Desigualdad en la distribución de 200 mil médicos argentinos
En los hospitales bonaerenses se carece del 70% de enfermeros.
La desigualdad que padece la Argentina también se refleja en la cantidad y distribución de los médicos, ya que la mayor parte de estos 200 mil profesionales de la salud que hay en el país está concentrada en grandes metrópolis, mientras que en el interior hay escasez de facultativos.
La Argentina es el segundo país con más médicos por habitante, detrás de Italia, al contar con un médico cada 200 personas.
Pero mientras en la Capital ejerce un médico cada 30 habitantes, la provincia de Chaco tiene apenas uno cada 1.000 personas, y además con una situación epidemiológica más complicada.
Al mismo tiempo, y pese a esa disparidad, en muchos centros asistenciales porteños y bonaerenses puede llevar varios meses de espera obtener un turno con un especialista.
Se observa, asimismo, un proceso de feminización profesional:
datos del último censo (2001) ya indicaban que los varones eran el 61 por ciento del total de los médicos del país, pero, analizado por edad, estos porcentajes varían de manera rotunda: entre los profesionales mayores de 65 años, el 80 por ciento eran hombres, y entre los de 20 a 29 años el 59 por ciento mujeres.
Desde entonces, la irrupción de la mujer continuó aumentando.
Hoy, más del 80 por ciento de los estudiantes de medicina son mujeres, que predominan en pediatría, dermatología o tocoginecología, y se desempeñan cada vez más en especialidades tradicionalmente masculinas como la cirugía o la traumatología.
Los datos surgen de estudios elaborados con vistas al XI Congreso Argentino de Salud, que este año se desarrollará en Salta entre el 18 y el 19 de septiembre próximo, organizado por la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI), que nuclea a los prestadores sin fines de lucro e integran -entre otros- CEMIC, FLENI, OSDE y los hospitales Alemán, Británico e Italiano, entre otras instituciones del sistema de salud.
Con casi 200 mil profesionales, la medicina es la disciplina con mayor cantidad de profesionales matriculados, seguida por el derecho, con 148.306; las ciencias económicas con 105.987; la psicología, 63.804 y la odontología, 53.011.
Así, los médicos representan el 23,26 por ciento del total, seguido por los abogados (17,28) y los profesionales de las ciencias económicas (12,35), según proyecciones del INDEC.
La provincia de Buenos Aires, con su populoso conurbano, es uno de los distritos que más padece la problemática de la falta de médicos, sobre todo especialistas.
En el distrito más poblado del país hay apenas un médico cada 514 habitantes y en Misiones uno cada 800. El ranking sigue con Santiago del Estero, 670; Chaco, 600; San Juan, 580; Corrientes, 535; y La Rioja 530.
Gran parte de los médicos que se recibe no encuentra siquiera lugar para hacer la residencia, sobre todo en algunas especialidades, lo cual supone un problema de planificación educativa para las universidades.
En la Ciudad de Buenos Aires se postulan anualmente unos 7.000 médicos que buscan acceder a una residencia, pero las vacantes son escasas y muchos no logran insertarse en el sistema sanitario, al menos de inmediato, y deben esperar incluso años para lograrlo.
La situación de los médicos en el país será uno de los temas centrales del próximo Congreso Argentino de Salud que organiza ACAMI.
En la Argentina hay un médico cada 200 habitantes y un enfermero cada 480: somos el segundo país con más médicos por habitante, detrás de Italia.
Tenemos más de 190 mil médicos matriculados, pero carecemos de la cantidad necesaria de enfermeras.
En medio de esta compleja situación, informes extraoficiales abren un interrogante sobre cómo impacta la falta de la residencia en la formación de los médicos.
Se estima que cuatro de cada diez egresados de las carreras de medicina aún no logró hacer la residencia, y las áreas más críticas son cardiología, cirugía plástica y anestesiología.
La Academia Nacional de Medicina reveló que sólo 2.300 de los 4.000 médicos que se reciben por año en el país logran hacer la residencia, el resto se queda sin esa posibilidad.
Para la Sociedad de Cirugía Plástica, de los 4.000 graduados sólo 30 por ciento hace la residencia, mientras 40 por ciento hace presenciales y el resto no puede hacer nada.
Se estima ejercen la cirugía plástica al menos 1.500 personas, aunque sólo 1.000 tienen la especialización oficialmente reconocida.
Según cifras de la cartera de Salud, en la Argentina hay 75 mil estudiantes de medicina y cada año se reciben más de 4 mil. A la vez, 14 mil alumnos se inscriben en alguna de las 24 universidades que dictan la carrera, de las que las diez que pertenecen al Estado concentran el 87,5 por ciento del alumnado.
El promedio argentino de un médico cada 200 personas más que cuadruplica al de Chile, donde hay un medico cada 900, y al de Brasil, que cuenta con uno cada 780.
En el concierto internacional, Argentina sólo es superada por Italia (180 habitantes por médico), y aventaja a España (240), Alemania (290), Francia (330), EE.UU. (360), Canadá (440), Japón (520) y Reino Unido (600).
FALTAN ENFERMEROS
Además, los hospitales de Buenos Aires funcionan con menos de un tercio de los enfermeros que necesitan y no hay interés en los jóvenes para formarse en esa carrera, por lo que analizan motivarlos con becas y nuevos planes de estudio, dijo el ministro de Salud, Claudio Zin.
Zin atribuyó esa "desmotivación" al "miedo" a la inseguridad en algunas zonas y a los salarios, por lo que se propone promover una carrera más breve -pasar de 3 a 2 años- para que en seis años haya tres nuevas promociones de enfermeros.
"Debemos estar en un 30% de lo que necesitamos" y hay un "ausentismo del 35%", señaló Zin al abordar la carencia de profesionales en los hospitales públicos bonaerenses, donde la proporción es de alrededor de 0,3 enfermeros por cama, sobre un ideal de "dos por cama", indicó.
Zin precisó que "hay cerca de 13.000 auxiliares y cerca de 3.000 enfermeros profesionales. El tema es cómo relacionar la cantidad de enfermeros con la cantidad de camas que hay en la Provincia, que son cerca de 25.000".
"Además -explicó- hay que desagregarlo por complejidad de camas, no es lo mismo una cama asilar que una polivalente. Un paciente crónico que hace cuatro o cinco meses que está en un hospital necesita una atención diferente a la de un polivalente, donde hay una rotación de la cama muy importante porque pasan pacientes agudos. El déficit depende de cómo se lo quiera aplicar, confrontar o estudiar".
Como ya había advertido, el ministro expuso la carencia de pediatras y neonatólogos.
"Los que hay no quieren ir a trabajar a un lugar que tenga riesgos. No es tan fácil como aumentar en mil la cantidad de enfermeros o de médicos, porque hay lugares donde no quieren ir y no se les puede pagar mucho más a ellos porque se genera un efecto dominó y después no me alcanza el presupuesto para pagarle al resto", sostuvo.
Zin afirmó que "no hay sistema que pueda funcionar con uno de cada tres agentes faltando". Y comentó que los directores de los hospitales atribuyen esa situación a "la estructura del otorgamiento de licencias" y a la "desmotivación".
"Tenemos que volver a motivar a la gente y además pagarle mejores sueldos. Ese es un tema que vamos a tener en cuenta. Nos gustaría volver a motivar a la gente más allá del dinero que puedan ganar o que puedan conseguir a través de paritarias", manifestó el funcionario.
Entre otras iniciativas, enumeró la creación de la Escuela Superior de Salud Pública, el reordenamiento de cursos y convenios con universidades y becas para entrenar auxiliares de enfermería y enfermeros profesionales, con una contraprestación laboral de dos años.
Respecto a las prioridades del área, Zin señaló que "desde el punto de vista ideológico, en medicina sanitaria es reforzar definitivamente la atención primaria de la salud", lo que requerirá "reformular" todo el sistema, que abarca 1.670 centros ("mal llamados salitas"), en su mayoría municipales, dijo el ministro.
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