El
Nobel de Química también
premia la genética
PREMIO
AL ESTADOUNIDENSE
ROGER KORNBERG
Otro Nobel para la genética.
Roger Kornberg, investigador de la Universidad de Standford (EEUU),
ha recibido el premio Nobel de Química por describir
el proceso de transcripción genética de las células
eucariotas, las que forman, por ejemplo, el organismo de los mamíferos.
Si el Nobel de Medicina premia un trabajo sobre los mecanismos para
silenciar los genes, el de Química reconoce el trabajo sobre
la otra cara
de la moneda, cómo los genes salen del núcleo celular,
primer paso hacia
su expresión.
La investigación premiada describe de forma detallada cómo
el ADN, la molécula que contiene toda la información
sobre los organismos eucariotas, se encuentra en el interior del
núcleo celular formando una estructura llamada cromatina.
Llegado el momento, marcado por unas señales determinadas,
una enzima, la ARN polimerasa II, comienza a leer la información
del ADN
y a transcribirlo en una molécula de ARN.
Una vez finalizado este paso, el nuevo ARN mensajero (ARNm) sufre
una serie de modificaciones que le permitirán abandonar el
núcleo celular y transportar el "código"
para fabricar proteínas. La síntesis proteica continúa
después en estructuras del citoplasma.
Este mecanismo, denominado transcripción, es necesario para
la vida, lo que hace que la detallada descripción que hizo
Kornberg proporcione exactamente la clase de "descubrimiento
químico más importante", como era el deseo de
Alfred Nobel, según la nota del comité encargado de
entregar los premios.
Si la transcripción cesa, la información genética
ya no se transfiere a las diferentes partes del organismo. Como
entonces no se renuevan más, el organismo muere en unos cuantos
días. Esto es lo que sucede en caso de envenenamiento por
ciertas setas venenosas, pues su toxina detiene el proceso de transcripción.
Comprender el funcionamiento de la transcripción es de gran
importancia para la medicina. Las interrupciones de este proceso
están implicadas en muchas enfermedades, como el cáncer,
las cardiopatías y varios tipos de inflamación.
La contribución de Kornberg en este campo culmina con la
creación de imágenes cristalográficas que describen
de forma minuciosa cómo actúa el aparato de transcripción
en las células eucariotas. En ellas, elaboradas desde el
año 2000, se puede observar el desarrollo gradual de ARNm
y el papel que juegan en el proceso numerosas moléculas.
Hitos como el descubrimiento de los nucleosomas (la unidad en la
que la doble hélice del ADN y las proteínas llamadas
histonas se "apelotonan" para encajar en el núcleo
celular) han resultado del trabajo de Kornberg, que ha facilitado
la comprensión del proceso de transcripción y su regulación.
"Acepto esta extraordinaria recompensa en nombre de los más
de 50 colaboradores que han participado en estos trabajos",
ha declarado Kornberg en entrevista telefónica tras el anuncio
del premio, informa AFP.
Genes en la familia
Kornberg, completó su educación en química
en la Universidad de Harvard
y se doctoró en Stanford. En 1978, tras una beca posdoctoral
en Cambridge (Reino Unido) y una breve estancia en el departamento
de bioquímica de la Universidad de Harvard, regresó
a Stanford, donde es profesor de biología estructural.
Hace 47 años, cuando Kornberg tenía 12, su padre,
el científico Alfred Kornberg, recibió el Nobel de
Medicina, ex-aequo junto a Severo Ochoa,
por sus estudios en el mecanismo de transferencia de una molécula
de ADN a otra.
Hasta el momento, todos los Nobel de este año han ido a parar
científicos estadounidenses. El lunes, Andrew Z. Fire y Craig
C. Mello recibieron el premio en la categoría de medicina
por sus investigaciones sobre el ARN
de interferencia, mientras que el de física fue a parar a
los astrónomos
Mather y Smoot.
Fuente: El Mundo Salud - España
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