Ensayan pruebas en busca de una vacuna contra el dengue
Los ensayos más avanzados de una vacuna tetravalente están en fase II B y han demostrado buena respuesta inmunológica administrada en tres dosis
• Dr. Gustavo Dayan, director médico
del laboratorio que está ensayando
la nueva vacuna contra el dengue.
Hoy en el mundo se están probando aproximadamente diez vacunas contra el dengue. La que se encuentra más avanzada está en la fase II B de ensayos clínicos.
En una entrevista que CEDEPAP (Centro de Desarrollo de Proyectos Avanzados) le hizo al Dr. Gustavo Dayan, director médico del Laboratorio Sanofi-Pasteur, de los Estados Unidos, el especialista se refirió a las características de la nueva vacuna contra el dengue que están ensayando desde el laboratorio farmacéutico.
“Este tipo de vacuna es distinta de las típicas vacunas a virus vivos atenuados”, dijo Dayan, ex integrante del Programa Nacional de Inmunizaciones del CDC (Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades), de los Estados Unidos, y –explicó– normalmente se produce la atenuación de los virus salvajes pero en este caso se combinan dos virus, por un lado el virus de la vacuna de la fiebre amarilla y por otro el del dengue. Es decir, se toma el genoma del virus de la vacuna contra fiebre amarilla y se reemplazan los genes que codifican proteínas estructurales por los genes que codifican proteínas estructurales del virus del dengue y esto se hace con los cuatro serotipos, así se obtiene una vacuna tetravalente.
Los ensayos con este tipo de vacuna se encuentran –según Dayan– en fase II B. Esto significa que después de haber hecho pequeños ensayos en humanos (fase I), han pasado a probar la eficiencia de la vacuna en pequeña escala. “Se ensayaron con 4.000 personas en Tailandia”, dijo y –agregó– estamos muy satisfechos con los resultados de seguridad e inmunogenicidad de la vacuna.
Según el especialista, se han registrado tasas aceptables de efectos adversos tanto locales como sistémicos y ha tenido buena respuesta inmunológica ya que la protección lograda crecía después de dos y tres dosis de la vacuna. “Incluso hemos visto que en personas que viven en zonas endémicas con dos dosis de vacuna se produce una respuesta importante”, dijo.
Asimismo señaló que “con una o dos dosis en personas que ya habían recibido la vacuna contra fiebre amarilla tenían similar respuesta inmunológica que la de aquellos que habían recibido tres dosis de vacuna contra el dengue”.
Dayan sostuvo que “en este momento están planificando los estudios de eficacia de Fase III y en ellos se va a medir lo que es una población vacunada comparada con otra que haya recibido placebo”. Ese tipo de estudios – que deben hacerse en zonas de alta endemicidad– el laboratorio piensa hacerlos en Latinoamérica y en el Sudeste asiático.
Para Dayan, la tecnología utilizada para la producción de esta vacuna también podría utilizarse para otras enfermedades producidas por el grupo Flavivirus, como la encefalitis japonesa o enfermedad del Nilo occidental. De hecho, la vacuna contra la encefalitis japonesa ya está en proceso de patentamiento.
También recalcó que se han hecho muchos estudios en distintos países. Los primeros realizados en adultos en Estados Unidos, así como en la ciudad de México, con adultos, adolescentes y niños en una zona en que la mayor parte de los individuos son considerados “naïve”, es decir que no habían tenido infección previa y un segundo estudio que se realizó en una región endémica como Filipinas, donde gran parte de la población estaba infectada por dengue. También se hicieron estudios de fase II en Australia y actualmente se están llevando a cabo otros nuevos en Estados Unidos y en otros países como Honduras, México, Vietnam, y Singapur.
“En la actualidad tenemos 2.400 personas que han recibido una o más dosis de vacuna del dengue y realmente los resultados que hemos visto son muy promisorios en cuanto a lo que es seguridad e inmunogenicidad”, explicó Dayan.
Los estudios que se concretaron en México y Filipinas –precisó el especialista– donde obtuvimos los primeros datos en niños, tuvieron dos brazos: uno en el que se administraron tres dosis de la vacuna del dengue, y el otro brazo en el que, en Filipinas por ser área endémica se administró una dosis de vacuna de fiebre tifoidea seguida por dos dosis de vacunas contra dengue, y en México, en una zona de tan sólo un 8% de seroprevalencia, se administró una dosis de vacuna contra fiebre amarilla, seguida de dos dosis con vacuna contra dengue. Los resultados fueron muy buenos en cuanto a seguridad e inmunogenicidad.
“Uno de los aspectos que quisimos tener en cuenta era si la gente que había tenido la infección previamente con dengue podría estar expuesta a un mayor riesgo de poder desarrollar mayor cantidad de efectos adversos pero observamos que sucedía todo lo contrario: parece haber una disminución de los efectos adversos. Con respecto a la inmunogenicidad en el caso en que haya anticuerpos previos, dos dosis de la vacuna parecería que generan una respuesta muy buena y comparable con lo que producen tres dosis”, sostuvo Dayan.
En el caso de México –aclaró– donde se usó como vacuna control la de fiebre amarilla, lo que nos interesaba saber, considerando que la vacuna del dengue contiene una parte del esqueleto de la vacuna de fiebre amarilla, era si el hecho de tener una vacunación previa de fiebre amarilla iba a aumentar los efectos adversos o iba a modificar la inmunogenicidad de la vacuna del dengue. “Sin embargo, los resultados demostraron que fueron la vacunación previa contra fiebre amarilla incrementaba los niveles de anticuerpos contra el dengue y no producía mayor cantidad de efectos adversos”, concluyó.
Esperanzas para controlar la enfermedad
El dengue es transmitido por el mosquito Aedes aegypti que, como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha avanzado peligrosamente en las últimas décadas. Como resultado de los fenómenos de cambio climático, el vector de la enfermedad hoy está presente en regiones en las que hasta hace poco era desconocido, lo que enfrenta a muchas naciones a una enfermedad que hasta hace poco les era ajena. Por ello, es cada vez más cercana la posibilidad de contar con una vacuna para poder controlar por fin esta enfermedad que contraen 50 millones de personas cada año.
“Tenemos muchas esperanzas de que la vacuna para el dengue que llegará en los próximos años sea la respuesta para el control de la enfermedad”, afirmó en la Dra. Usa Thisyakorn, secretaria de la Sociedad Asiática de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, durante el VI Congreso Mundial de Infectología Pediátrica que tuvo lugar recientemente en la ciudad de Buenos Aires. En dicho evento, la especialista señaló que “se debe tratar de atender a los pacientes con dengue desde el comienzo, de modo que uno pueda lograr que no ingresen en condiciones muy serias. Afortunadamente, en los últimos años hemos aprendido un montón sobre el manejo de esta enfermedad y sobre sus causas”.
“En mi país, Tailandia, hace 50 años entre el 10 y el 20% de los pacientes moría, pero ahora es menos de 0.3%”, concluyó la doctora Thisyakorn.
Según los especialistas, la base del tratamiento del dengue es la rehidratación oral, que combina no sólo líquido sino también distintas sustancias que apuntan a restablecer los mecanismos intracelulares dañados por el virus que son los que producen la pérdida de líquido intravascular, que es la que puede llevar a la muerte del paciente. Es la aplicación de estas medidas la que ha permitido reducir drásticamente la tasa de mortalidad de esta enfermedad.
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