El gobierno nacional reparte fondos entre algunas de las obras sociales
Las más favorecidas son las de los amigos del camionero Hugo Moyano, titular de la CGT.
De acuerdo a una nota publicada por el matutino La Nación, el gobierno nacional tuvo "un gesto amistoso para que los gremialistas se muestren comprensivos. El 27 de diciembre, la Superintendencia de Servicios de Salud emitió la resolución 806, por la cual se repartieron 47,7 millones de pesos entre las obras sociales, el nervio más sensible del sindicalismo argentino".
"El argumento para ese jubileo fue la necesidad de financiar programas de prevención de enfermedades que se detallan en un anexo de la norma: dislipemias, cáncer de cuello de útero, de mama y colorrectal, diabetes, obesidad, hipertensión arterial y tabaquismo. Nada contra esas intenciones humanitarias, pero llama la atención que los recursos no se hayan distribuido en proporción al caudal de afiliados de cada obra social ni con arreglo a los riesgos médicos que presentan los distintos oficios, aunque es cierto que la desregulación de las afiliaciones vuelve más incierto este parámetro".
"Una hipótesis más verosímil es que los casi 48 millones entregados a la jerarquía gremial se distribuyeron según la proximidad política de los beneficiarios con Moyano. Es decir, una ruleta en la que cada uno cobra según el grado de disciplina que exhiba en esa interna sindical en la que la señora de Kirchner había prometido no involucrarse".
"Así, los camioneros de Moyano se llevaron 4 millones de pesos, mientras que a los empleados de comercio, mucho más numerosos, les asignaron 5 millones. Claro, el representante de los mercantiles es Armando Cavalieri, leal a los Kirchner -como a todos los gobiernos anteriores-, pero disidente de la actual conducción obrera: encabeza el sector de "los Gordos" y, aunque entre los programas hay uno contra la obesidad, su alineamiento político lo privó de mayores recursos".
"Algo similar le ocurre a Gerardo Martínez, cuyos numerosos albañiles recibieron la misma suma que los conductores de camiones".
"Los gastronómicos de Luis Barrionuevo se llevan 1.300.000 pesos, muy poco más que los trabajadores del turf, acreedores a 1 millón."
"No corresponde indagar por qué ningún sindicalista denunció estas inequidades: todos saben que el dinero que reciben es una merced más o menos graciosa del Gobierno. Son fondos que se acumulan en el Tesoro por errores en la imputación de contribuciones laborales. De vez en cuando se reparten siguiendo el método de la piñata".
"El favoritismo hacia Moyano y su círculo de amigos es paradójico desde otro punto de vista. Quien resolvió la distribución es Héctor Capaccioli, el superintendente de Salud. Siguió los consejos del subgerente de Control Prestacional, Fernando Scopinaro, un allegado a Néstor Vázquez, ex gerente general de la Superintendencia y responsable principal por el manejo de este tipo de fondos durante más de 10 años".
"En plena campaña electoral, Capaccioli distribuyó una suma similar a la de diciembre y pasó por varias entidades sindicales a recibir, en persona, las gracias. Estas afinidades han comenzado a inquietar a la nueva jefa del superintendente, Graciela Ocaña, la ministra de Salud".
"Capaccioli es un subordinado político de Alberto Fernández. Por eso el jefe de Gabinete acaso deba explicar a sus aliados del antimoyanismo -de Gerardo Martínez a Andrés Rodríguez- por qué, cuando se trata de dinero, sus preferencias son similares a las de Julio De Vido".
MAYORES INGRESOS
En otra nota del mismo diario se anticipó que las obras sociales sindicales "recibirán 300 millones de pesos por año a partir de un decreto que eleva los aportes de los ingresos más altos cuando entre en vigor un decreto, que está a la firma de la presidenta Cristina Kirchner, por el cual se elevará el tope salarial para calcular el aporte personal obligatorio a la cobertura de salud. La modificación consiste en llevar ese tope de 4800 a 6750 pesos, y alcanzará a más de 350.000 trabajadores en relación de dependencia".
"Según fuentes sindicales, la medida fue anunciada por la Presidenta a la cúpula de la CGT, liderada por Hugo Moyano, durante la primera reunión formal en la Casa Rosada. Allí, los gremios se comprometieron a que sus pedidos de aumento salarial para este año se ajustarán al reclamo de "racionalidad y mesura" formulado por Cristina Kirchner, que en la práctica significaría no excederse del 20 por ciento".
"De las 297 obras sociales sindicales, la medida beneficiará a aquellas cuyos trabajadores perciban salarios superiores a 4800 pesos (por ejemplo, los petroleros, supervisores metalúrgicos y minería). También, a las 23 entidades que reciben aportes de personal de dirección".
Héctor Capaccioli reivindicó la vigencia de la ley 23.660, de obras sociales. Y señaló que "ante cualquier manejo sindical que no correspondiera, debe quedar en claro que legalmente el 80 por ciento de los recursos de las obras sociales sindicales debe estar destinados a la salud" de todos los trabajadores.
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