos desarrollado
una serie de técnicas que miden de manera muy, muy sensible,
cuantitativa y no invasiva la beta amiloide en el lente (cristalino)",
afirmó el Lee Goldstein, líder de la investigación
y director del laboratorio de envejecimiento y desarrollo molecular
del Centro de Investigación Oftalmológica del Hospital
Brigham and Women"s de Boston, Estados Unidos.
La Enfermedad de Alzheimer es la causa más común de
demencia. Esto, explican en la Asociación Lucha contra el
Mal de Alzheimer, implica que "
el declinar de las funciones intelectuales del paciente, si lo comparamos
con el nivel de funciones que tenía anteriormente. La demencia
surge como resultado de un deterioro neurológico . Los síntomas
más frecuentes se relacionan con pérdida de memoria,
confusión, dificultades en el lenguaje,
el razonamiento, pensamiento, desorientación en tiempo y
espacio, problemas para llevar a cabo actividades conocidas y habituales,
cambios en el comportamiento, humor, personalidad". El deterioro
es gradual, progresivo
y p or lo general, afecta a personas de 60 años y más
.
Hasta ahora, el único método de diagnostico fiable
consistía en el análisis
del tejido cerebral del paciente tras su muerte. Los estudios "post-mortem"
demuestran que este mal se manifiesta en dos lesiones cerebrales.
Una de ellas, la formación de la placa beta amiloide, asociada
al envejecimiento y la segunda, la aparición de ovillos neurofibrilares,
que acentúan el proceso de demencia y otros aspectos de la
enfermedad. Los dos tipos de lesiones se pueden encontrar también
en el cerebro de ancianos sanos, y lo que en realidad marca el diagnóstico
es su cantidad y topografía.
Como la acumulación de la proteína beta amiloide en
el cerebro es una
de las características, muchos investigadores han estado
intentando encontrar maneras de detectarla en otras partes del cuerpo,
incluido el ojo.
Buscando en ese sentido, es que Lee Goldstein y su equipo han desarrollado
un nuevo método no invasivo y aparentemente efectivo de diagnóstico
basado en el análisis del cristalino. "La idea es usar
esto como una ventana de lo que está sucediendo en el cerebro,
y detectar la patología antes de que se manifieste",
destacó el investigador.
Este nuevo procedimiento, anunció recientemente Goldstein,
funcionó durante pruebas realizadas a ratones. Durante el
estudio, un breve pulso de luz infrarroja de bajo voltaje en los
ojos de cuatro ratones con Alzheimer y cuatro que no la padecían,
identificó con exactitud cuáles tenían la enfermedad.
Los científicos aseguran que la tecnología podría
detectar las primeras etapas de los depósitos de beta amiloide
en el cristalino, aún cuando no pueden
ser observadas por el ojo humano. "El proceso que tiene lugar
en el cerebro también tiene lugar en el ojo", apuntó
Goldstein.
En la Argentina se calcula que ya suman 400 mil personas las que
padecen Alzheimer, por lo que todo avance en el tratamiento de esta
enfermedad, que parece no tener cura, es esperanzador .
Carlos Argento, Jefe del departamento de Oftalmología del
Hospital de Clínicas y Director del Instituto de la Visión,
afirmó que "si bien el estudio
se encuentra en su etapa experimental, es interesante y puede ser
muy promisorio". Según Argento, "hay enfermedades
cuya primera manifestación es en el ojo, el examen ocular
muchas veces anuncia enfermedades generales". Y agregó:
"porque hay alteraciones en el fondo de ojo. Desde tumores
en la cabeza hasta una leucemia; incluso el lupus heritematoso,
y la diabetes. Y es fundamental poder reconocerlas porque muchas
veces el paciente tarda mucho en consultar".
El deseo, concluyó Goldstein, es "tratar a los pacientes
antes de que tengan síntomas cognitivos. No queremos tratarlos
cuando tengan la enfermedad porque, en mi opinión, dar vuelta
atrás al reloj será mucho más difícil
que hacer que la progresión sea más lenta. El tratamiento
exigirá una terapia
y un diagnóstico. Van de la mano". Además, la
prueba podría ser utilizada para detectar la enfermedad en
sus primeras fases como también para darle continuidad al
progreso y monitorear cómo las personas responden a los tratamientos
médicos. Ni hablar de que podría dar pistas acerca
de por qué
se origina lo que podría desembocar en la tan ansiada cura.
Fuente: Diario Clarín
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