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El laboratorio en la prevención del cáncer colorrectal
Una simple prueba de laboratorio, sangre oculta en materia fecal, sería una herramienta clave para una pesquisa poblacional de esta enfermedad de alta prevalencia en nuestro país. Se trata de un test (SOMF) que detecta las pérdidas microscópicas de sangre producidas en etapas precoces del cáncer

Por Ana María Pertierra

La Argentina es un país de alta prevalencia de cáncer colorrectal (CCR), que los especialistas explican por una interacción entre factores genéticos y ambientales. Afecta igualmente a hombres y mujeres, y el 90 % de los casos se produce después de los 50 años. Es el tercer cáncer más frecuente detrás del cáncer de mama y de próstata y constituye la segunda causa de muerte por cáncer, solo superada por el cáncer de pulmón.
Por año se producen más de 10.500 casos nuevos y aproximadamente 6.000 muertes, la mayoría de las cuales podrían prevenirse: un tumor colorrectal demora aproximadamente 10 años en desarrollarse, por lo que es vital la prevención y detección temprana de la enfermedad.

La importancia de prevenir

El CCR es uno de los tumores más factibles de prevenir: la progresión lenta del adenoma hacia el CCR favorece la realización de exámenes periódicos denominados de pesquisa para detectar y extirpar los pólipos permitiendo prevenir la enfermedad con significativa disminución de la incidencia. Además cuando el CCR es detectado en una fase temprana, las posibilidades de curación son superiores al 90% y los tratamientos son menos invasivos.
Entre las estrategias que persiguen la prevención de este tipo de cáncer se encuentra la de pesquisa de la población general mayores de 50 años de edad mediante el análisis, el de sangre oculta en materia fecal (SOMF) con una frecuencia anual o bianual.
Este tipo de análisis se puede hacer mediante métodos químicos o inmunológicos, ambos son no invasivos y de bajo costo por lo que son los de elección a la hora de planificar un programa de prevención poblacional. Según los especialistas, la detección temprana de este cáncer basada en el test de sangre oculta en materia fecal en personas mayores de 50 años disminuiría drásticamente el número de casos.

Métodos de detección de SOMF

Según señalan los especialistas, el CCR precoz, con invasión hasta la submucosa, y los adenomas avanzados de tamaño igual o mayor a 10mm, producen pérdidas microscópicas intermitentes de sangre que pueden ser detectadas mediante análisis químicos o inmunológicos de sangre oculta en materia fecal. Sin embargo, reconocen que esos dos métodos no tienen igual especificidad y sensibilidad. Mientras la prueba química, o test de guayaco, tiene baja sensibilidad para la detección de CCR precoz y adenoma avanzado y es inespecífica para hemoglobina humana, la prueba inmunológica, basada en una reacción antígeno-anticuerpo detecta específicamente sangre humana y en concentraciones menores, lo que la convierte en más apta para un programa de pesquisa porque selecciona con más precisión a aquellos individuos que requieren una prueba de colonoscopia.

Método químico de detección de SOMF

Las pruebas químicas emplean indicadores como la resina de guayaco o la bencidina para poner en evidencia mediante una reacción de oxidación la actividad de la pseudoperoxidasa de la hemoglobina que produce un cambio de color en el papel impregnado en la resina de guayaco o bencidina en presencia de una solución de peróxido de hidrógeno que actúa como revelador. Es una prueba simple y cualitativa que se debe realizar en dos muestras de tres deposiciones consecutivas que recoge el paciente en su hogar y remite al laboratorio. Los principales inconvenientes de los test químicos son que tienen baja sensibilidad y que no son específicos para hemoglobina humana por lo que requieren de una dieta previa restrictiva en alimentos que contienen actividad de peroxidasa como los vegetales crudos y carnes rojas. Además, estos test detectan hemoglobina procedente del tracto digestivo superior por lo que deben suprimirse por 7 días previos a la recolección de la muestra los fármacos gastrolesivos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o la aspirina para evitar resultados falsos positivos. Según la guía de recomendaciones para la prevención y detección precoz de CCR elaborada por sociedades científicas argentinas convocadas por la Academia Nacional de Medicina en 2010, si este test es positivo debe ser seguido con una colonoscopia completa y si es negativo debe realizarse anualmente para aumentar la sensibilidad del estudio.



El cáncer de colon y recto -o colorrectal (CCR)


Es el tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo -el intestino grueso-que está compuesto por el colon y el recto, y se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y ambientales.En más del 80/90% de los casos de CCR se produce primero un pólipo (un crecimiento anormal de las células de la pared interna del intestino grueso) denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años, y si no se detecta y extirpa a tiempo puede transformarse en un cáncer colorrectal. Cuando ya se desarrolló el cáncer, inicialmente, el tumor se localiza en la pared del intestino (fase temprana) y si no se detecta y trata a tiempo puede diseminarse hacia ganglios linfáticos u órganos vecinos o a distancia (hígado, pulmón) dando lugar a las llamadas metástasis, constituyendo las fases avanzadas de la enfermedad.


Test inmunológicos de SOMF

Los test inmunológicos se basan en la reacción de anticuerpos mono o policlonales específicos contra hemoglobina humana, la albúmina u otros componentes de la sangre fecal por lo que no requiere restricción dietética o farmacológica alguna. Se requiere una muestra de dos deposiciones consecutivas tomadas en el hogar. Si el resultado es positivo debe ser seguido de una colonoscopia completa y si es negativo también debe repetirse anualmente.
En el caso de la pesquisa poblacional del CCR, la sensibilidad del test proporciona información sobre la probabilidad de detección de una neoplasia significativa, mientras que la especificidad informa acerca del número de colonoscopías que será necesario realizar en un programa.
Según guías internacionales, un test para pesquisa poblacional para CCR debe cumplir las características de tener la máxima sensibilidad con valores aceptables de falsos positivos (especificidad) teniendo en cuenta que estos tienen escasas consecuencias negativas para el paciente, ya que se trata de una enfermedad grave de mal pronóstico que tiene un tratamiento potencialmente curativo y que los resultados falsos positivos no producen un deterioro físico, psicológico o económico importante en el paciente.

Un estudio español

Según un reciente estudio publicado en la revista Gastroenterology por investigadores españoles del Hospital Universitario de Canarias, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y del Centro de Epidemiología y Salud Pública de Barcelona, la prueba de sangre oculta en materia fecal es tan eficaz como una colonoscopia para detectar cáncer de colon ya que han demostrado que con el test inmunológico se necesitan 4 veces menos colonoscopias para detectar una lesión avanzada que con la colonoscopia directa.
Los especialistas españoles compararon la eficacia de la colonoscopia con el test inmunológico de sangre oculta en materia fecal para la detección de cáncer colorrectal y su lesión precursora, el pólipo adenomatoso avanzado, en una población con antecedentes familiares.
En el estudio, diseñado para contrastar la hipótesis de equivalencia entre ambas estrategias para la detección de neoplasia colorrectal avanzada, en esa población de riesgo, realizado por un grupo de especialistas de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) y recientemente publicado en la revista Gastroenterology, se evaluaron a casi 2.000 pacientes, que fueros asignados al azar para la determinación de sangre oculta en materia fecal anual durante 3 años o a una colonoscopia.
El estudio reveló que la prueba de SOMF es equivalente a la realización de una colonoscopia para detectar cáncer o pólipos avanzados. En concreto, se diagnosticaron 5 cánceres en cada rama del estudio, 28 adenomas avanzados en el grupo de SOMF y 39 en el grupo de colonoscopia. En el grupo de sangre oculta en materia fecal, 4 personas necesitaron una colonoscopía para detectar un cáncer o adenoma avanzado y en el grupo de colonoscopia, 18. Ello sugiere que, en esta población de riesgo, con la pesquisa con test de SOMF anual se evita realizar un volumen importante (86%) de colonoscopías innecesarias, con un resultado final equivalente mediante colonoscopia directa.
La conclusión principal de este estudio es que el cribado mediante test inmunológico de sangre oculta en materia fecal con una frecuencia anual es equivalente a la colonoscopia para detectar cáncer y lesiones premalignas (adenomas avanzados), con un ahorro económico muy considerable.

Programas de prevención

Los programas de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal tienen como propósito lograr la accesibilidad de toda la población al programa y garantizar la calidad de las intervenciones y los procesos, con un monitoreo y evaluación permanentes para disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer colorrectal. Para ello, se proponen unificar criterios para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de lesiones precancerosas y cáncer colorrectal con garantías de calidad fortaleciendo los servicios de diagnóstico y tratamiento. Para implementar dichos programas es crucial facilitar la formación y capacitación de los equipos de salud asi como informar y sensibilizar a la comunidad acerca de la prevención y detección temprana del cáncer colorrectal.
Conocer los factores de riesgo y síntomas, así como incorporar hábitos saludables son importantes para contribuir a la prevención y diagnóstico precoz del cáncer colorrectal. Entre éstos hay que tener en cuenta los antecedentes familiares de cáncer de colon o de recto, antecedentes de pólipos, si se padece enfermedad inflamatoria crónica de los intestinos, una alimentación inadecuada y poco saludable (alimentos ricos en grasa y colesterol), el consumo excesivo de alcohol, y tabaquismo. El factor edad también se debe considerar: a partir de los 50 años es importante realizar de forma anual un estudio preventivo.

Síntomas

Los síntomas más comunes de la enfermedad son:

Cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, sangrado en la defecación, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia, pérdida de peso sin razón conocida. Ante cualquiera de éstos es importante consultar con el médico.
La detección precoz es clave, detectar la existencia del cáncer de colon en una fase inicial, permite aumentar las posibilidades de curación.
Existen diferentes tipos de tratamientos para eliminar o contener el cáncer de colon, dependiendo de la salud del paciente, la ubicación, el tamaño y etapa del tumor. Una opción es la cirugía, que consiste en la extirpación del tumor y de los ganglios linfáticos cercanos al mismo. El tratamiento con quimioterapia implica la incorporación de medicación por vía endovenosa o por vía oral, teniendo ambas la misma eficacia.
Actualmente se destacan las terapias de anticuerpos monoclonales, drogas logradas en base a ingeniería genética, que permiten tratar el cáncer a través de un mecanismo más selectivo que ataca únicamente las células malignas, y preserva las que están sanas. Por su mecanismo de acción, estos tratamientos han mostrado una mayor sobrevida, en combinación con quimioterapia.
Según el Ministerio de Salud de la nación, el 90% de los cánceres colorrectales se producen en personas mayores de 50 años de edad y tiene una incidencia levemente mayor en hombres que en mujeres. Alrededor del 75% de los casos de cáncer colorrectal son denominados esporádicos, es decir que se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares demostrados de la enfermedad y por lo tanto los factores dietéticos y ambientales estarían implicados en su causa. El resto de los cánceres colorrectales (alrededor del 25%) se producen en personas con riesgo adicional debido a las siguientes situaciones: antecedente personal de adenomas únicos o múltiples, cáncer colorrectal o enfermedad inflamatoria intestinal, y antecedentes familiares de CCR o de adenomas únicos o múltiples.
Según estimaciones de la IARC (Agencia Internacional de Investigación del cáncer-OMS), en Argentina se produjeron 11.000 nuevos casos en 2008 de los cuales 5.800 fueron en hombres y 5.200 en mujeres. Asimismo el CCR causó en 2011 en Argentina 6.790 muertes, el 11,6% del total de muertes por tumores malignos, ubicándose en el segundo lugar luego del cáncer de pulmón con 9.254 muertes (15,9%) y precediendo al cáncer de mama que produjo 5.468 defunciones (9,4%). La tasa de mortalidad ajustada en ambos sexos para el quinquenio 2005-2009 fue de 11,56 x 100.000 habitantes. (DEIS-Ministerio de Salud de la Nación).
Sin embargo, este tumor es uno de los más factibles de prevenir: la progresión lenta del adenoma hacia el CCR favorece la realización de exámenes periódicos denominados de pesquisa para detectar y extirpar los pólipos permitiendo prevenir la enfermedad con significativa disminución de la incidencia. Además cuando el CCR es detectado en una fase temprana, las posibilidades de curación son superiores al 90% y los tratamientos son menos invasivos.


La detección precoz es clave, detectar la existencia del cáncer de colon en una fase inicial, permite aumentar las posibilidades de curación.


 

 

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