Entrevista
a la doctora Regina Wikinsky
Una mujer pequeña
con una trayectoria enorme
Regina
Wikinsky
Luego de una larga caminata por esa
mini ciudad de 14 manzanas que
es el Hospital de Clínicas, en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, y no sin perdernos y preguntando, es que llegamos
hasta el Departamento de Bioquímica Clínica que depende
la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de
Buenos Aires. Allí nos recibe una mujer de contextura pequeña,
con aspecto de abuela, de tez clara y cabello rubio; con una voz
muy suave, proporcional a su dimensión física, nos
invita a pasar a su despacho. Vestida con su guardapolvo blanco,
sus manos en los bolsillos, saluda amablemente con todas las personas
que la cruzan. Todos tienen para con ella un gesto amable, de afecto
pero también de un enorme respeto.
El despacho de la doctora Regina Wikinski, refleja su modo ser.
Es austero, prolijo, el mobiliario no es nuevo pero está
en perfectas condiciones. Es el lugar de alguien que le ha dedicado
toda la vida
a la ciencia y a la docencia entre algunos diplomas y escudos de
la universidad, están las fotos familiares. El lugar parece
una síntesis de todo
su trabajo, es un espacio donde se privilegia el diálogo
y el trabajo en equipo.
Esta es la primera parte de una entrevista exclusiva que ex dos
veces
Decana de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA
le concedió a FABA Informa, para repasar algunos de los aspectos
mas salientes de una extensa e intensa carrera dentro de la investigación
y la docencia en nuestro país y en el exterior,contada por
ella misma y a su manera, café de por medio.
- De toda su historia profesional
¿Cuáles son los hechos,
ó proyectos que llevo adelante que usted destaca?
En principio la docencia universitaria. La formación ocupó
un lugar
muy importante en mi vida. Una docencia que desde casi el principio
pasé
a desempeñar acá en el Hospital de Clínicas
. recuerdo que cuando entré
en 1960, ingresé a una cátedra que funcionaba en la
calle Junín 956
y que era en ese entonces una cátedra.
- Allí comienza el departamento
de Bioquímica Clínica?
El departamento por esos años se llamaba de Análisis
Clínicos y ya estaba desde hace tiempo , pero el caso es
que yo me recibo en 1960 y entré con un objetivo que era
si se quiere personal; yo quería hacer una investigación
en un tema en el cual yo ya había empezado a trabajar , era
un tema más farmacológico fue que un amigo mío
me dijo "andate a esa cátedra porque es una cátedra
de gente muy buena, muy abierta y el jefe, te va a entender";
Fui y hable con él y era cierto porque allí encontré
las posibilidades y las potencialidades que buscaba para desarrollarme
. Ahí fue cuando empecé a hacer docencia de verdad,
antes había sido ayudante alumna pero no era lo mismo. Ya
en ese período yo ya tenía a mis dos hijas en esa
época y ya había trabajado como farmacéutica.
- ¿Cómo fue su
ingreso?
Cuando entro a la cátedra, me recibe el doctor Banfi y le
digo que quiero aprender todo lo que pueda, pero que además
tengo una idea acerca de un trabajo de investigación y entonces
le conté la idea y el me dijo: "yo tengo algo que le
puede servir porque yo trabajé en algo parecido a esto. Entonces
lo escuche mucho. Además ya en esa época yo estaba
trabajando con un equipo médico en un problema de uso de
anestésicos locales y anestésicos generales y en esa
época la llegada de elementos médicos a la Argentina
era muy importante Por esos tiempos se usaba mucho la Procaína,
que es la Novocaína, como anestésico intravenoso,
que prácticamente se había desarrollado en la Argentina.
Dentro de ese grupo de médicos también estaba a mi
marido. Yo hacía las dos cosas: hacía trabajo de investigación
y ejercía también la docencia, pero esta última
la aprendía a medida que la hacía.
- ¿Cómo era el
trabajo en la Cátedra?
Esa cátedra tenía lógicamente limitaciones
de espacio pero además tenía pacientes de consultorio
externo nada mas, sin embargo había un enorme proyecto que
era pasar, al hospital que se estaba construyendo, para hacer el
Laboratorio Central del Hospital de Clínicas que se concretó
unos siete años después. En el ínterin tuve
una beca de la UBA para hacer mi trabajo de investigación,
ese que quería y que seguí haciendo mientras tanto
seguimos preparándonos fervientemente para hacernos cargo
de un laboratorio en un hospital.
- ¿Como compatibilizaba
usted su trabajo de investigación, la docencia
el trabajo en sí con la familia y sus horarios?
Dedicándome todo el tiempo y cuidando mucho a mis chicas.
Al principio durante poco de tiempo tuve una dedicación semi
exclusiva,.Por la mañana
las mandaba a la escuela. Luego me venía a la facultad a
hacer docencia y durante ese lapso dormían la siesta pero
siempre tuve ayuda. Vivíamos en el mismo edificio que mis
padres y siempre tuve esa ayuda y esa tranquilidad.
La verdad es que siempre tuve el apoyo de mis padres y de mi marido
también. Esa compatibilización fue una cosa normal
y como que la vida se planteo
de eso modo.
-Su trabajo y los años
en la formación universitaria la llevan hasta el cargo
de Decana en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de UBA,
ese proceso ¿como fue?
Yo diría que me fui preparando a lo largo de todos estos
años para la gestión, porque yo primero fui profesora
adjunta, por concurso, pasado ese tiempo chiquito que mencioné
antes, ya tuve dedicación exclusiva, y la dedicación
exclusiva realmente no tiene horario, ni tampoco tiene fines de
semana pero
en Imi casa había un ambiente de estudio y de trabajo que
se manifestaba permanentemente, así que lo pude hacer bien,
es mas no solo con apoyo sino con mucha comprensión y mucho
estímulo. Empecé siendo Coordinadora docente en el
departamento, para ese tiempo ya nos mudamos, estoy hablando de
1968 mas ó menos. Esa mudanza fue una mudanza magra ¡teníamos
tan pocas cosas! Pero el hospital por esos años estaba apoyado
por el BID, entonces estaba equipado y recuerdo que participe en
el pedido de equipamiento para el hospital. En esos años
había una cosa que se llamaba comisión ley y la verdad
es que numero de ley no lo recuerdo, solo recuerdo que era capicúa,
a mi me encargaron que hiciera el pedido de centrífugas para
el hospital. Así que nosotros estábamos preparados.
Luego vinimos al hospital y el laboratorio se dividió como
venia, en secciones, nosotros recibíamos a los alumnos y
había que rotarlos por las 10 secciones y era un trabajo
delicado fino y en ese contexto me nombraron Coordinadora Docente
de todo el departamento, cargo que ejercí durante unos cuantos
años
- La tristeza de irse y la alegría
de volver.
Ya siendo profesora adjunta con dedicación exclusiva, en
1977 nosotros decidimos irnos del país y nos trasladamos
a Venezuela. Nos fuimos porque no aguantábamos lo que sucedía,
pero eso no significa que no valoremos a todos los que se quedaron
y aguantaron, creo que todos sufrimos. Yo quiero dejarlo claro,
nos fuimos a Venezuela porque nos invitaron. Ya nos conocían.
- La situación es ese
momento a algunos los afectaba hasta la decisión
de irse y a otros los afectaba en su forma de trabajo, o de enseñanza;
¿Fueron molestados ó perseguidos por la Dictadura?
No nosotros, pero si personas de nuestras familias. Yo me fui con
una licencia sin goce de sueldo y mi marido también.
- Es decir que se iban, pero
con la idea de volver….
Si por supuesto. A nosotros no nos echaron sin embargo el entorno
no era lo mas apropiado para el desarrollo de nuestras actividades
cotidianas. Ya en Venezuela, mi marido que era profesor asociado
y fue subdirector de una carrera de médicos anestesiólogos
que estaba apoyada por la Federación internacional de Nutricionistas,
comenzó a trabajar y yo ingresé como profesora asociada
en la Cátedra de Fisiopatología de la Facultad de
Medicina de la Universidad Central de Venezuela o sea que en realidad
yo, sin esperarlo ni buscarlo, tuve como un ascenso no solo desde
el punto de vista formal sino que también tuve un reconocimiento
increíble. Me fui como adjunta y entre como profesora en
una cátedra de la Facultad de Medicina. Un lugar donde se
hacia mucha investigación, sobre todo un sector de investigaciones
en metabolismo y otro en lípidos y yo ingresé a las
dos secciones en el Instituto de Medicina Experimental y enseguida
tuve becarios, tuve tesistas tenía ayudantes que querían
ascender y para ello tenían que hacer un trabajo muy intenso.
- Además de la rápida
inserción tuvo usted el reconocimiento de lo que llevaba
desde la Argentina en el bagaje científico y docente….
Si. Incluso cuando llegué. El profesor asociado de Fisiopatología,
quien se había presentado a concurso y pasaba a ser profesor
de Fisiología, me dijo: "este es su laboratorio"
y ahí había tres bioanalistas que son mas ó
menos el equivalente al bioquímico argentino. La verdad es
que yo me sentía muy cómoda y no era la única
química siendo profesora, había un químico
también y los demás eran médicos pero todos
en su investigación se entendían bioquímicos
y casi todos se habían formado en el exterior así
es que el ambiente desde ese punto de vista no podía ser
mejor.
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En el próximo número la segunda
parte de la entrevista a la Doctora Regina Wikinski.
Su regreso al país. Se gestión como Decana de la Facultad
de Farmacia y Bioquímica.
Su trabajo junto a la Fundación Bioquímica Argentina.
Sus alumnos destacados. El primer laboratorio público con
acreditación de la FBA.
Se presente y todos los proyectos que aún sigue desarrollando.
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