home  
 
  ARG
^

Institucionales

La Unión Europea detrás de una vacuna contra la leishmaniasis
Abordaron la situación actual y futura del Seguro Público de Salud y del Programa de Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Congénitas (PRODYTEC)


Javier Moreno, doctor (1994) en ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid de España. Estuvo 10 años como postdoc en el laboratorio de leishmaniasis del Centro Nacional de Microbiología (1994-2004) y más tarde se incorporó como Investigador del Programa Ramón y Cajal al Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC (2005- 2008). De 2007 a 2010 fue Profesor Asociado de Microbiología en el Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde finales de 2008 es Científico Titular del Organismo Público de Investigación (OPI) en el Instituto de Salud Carlos III y responsable de la Unidad de Leishmaniasis y Enfermedad de Chagas del Centro Nacional de Microbiología. Ha participado en multitud de proyectos de investigación en leishmaniasis, particularmente sobre inmunidad y vacunas frente a la infección. En la actualidad es investigador principal de varios proyectos europeos, nacionales y convenios con empresas privadas.

Por Ana M. Pertierra

Bajo el rótulo de enfermedad tropical desatendida, la leishmaniasis es una enfermedad reemergente causada por diferentes parásitos que pertenecen a la familia Tripanosomatidae, género Leishmania, transmitida al ser humano por la picadura de distintas especies de insectos flebótomos. Se la considera un problema creciente de salud pública en el mundo y se estima que al año mueren unas 40.000 personas por la variante visceral de esta enfermedad, y que unos dos millones de personas la contraen al año. Hasta 350 millones de personas viven en zonas de riesgo, sobre todo India, Bangladesh, Sudán, Etiopía, Kenia y Latinoamérica.
En un importante esfuerzo económico, la Comisión Europea destinará seis millones de euros para encontrar una vacuna para la leishmaniasis visceral, un proyecto multinacional, que recién comienza, y que tendrá una duración de cinco años.

FABAINFORMA, dialogó a través del correo electrónico con el doctor Javier Moreno, un especialista en el tema y coordinador científico del proyecto.

- La Unión Europea está destinando fondos para el desarrollo de una vacuna contra la leishmaniasis visceral. ¿Por qué consideran un proyecto de interés y qué instituciones están a cargo de ese desarrollo?

La Unión Europea desarrolla un amplio programa de investigación que renueva cada varios años. Los intereses son por tanto muy variados y la UE financia multitud de proyectos con diversos objetivos y enfoques. Si es cierto que en los últimos años la UE se ha preocupado de financiar proyectos de investigación relacionados con el diagnóstico, tratamiento y profilaxis de las enfermedades tropicales desatendidas (NTDs), proyectos en los que también pueden colaborar los países afectados o endémicos para estas enfermedades, ello es resultado del reciente reconocimiento de la necesidad de que las instituciones públicas subvencionaran la investigación en estas enfermedades.

Además, con el fin de que los proyectos tengan una proyección industrial y no solo académica, es necesario que alguna empresa participe de forma activa en el proyecto. La UE tiene un interés especial en financiar proyectos en los que se propongan dar pasos significativos que avancen en la traslación de los resultados obtenidos a la población. El proyecto que acabamos de comenzar (MULEVACLIN) se trata en efecto de proyecto colaborativos entre varios socios de diferentes países y ha sido el único proyecto financiado dedicado al desarrollo de una vacuna contra la leishmaniasis. El aspecto más interesante que propone el proyecto es realizar un ensayo de fase I/II en humanos para confirmar la seguridad y la inmunogenicidad de la vacuna, lo que representa un avance significativo con respecto a proyectos anteriores que se quedaban en estudios preclínicos en animales, pero que nunca avanzaban a las fases clínicas, esta es sin duda la parte más interesante del proyecto.

En el proyecto participan los siguientes grupos de investigación y empresas:

• ETNA BIOTECH – Sicilia, Italia
• nstituto Superior de Sanidad – Roma, Italia
• Instituto de Biología Molecular y Celular -IBMC-Oporto, Portugal.
• Instituto de Salud Carlos III-ISCIII-Madrid, España
• Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”-CBMSO-UAM, Madrid-España
• AMVAC, Suiza
• Instituto Tropical y de Salud Pública STPI- Basilea- Suiza
• MEDITOX-BT, Praga, República Checa

Además contamos con la colaboración del Instituto de Investigación en Enfermedades Infecciosas (IDRI) de Seattle (USA) y con un grupo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID-NIH) en Bethesda (USA).

- ¿Cuánto tiempo estiman les demandará la obtención de la vacuna y para qué poblaciones estará dirigida?

Estimamos que dentro de la duración de este proyecto (cinco años) finalizaremos la fase I y II de la vacuna y calculo que serán necesarios otros 10 años como mínimo más para realizar otros ensayos de fase II y los ensayos de fase III imprescindibles para confirmar la eficacia de la vacuna en el campo. Este es el plazo estimado en el caso de que todos los ensayos fueran saliendo bien.
La vacuna va dirigida a la población de zonas endémicas, preferentemente a aquellas personas que están en riesgo de contraer la enfermedad y que por sus escasos recursos tienen acceso limitado al tratamiento. Esta vacuna está pensada para poblaciones pobres que sufren la enfermedad de forma habitual o también para controlar brotes de leishmaniasis, pero no la concebimos como
una vacuna para viajeros o para zonas con pocos casos de leishmaniasis visceral al año, en donde lo más práctico es establecer un sistema de detección eficiente y tratar a los pacientes.

- ¿Con qué especies de parásitos están trabajando y con qué antígenos ensayarán esta vacuna?

La vacuna se enfoca a la profilaxis de la leishmaniasis visceral, por tanto a infecciones causadas por L. infantum y L. donovani. Los antígenos que incluye la fórmula de la vacuna son:

-Proteína de fusión NH/SMT elaborada con la proteínas NH y SMT de Leishmania.

-Proteína recombinante KMP11 de Leishmania

-Proteína recombinante LJM17 de la saliva del vector Lutzomia longipalpis.
Además la fórmula incluye el adyuvante GLA-SE y todo ello formulado en partículas virosomales de gripe humana.

- Tengo entendido que la enfermedad desarrolla cuando la respuesta inmunitaria del huésped ante el parásito es inadecuada. ¿Cómo potenciarán la respuesta inmunitaria de quien reciba la vacuna?

Es verdad que las proteínas recombinantes son por sí solas muy poco inmunogénicas, el sistema inmune no es capaz de detectarlas bien y pasan desapercibidas. Para aumentar la respuesta inmune se ha incluido en la fórmula de la vacuna un adyuvante de última generación GLA-SE, que se une a receptores TLR-4 y es capaz de estimular respuesta TH1 de forma muy eficiente. Además, para aumentar la inmunogenicidad aún más, estos componentes se formulan de forma particulada. El sistema inmune reconoce más eficazmente las moléculas en partículas que en disolución. En este caso se utilizaran virosomas (partículas parecidas a virus - VLP), construidas con proteínas del virus de la gripe humana, capaces de contener los demás componentes de la vacuna, pero que carecen de material genético viral, por lo que son muy seguras y fáciles de detectar por el sistema inmune humano, lo que aumenta la capacidad de la vacuna para inducir una respuesta inmune.

- ¿ Qué medidas preventivas para controlar esta enfermedad considera más efectivas en el actualidad ?

En la actualidad no hay ninguna otra forma de control efectiva. Contra la transmisión se pueden usar telas mosquiteras, repelentes y rociar con insecticidas, pero estas medidas parecen poco eficientes. En los ciclos zoonóticos sería necesario controlar la infección en el reservorio, pero el principal reservorio para L. infantum es el perro y las medidas de control y eliminación de perros seropositivos en zonas endémicas se han demostrado ineficaces. La reciente introducción de vacunas para perros y del uso de collares repelentes permitirían realizar un mejor control de perros para evitar la transmisión al ser humano pero de momento no se ha evaluado el impacto de estas medidas en los seres humanos. En aquellos casos en los que infección es antroponótica las opciones son menos y solo queda el tratamiento de las personas enfermas como forma de reducir la transmisión.

- ¿Se conoce el número total de afectados y las zonas geográficas más comprometidas?

Es muy complicado saber el número total de afectados, por la naturaleza de las poblaciones que afecta. Sin duda es una enfermedad subdeclarada, de forma habitual se habla de 2 millones de casos al año, 0,5 millones de casos viscerales y 1,5 de cutáneos, se calculan 50.000 muertes al año (probablemente más) y una prevalencia de 12 millones de casos. Las zonas geográficas comprometidas sí que están claras, en Asia son el Norte de la India, Nepal y Bangladesh, en el este de África, Sudán y Etiopía, en Latinoamérica, Brasil para la visceral y el resto de países para las cutáneas. La cuenca mediterránea es también una zona endémica importante, incluidos los países del sur de Europa y del norte de África.

- ¿Considera que ciertas poblaciones están en riesgo de contraer esta enfermedad debido a los cambios climáticos y a la consecuente reemergencia de ciertas infecciones? ¿Qué otras causas justifican la transmisión de esta enfermedad?

En los últimos años, la leishmaniasis se ha convertido en una preocupación emergente de salud pública para numerosos países como consecuencia de diversos factores: cambios climáticos, cambios ambientales, movimientos de poblaciones, conflictos bélicos, problemas socio-económicos, situaciones individuales de inmunosupresión, etc. Todo ello ha hecho que la leishmaniasis haya aumentado en su extensión geográfica y en el número de personas afectadas.
El calentamiento global está produciendo no solo la extensión hacia el norte de Europa de los vectores transmisores, sino que además hacen que la sesión de transmisión dure más tiempo en las zonas endémicas en las que la transmisión es estacional. Los cambios ambientales como la deforestación, planes de irrigación, construcción de carreteras, etc… pueden dar lugar a la emergencia o incremento de leishmaniasis en zonas previamente sin problemas. Los conflictos bélicos como los ocurridos en Afganistán o que ocurren en Siria han producido brotes de leishmaniasis con miles de personas afectadas. Las migraciones y las situaciones socio económicas, como la pobreza, y la malnutrición, han hecho que la leishmaniasis afecte de forma recurrente a Sudán. Por último, la expansión de la pandemia del SIDA ha hecho que la leishmaniasis aumente en zonas endémicas donde su importancia era pequeña como en los países del sur de Europa.

- ¿Por qué la leishmaniasis integra, junto a otras, la categoría de “enfermedades huérfanas u olvidadas” ?

De una forma no muy clara se ha establecido durante años que los estados y poderes públicos se preocupan de la atención médica a sus ciudadanos estableciendo los hospitales y centros de salud correspondientes, donde se dispensan los medicamentos necesarios. Los poderes públicos se encargan también de subvencionaren la medida de sus posibilidades la adquisición de dichos medicamentos producidos por las compañías farmacéuticas. Dentro de ese acuerdo no escrito, quedaba en manos de las compañías farmacéuticas privadas la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, algo por otro lado bastante costoso. Como consecuencia de ese acuerdo no escrito pero admitido, las compañías se han preocupado de desarrollar aquello medicamentos para los que había un mercado con el fin de recuperar sus inversiones a la hora de desarrollarlo, y en ningún caso se han preocupado de otros criterios como las necesidades de personas sin poder adquisitivo o de desarrollar medicamentos para enfermedades poco frecuentes (enfermedades raras).

El resultado es que hay una serie de enfermedades para las que no existen o no se han desarrollado de forma específica para ellas los medicamentos adecuados, son enfermedades en las que no se ha investigado porque de alguna forma no es “rentable”, por ello se habla de enfermedades olvidadas, huérfanas o desatendidas. Por la razón expuesta, estas enfermedades suelen afectar a poblaciones de países poco desarrollados o pobres y aunque no son exclusivas de ellos, aparecen en los países tropicales, por lo que se habla de enfermedades tropicales desatendidas (neglected tropical diseases – NTD) La leishmaniasis es un buen ejemplo de ello, pero hay otros ejemplos mucho más claros como la Ulcera de Buruli, en los que no se ha hecho nada.
Es importante no confundir estas enfermedades olvidadas con las enfermedades relacionadas con la pobreza (poverty related diseases) como son la TBC, la malaria y el SIDA, en estos casos aunque existen tratamientos efectivos y la investigación es importante, las condiciones de pobreza hacen que su control no sea posible.
En la actualidad, las instituciones públicas y algunas ONGs reconocen la necesidad de investigar y promover el desarrollo de medicamentos para estas enfermedades olvidadas, y han tomado el papel que hasta ahora no había tomado la industria farmacéutica financiando la realizando de ensayos clínicos y fabricación de medicamentos genéricos.



Leishmaniasis en Argentina


Según datos del Ministerio de Salud de la nación, en Argentina, el área endémica de leishmaniasis cutánea corresponde a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes, encontrándose recientemente el vector sin enfermedad en Santa Fe y Entre Ríos. Por su parte, la leishmaniasis visceral se está dispersando a partir de focos de transmisión autóctona en Argentina.
La transmisión de leishmaniasis visceral humana y canina hasta el momento se ha registrado en Misiones y Corrientes, mientras que en Santiago del Estero hubo casos de leishmaniasis visceral humana y en Formosa sólo leishmaniasis visceral canina.
Sin embargo, el vector se encuentra en dispersión activa, actualmente comprobada hasta el sur de la provincia de Corrientes.
Las leishmaniasis se transmiten través de la picadura de la hembra de diferentes especies de flebótomos del género Lutzomyia, que deben estar previamente infectados con el parásito. Estas enfermedades se caracterizan por comprometer la piel, mucosas y vísceras. Dicho compromiso dependerá fundamentalmente de la especie de Leishmania, pero tambien de la respuesta inmune del huésped entre otros factores.

 

Se negocia intensamente
con el IOMA por la cápita


Mejora en la formulación de los pagos del PAMI

Reunión de los presidentes de FABA y FBA con el ministro de salud provincial

La Unión Europea detrás de una vacuna contra la leishmaniasis

FABA SALUD: Requisitos para profesionales con hijos estudiantes

Optimizado para 1024x768px l Recomendado: Explorer 5.0 ó superior.
Soporte Técnico: webmaster@fbpba.org.ar l Diseño:
info@naranhaus.com
Copyrigth © 2003 l Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires: secpres@fbpba.org.ar