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29 de Septiembre: Día mundial del corazón
Hábitos saludables para cuidar
el corazón

Comer sano, hidratarse diariamente, mantener el peso adecuado, hacer ejercicio y no fumar, son ejes básicos y fundamentales para evitar enfermedades cardiovasculares



Desde el año 2000, todos los 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón, fecha proclamada por la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO. Esto se debe a una estrategia para dar a conocer, de forma masiva, las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
En este sentido, el Ministerio de Salud de la Nación trabaja de manera integral la promoción de hábitos saludables ligados al cuidado del corazón. Comer sano, hidratarse diariamente, mantener el peso adecuado, hacer ejercicio y no fumar, son ejes básicos y fundamentales para evitar enfermedades cardiovasculares.
El secretario de Promoción, Programas Sanitarios y Salud Comunitaria, Doctor Néstor Pérez Baliño, médico cardiólogo, afirma que “se está trabajando en el Plan 25/25 de las sociedades cardiológicas internacionales, que busca reducir la mortalidad cardiovascular en un 25% para el año 2025”. Además agrega que “es clave, para evitar enfermedades cardíacas, que cada persona conozca sus factores de riesgo, preste atención a la alimentación, desarrolle actividades físicas y abandone por completo el tabaco”.
La enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo pero es posible prevenirla. Si cuidamos nuestra salud incorporando hábitos saludables, si hacemos pequeños cambios en nuestra vida cotidiana como comer y beber de forma más sana, hacer ejercicio, abandonar el tabaco y realizar controles médicos, evitaremos que las enfermedades cardíacas afecten nuestras vidas.


Alimentá tu corazón

Por su parte del 29 de septiembre al 7 de octubre la Federación Argentina de Cardiología invitó a sumarse a la Campaña #AlimentáTuCorazón prestándole atención a la alimentación, controlando el consumo de alimentos con un alto contenido en grasas, azúcares y sal, eligiendo lácteos descremados, sustituyendo dulces y golosinas por fruta fresca o frutos secos; incluyendo en la dieta frutas y verduras, bebiendo por lo menos dos litros de agua por día. Estos y algunos más son los consejos que te invitamos a que incorpores y compartas con tu familia, amigos y con tu entorno para así darle más y mejor vida a tu corazón.
La SAC señala que las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo de hoy: más de 17,3 millones de personas mueren por enfermedades cardiovasculares cada año y constituyen casi la mitad de los 36 millones de muertes de las enfermedades no transmisibles y se espera que el número de muertes por ECV aumente a 23,6 millones para el 2030. Alrededor del 80% de estas muertes son prematuras, ocurren antes de los 70 años de edad, restando los años de trabajo más productivos de las personas, lo que puede tener un impacto económico y emocional devastador en las familias de países de ingresos bajos y medianos, donde los recursos humanos y financieros son más limitados para hacer frente a ellos y el costo de la inacción es inmenso. El incremento de las enfermedades cardiovasculares en dichos países se ha relacionado con la globalización y la urbanización progresiva que facilitan estilos de vida poco saludables (consumo de tabaco, dietas malsanas, inactividad física y uso nocivo del alcohol).
El Día Mundial del Corazón (DMC), que se celebra anualmente el 29 de septiembre, es una oportunidad para que la gente de todo el mundo participe en la mayor intervención mundial contra las enfermedades cardiovasculares. Este año se dedica a exponer lo mucho que nuestros ambientes pueden impactar e incrementar los factores de riesgo de ECV. Con demasiada frecuencia, la sociedad ‘culpa’ el estilo de vida del individuo para su ECV. Pero los ambientes en los que vivimos, trabajamos y jugamos pueden tener un efecto enorme en nuestra capacidad para tomar decisiones correctas para la salud de nuestro corazón.
La vida urbana no siempre contribuye a que tengamos hábitos saludables; de hecho, favorece la obesidad. Puede eliminar la autonomía de las personas para tomar decisiones saludables, a través de presiones e influencias dominantes a adoptar las no saludables. Por ejemplo, falta de acceso a los espacios verdes de recreación y caminos seguros para caminar o andar en bicicleta, raciones extra grandes de comida, acceso limitado a alimentos saludables y disponibilidad mayor de alimentos ricos en sal, azúcar y grasas a menudo más baratos y fáciles de conseguir que las frutas y hortalizas frescas. Los niños son particularmente vulnerables a los aspectos negativos para la salud asociados con la vida citadina, ya que tienen menor independencia y están más manipulados por su entorno de vida como la publicidad de la industria de alimentos. La pobreza, la ignorancia y un diseño urbano mal planeado tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular. Una distribución inequitativa del poder, el dinero y los recursos incrementan la exposición a los factores de riesgo cardiovascular.

CONSEJOS PARA DARLE MÁS Y MEJOR VIDA A TU CORAZÓN

- Controlar el consumo de alimentos con un alto contenido en grasas, azúcares y sal.
- Elegir lácteos descremados
- Sustituir dulces y golosinas por fruta fresca o frutos secos
- Incluir en la dieta frutas y verduras
- Beber 2 litros de agua por día
- Hacer actividad física
- Abandonar el tabaco
- Realizar controles médicos y de laboratorio periódicos

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