Dificultades en las tratativas con las prepagas
A fines de marzo se había analizado la posibilidad de cobrar un copago en los laboratorios, pero se abrió una nueva instancia de negociación.
Las negociaciones por mejoras arancelarias que la Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires viene realizando con las empresas de medicina prepaga, tuvieron durante marzo un sensible endurecimiento ya que el gobierno nacional no autorizó que esas compañías aplicaran un incremento al valor de la cuotas que cobran a sus afiliados.
Este último punto sirvió como una nueva excusa a las prepagas, ya que en diciembre último, al haber aplicado un incremento superior al impulsado ahora, algunas de ellas no trasladaron ningún porcentaje del aumento a mejoras de las retribuciones profesionales.
Así las cosas, a fines de mes la Federación Bioquímica analizó la posibilidad concreta de aplicar en los laboratorios el cobro de un copago a los afiliados de algunas de las prepagas médicas, tal como durante algunos días hicieron las clínicas y sanatorios privados.
Pero la presentación de un recurso de amparo contra el cobro de copagos por parte de los establecimientos sanitarios privados por parte de los diputados Graciela Ocaña y Daniel Amoroso, sumado a la apertura de una nueva instancia de negociación con las compañías con el consiguiente levantamiento de la medida por parte de los sanatorios, hicieron que FABA frenara por ahora esa posibilidad.
Paralelamente, la cámara que aglutina a las prepagas se reunión con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien pasó para la primera quincena de abril la toma de una decisión con respecto a la autorización o no del aumento de 5,5% que impulsan las empresas del sector.
De todos modos, hay que decir que más allá de contingencias puntuales, como las suscitadas durante marzo, no se observa en el ánimo de las empresas de medicina prepaga un cambio de actitud con respecto a las posiciones que, en el marco de las relaciones contractuales con los efectores del sistema, históricamente han sostenido.
Es por eso que siguen aduciendo las mismas falsas excusas de siempre para no actualizar los valores arancelarios, cuando en realidad sus ingresos y su rentabilidad sigue en constante crecimiento, y este es precisamente el punto sobre el que debería actuar el gobierno, para lo cual está legítimamente habilitado por la flamante regulación que regula la actividad de esas empresas.
Las prepagas jamás han pensado en realizar una suerte de ajuste en su rentabilidad para equilibrar el sistema y normalizarlo, para seguir operando sin sobresaltos de ninguna naturaleza para cada uno de los sectores involucrados en el modelo, es decir, prestadores y afiliados.
Una prueba de ello es que en medio de los reclamos por lograr una autorización gubernamental para aplicar un nuevo aumento del valor de las cuotas habida cuenta de un supuesto desequilibrio de sus finanzas, las prepagas más importantes siguen obteniendo enormes ingresos que, lejos de volcarlos en inversiones en el propio sistema sanitario en el que operan, los derivan a otros “negocios”.
Tal el caso de alguna de ellas , que acaba de adquirir una companía de seguros , operación que durante el mes de marzo fue autorizada por los propios organismos de control del gobierno nacional.
La situación es clara; mientras se le pide al gobierno una mejora de las cuotas para equilibrar sus ingresos, se adquiere a una de las más importantes ART del país, y la autorización oficial a la operación delata que el propio gobierno está al tanto de la rentabilidad empresarial.
En virtud de todo lo expresado, la Federación Bioquímica, más allá de los aumentos que se autorice o no aplicar a las prepagas, proseguirá sus reclamos para con estas empresas, endureciendo una posición que sólo admite respuestas positivas y no más dilaciones.
Durante el mes de abril proseguirán las tratativas, esperándose una definición aceptable para no tener que adoptar medidas que nadie quiere, del mismo modo que no se quiere trabajar por remuneraciones magras y alejadas de la realidad.
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