Negociación con la obra social OSECAC
Si bien no era lo deseado tampoco se descartó un corte de servicios
Las negociaciones que la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires viene manteniendo con la obra social de los empleados de comercio, OSECAC, por un incremento de los aranceles profesionales, han llegado a un punto que podría definirse como límite.
En el último acuerdo sostenido entre FABA y la obra social, si bien no se llegó a los valores arancelarios a los que con toda justicia aspirábamos, el valor final resultó un paliativo.
Pero en esta ocasión, las tratativas se dilatan mucho más de lo que la lógica indica sin frutos positivos a la vista, a raíz de lo cual, durante su última reunión, el Consejo Directivo de la Federación Bioquímica tomó la resolución de tomar una enérgica posición en lo que tiene que ver a los valores arancelarios en algunas zonas del territorio bonaerense, reflejando así el espíritu manifestado por los Distritos de FABA.
Si después de todos los esfuerzos que se están realizando para acordar con OSECAC, no se llega a un acuerdo satisfactorio, la Federación Bioquímica tomará la dolorosa y no querida decisión de cortar con el servicio. Sería una decisión muy dificultosa pero inevitable.
Cuantiosa deuda
Por otra parte, los dirigentes gremiales insisten, aunque con matices y diferencias de números y metodologías de pago, en reclamar al gobierno nacional una enorme deuda que mantienen con sus obras sociales.
Mientras Hugo Moyano asegura que la deuda llega a los 20.000 millones de pesos, Antonio Caló habla de 18.000 millones.
La Confederación General del Trabajo descartó de plano la propuesta lanzada públicamente por Caló para que el gobierno salde esa deuda con bonos. Hugo Moyano dijo que “¿el Gobierno le quiere pagar con dólares al Club de París y a nosotros con bonos sin valor? Es una locura totalmente inaceptable”. Sobre el mismo tema, el dirigente camionero sostuvo que es una “incoherencia” la propuesta de Caló de cobrar la deuda en bonos: “que negocien por ellos solos y no por todo el movimiento sindical”, dijo.
El sector de Caló se reunió con el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich para elevarle un plan según el cual y para saldar una gran parte de los 18.000 millones de pesos reclamados, el gobierno debería emitir letras o bonos del tesoro a cinco años para ser destinados a cada obra social con las que se mantienen deudas, las cuales podrían negociarlos en la Bolsa de Valores a precios que fije la plaza.
La iniciativa fue consensuada por los gremialistas Antonio Caló, Omar Viviani, José Luis Lingeri y Oscar Romero, quienes luego se entrevistaron con Capitanich, quien les habría respondido que consultaría a la Presidente y posteriormente brindaría una respuesta.
Tras el encuentro, los gremialistas aliados con el gobierno, según coincidentes fuentes, se manifestaron optimistas con respecto a una contestación favorable, esgrimiendo razones políticas que pasan por la suposición de que la Presidente haría todo lo posible para evitar que más dirigentes sindicales se pasen a las filas de Hugo Moyano.
Desfinanciación
En otro orden, y tal como se viene indicando desde hace años en FABA Informa, diversos fallos judiciales van arrinconando las finanzas de las obras sociales al ordenarse la realización de determinadas prácticas para las cuales no se cuenta con la financiación genuina, con lo cual, se termina perjudicando a los prestadores en su nivel arancelario y también a los afiliados con reconocimientos cada vez menores en muchas prestaciones.
Por eso es necesario señalar que la Justicia cuestionó la suma que el Estado asigna a los pacientes celíacos para hacer frente a un tratamiento que obliga a una dieta libre de gluten, y dispuso que una obra social cubra los costos de los alimentos de una mujer, estimados en 900 pesos por mes, aunque ajustables si los productos aumentan.
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