Bioquímicos artistas
Acuarelas: un mar de colores, aguadas y transparencias
Bioquímica del distrito de Quilmes, Susana Stazzone también
se dedica a la pintura. Aquí algunas de las obras que acaba de presentar en su última muestra
• Susana Stazzone, bioquímica artista
Por Ana María Pertierra
Vivía en el barrio porteño de Caballito cuando se decidió a estudiar en la UBA y allí conoció a su compañero de toda la vida. Susana Stazzone es bioquímica y esposa de bioquímico. Tiene dos hijas y una nieta pequeña. Pero además es una artista plástica consumada.
Trabajó dedicada a los análisis clínicos en el Hospital de Bernal y en el de Wilde y desde hace más de 30 años ejerce su profesión en un laboratorio particular en Quilmes.
• Vigilando (arriba), Olivos de Taormina (abajo)
Amante de las artes plásticas, mantuvo una relación muy estrecha con el dibujo y la pintura desde la infancia. Supo hacer trabajos con acrílicos y óleos pero hace unos pocos años se planteó un desafío: intentar expresarse a través de las acuarelas. Y lo logró.
“El interés por la pintura lo tuve desde siempre pero para mí la técnica de las acuarelas me parecía un mundo desconocido e inexplorado que ejercía un atractivo particular”, dijo Stazzone a Faba-Informa. Sin embargo, esta bioquímica quilmeña por adopción, venció sus temores y aceptó el reto. “Se abrió mi cabeza y me pregunté ¿por qué no intentarlo?”, contó.
Confiesa que una ayuda decisiva fue haber tomado un curso acerca de “Paradigmas” en el que vislumbró la posibilidad de desarrollar sus potencialidades hasta el momento escondidas. Así fue que salió a la búsqueda de un taller de arte donde aprender las herramientas para dar vuelo a su creatividad. Y lo encontró muy cerca del laboratorio de análisis clínicos donde trabaja junto a su marido, el doctor Alfredo Rivera, quien a su vez es un prestigioso fotógrafo.
• Acuarelas, El Monasterio ( arriba), Volviendo a casa (abajo).
“Tuve suerte de dar con la arquitecta Alicia Valdivia, una artista plástica reconocida a nivel nacional e internacional que me guió y me permitió toda la libertad para expresarme. Eso es invalorable”, se entusiasmó.
Según la bioquímica, la acuarela es una técnica de pintura que tiene sus particularidades. “Es completamente distinto al óleo por ejemplo, cuando se busca un color porque en las acuarelas hay que manejar la voluntad del agua”, comentó. Por eso señala: “Tomo el papel, el lápiz y el pincel para que fluyan las formas y los colores en una mezcla de `hacer y dejar hacer´ que compartimos el agua, los colores y yo”.
Aunque reconoce que le gustaría dedicarse mucho más tiempo a sus pinceles, asiste al taller de dos a cuatro horas semanales y prosigue la tarea en su casa otras seis horas más.
• Floral (izq.) , Los girasoles (der.)
A sólo dos años de haberse animado con las acuarelas, ya hizo sus primeras exposiciones. En 2010 exhibió su obra en la Asociación Dante Alighieri de Quilmes y su segunda experiencia la concretó en la sede del Centro de Especialistas de Análisis Bioquímicos Distrito II con una muestra titulada “A mi manera” que estuvo expuesta casi tres meses. El título de la muestra no sólo se debe a su gusto personal por la canción de Frank Sinatra sino que también es una expresión que –según su profesora– la define.
Entusiasmada y plena de proyectos, Stazzone espera concretar uno muy especial, una exposición dedicada a retratos que hará en forma conjunta con fotografías hechas por su marido, Alfredo Rivera. Mientras Rivera trabajará sobre modelos vivos, ella encarará las pinturas trabajando sobre fotografías.
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