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              investigadoras, pero lejos de igualar a los hombres A pesar de que el número ha aumentado 
              notablemente en las últimas décadas, las mujeres siguen 
              estando poco representadas en el mundo de la investigación 
              médica y científica, según la revista "The 
              New England Journal of Medicine". "Las mujeres han recorrido un largo camino, 
              pero aún queda mucho por delante", explica uno de los 
              autores del estudio, Reshma Jagsi, especialista del Hospital General 
              de Massachussets (EEUU). "A pesar de que hay tantas mujeres 
              como hombres en las profesiones médicas, los estudios y editoriales 
              publicados en las revistas científicas están firmados 
              en su mayoría por hombres".El equipo de Ragsi revisó los números de los años 
              1970, 1980, 1990, 2000 y 2004 de seis importantes revistas médicas 
              ("JAMA", "The New England Journal of Medicine", 
              "Annals of Internal Medicine", "Annals of Surgery", 
              "Journal of Pediatrics" y "Obstetrics and Gynecology") 
              para determinar el sexo de los autores.
 Los resultados mostraron un aumento significativo de las mujeres 
              que lideran investigaciones a lo largo de estos años. Si 
              en 1970 representaban el 6% de los autores principales, en 2004 
              alcanzaron el 29%. En cuanto a la autoría de los editoriales, 
              la proporción ascendió del 1,5% en 1970 al 20,4% en 
              2000, aunque se detectó una caída de casi nueve puntos 
              en 2004.
 Conflicto entre sexos
 Este creciente protagonismo de las mujeres se notó sobre 
              todo en "Journal of Pediatrics" y en "Obstetrics 
              and Gynecology", dos especialidades médicas particularmente 
              copadas por el sexo femenino. Pero las diferencias siguen siendo 
              demasiado grandes si se tiene en cuenta que cada sexo representa 
              la mitad de los profesionales de la medicina.
 De todas las explicaciones posibles para este fenómeno, el 
              factor determinante es, para los autores, el hecho de que hay muchas 
              menos mujeres docentes que hombres en las facultades de medicina. 
              De hecho, el ritmo de incorporación de profesoras asociadas 
              o titulares es inferior a lo esperado a tenor del número 
              de licenciadas que hay.
 En 2004, las mujeres representaban tan sólo el 19% del profesorado 
              de las escuelas de medicina en Estados Unidos. En España 
              la cifra es superior, con un 34% de profesoras y un 13% de catedráticas, 
              aunque son igualmente pobres si se tiene en cuenta que cerca del 
              70% de los alumnos de estas facultades son chicas.
 Barreras institucionales
 En el editorial que acompaña al estudio, las autoras, cuatro 
              médicas e investigadoras, apuntan además que una vez 
              dentro del sector académico "las mujeres se encuentran 
              con más trabas para promocionar y ascender" debido a 
              dos factores: las barreras institucionales y las distintas aspiraciones 
              profesionales y vitales entre sexos.
 En España, de los 183 Premios Nacionales Fin de Carrera 2002 
              entregados por el Ministerio de Educación a los mejores estudiantes 
              universitarios, 123 eran mujeres. Sin embargo, no se detecta mejoría 
              alguna en la situación de este colectivo, tal y como reflejan 
              las estadísticas.
 Entre 1979 y 1981, un 5% de las profesoras alcanzó la categoría 
              de titulares frente al 23% de los hombres que lo logró en 
              las facultades de medicina de EEUU. Esta diferencia no se pudo explicar 
              a través de la cantidad de horas de trabajo o de artículos 
              publicados.
 Las dificultades para obtener un espacio para trabajar en el laboratorio, 
              los salarios más bajos que los de sus compañeros y 
              las escasas y deficientes tutorías podrían estar detrás 
              de esta precariedad femenina, según el editorial.
 Pero las aspiraciones vitales y profesionales de ellas y ellos difieren, 
              por lo que la solución a esta situación pasa, "no 
              sólo por el reconocimiento de las desigualdades existentes, 
              sino por una flexibilización de los criterios de excelencia 
              académica", apuntan las autoras.
 "El futuro de la enseñanza de la medicina depende de 
              su habilidad para captar y retener a los y las jóvenes con 
              talento ofreciéndoles oportunidades que colmen sus deseos 
              de éxito y satisfacción tanto en su vida profesional 
              como en la personal", concluye el artículo.
 
 Fuente: El Mundo Salud - España
 
 
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