home  
 
  ARG
^

Institucionales

Ciclo de debates en la sede FABA
Los especialistas invitados coincidieron en la necesidad de definir un conjunto de prestaciones que el sistema de salud pueda garantizar. Analizaron el estado actual del PMO argentino señalando como problemas para la sustentabilidad del sistema el aluvión de innovación tecnológica así como la heterogeneidad poblacional y normativa del país.


Representantes de los distritos.

El 2 de octubre pasado tuvo lugar en la sede de FABA otro encuentro del ciclo de debates organizado por el contador y especialista en econom ía de la salud, Carlos Vasallo. En dicha oportunidad disertaron los doctores Julio Siede, médico generalista consultor de FADEMIC S.A. y Jorge Luis Leguiza, médico magíster en Sistemas de Salud y Seguridad Social y consultor en la Superintendencia de Servicios de Salud del Ministerio de la Nación. Los especialistas analizaron el estado actual del sistema de salud argentino en general y el del PMO en particular.
Hoy en todo el mundo se habla de la necesidad de tener definido un conjunto de prestaciones, situación que no se daba hace 30 o 40 años. ¿Qué sucedió entonces?, se preguntó Siede. “La innovación tecnológica es tal que hace falta hacer algún tipo de recorte para decidir qué es lo que se puede garantizar”, sostuvo el especialista.
Y destacó que “hoy en día, ni aún en los países en los que se gasta mayor cantidad de dinero per cápita en salud alcanza para pagar la disponibilidad de los servicios existentes”.
El especialista se refirió a que en la constitución argentina se ha consagrado el derecho a la salud y que sólo el subsector público en el país no tiene un conjunto de prestaciones definidas o canasta. Sin embargo –aclaró– cuando se dice que se cubre todo finalmente no se cubre nada.
Los disertantes explicaron que la legislación vigente avala el accionar de algunos jueces que amparándose en el derecho individual del demandante y ante una situación de necesidad obligan a la obra social o a la empresa de medicina prepaga a cubrir una prestación cuando interpretan la norma. Para Siede el conflicto se genera entre el derecho individual y el derecho colectivo o bien común.
Según Siede para definir un conjunto de prestaciones, su elaboración debería responder a cuatro preguntas básicas: qué tipo de servicio, con cuánta frecuencia, para quién es decir en qué condiciones de salud y a qué costo. “ Un conjunto de prestaciones puede ir desde un listado simple similar al PMO hasta un instrumento muy complejo”, dijo.
También hizo hincapié en definir políticas de salud a punto de partida de las necesidades y de allí priorizar problemas “porque no se pueden abordar todos juntos”. Una de las críticas que los especialistas deslizaron sobre el actual PMO fue la de la incorporación de ciertas prácticas que lo hacen inviable. Como ejemplo plantearon la reciente inclusión ciertas prestaciones mediante la ley de obesidad. “La ley de obesidad está incluida en el PMO, pero alguien se preguntó si se puede pagar o a qué está desplazando”, inquirió Side. Otro caso presentado fue el de la fertilización asistida.
Para Siede en cuanto al PMO uno de los problemas más importantes es poder llegar al equilibrio de recursos.


Dres. Julio Siede y Jorge Luis Leguiza

La composición poblacional constituye un tema crucial para definir canastas de cobertura de acuerdo a la carga de enfermedad. Dependerá de qué tipo de pirámide poblacional se estudie la frecuencia de problemas de salud serán diferentes. Así lo señaló el doctor Jorge Leguiza.
Leguiza a modo de ejemplo se refirió a la particularidad de la población de la Capital Federal en la que “tenemos separados por una vía dos áreas de salud completamente diferentes”. “El desafío argentino es que tenemos todos los problemas, todo tipo de patología. Hay gente reclamando por atención a la tercera edad mientras otros están involucrados en la patología del dengue o en la mortalidad infantil”, enfatizó Leguiza.
Otra cuestión puesta en consideración fue la creciente disminución de la relación entre la población activa y la inactiva. “Esto significa que a medida que la gente va envejeciendo hay menor cantidad que aporta al sistema y además hay una migración de la preeminencia de tecnología de bajo costo como la vacunación masiva para prevenir enfermedades infecciosas hacia tecnologías de alto costo nominal como por ejemplo el tratamiento contra el cáncer”, dijo Leguiza.
“Cuando existen canastas básicas de servicios lo importante es hacia dónde se vierten los recursos”, señaló Leguiza y –agregó– es crucial invertirlos para prevenir complicaciones, ya que actuar sobre población sana implica un costo nominal bajo.
Situación argentina
La pirámide poblacional argentina es una pirámide compuesta. Y mientras el 48% de la población no tiene cobertura por obras sociales y utiliza el sistema público de salud, el 30% está cubierto por la seguridad social, 9% por el PAMI, y el 13% restante por obras sociales provinciales, luego están las empresas de medicina prepaga que cuenta con cerca de un millón de beneficiarios. Sin embargo –aclaró Leguiza– esta situación no es igual en todas las provincias sino que hay una gran heterogeneidad en el tema de cobertura de salud en el país.
Las obras sociales nacionales que incorporan a los trabajadores en relación de dependencia y que están regidas por las leyes 23.660 y 23.661 tienen más de 15 millones de beneficiarios a los que tienen que dar la cobertura del PMO. Para ellas –explicó Leguiza– la financiación descansa en un porcentaje de los aportes y contribuciones, es decir mediante un sistema en el que una parte del sueldo se retiene y otra la aporta el empleador todo destinado a la AFIP-ANSSES para que sea dirigido a un agente del servicio de salud para que brinde servicios. Y el controlador de este sistema es la Superintendencia de Servicios de Salud del Ministerio de Salud. Por otro lado están las empresas de medicina prepaga con normas propias de regulación con cerca de un millón de beneficiarios.
Leguiza destacó que “el sistema público nacional y provincial están regidos por leyes de orden nacional pero fundamentalmente por las constituciones provinciales porque las provincias nunca delegaron en la nación el tema de la salud”.
El PMO establece las prestaciones básicas esenciales que deben garantizar las obras sociales y los agentes del seguro a toda la población beneficiaria. Leguiza explicó que “el PMO se armó en el año 2000, durante los años 2001 y 2002 tuvo modificaciones que se llamó de emergencia o PMOE que, en definitiva, es que el está vigente hoy con algunos arreglos y agregados”.
Sin embargo, Leguiza consideró que esta canasta debe ser revisada en forma periódica de modo que “su armado resulte de la evaluación de la tecnología sanitaria probando la efectividad clínica y la relación costo-beneficio de las acciones”.

PAMI: disímiles aspectos de la relación contractual

Posibles medidas contra algunas obras sociales


X Congreso Nacional Bioquímico


Convenio de FABA con el portal Profesionales de Argentina


Ciclo de debates en la sede FABA


Homenaje al Dr. Juan Miguel Castagnino


George Moseley habló en Argentina de la reforma de salud propuesta en los EEUU


La Asociación Argentina de Microbiología entregó los premios 2009


FABASOLIDARIO

Optimizado para 1024x768px l Recomendado: Explorer 5.0 ó superior.
Soporte Técnico: webmaster@fbpba.org.ar l Diseño:
info@naranhaus.com
Copyrigth © 2003 l Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires: secpres@fbpba.org.ar