Aldo Neri ofreció una charla
en la sede de FABA
En un encuentro que tuvo lugar el pasado 29 de mayo, el ex funcionario radical se refirió a la situación actual del sistema de salud argentino. Concurrieron a la cita los representantes de los diez distritos bonaerenses
• Los doctores Alberto Torres, presidente de FABA y Aldo Neri ex-ministro de Salud del gobierno de Alfonsín
Fue en el salón de actos de la institución bioquímica y ante una nutrida concurrencia que el presidente de FABA, doctor Alberto Torres le dio la bienvenida al disertante, doctor Aldo Neri. Médico sanitarista, ex ministro de Salud y Acción Social durante la presidencia de Raúl Alfonsín, y ex diputado nacional, Neri consideró que “en este momento la salud está bastante disociada de lo social”.
El ex funcionario, expuso la evolución histórica del sistema de salud argentino para explicar sus características. “Mi experiencia como político y funcionario me fue enseñando que el modelado de un sistema de salud es único para cada sociedad”, dijo y –agregó– si bien existe una finalidad central que es atender las necesidades de la gente, la influencia de los actores reales del campo de la salud sobre el perfil de ese sistema es muy notable.
El especialista en Salud Pública se refirió al fracaso de los tres intentos que pretendieron lograr reformas estructurales en el área de la salud, y clasificó en tres etapas fundamentales la evolución de la salud en el país. En primera instancia señaló que “desde fines del siglo XIX hasta bien avanzado el siglo XX, época en que se organiza el país, es el punto de vista de la profesión médica el que prima en el modelado del sistema de salud”. En una segunda etapa –añadió– fue el predominio del interés sindical el que perfiló el sistema de salud y por último en las últimas décadas, el sistema de salud entró paulatinamente en una medicina de mercado.
“El sistema de salud argentino nunca fue un sistema universal e igualitario, siempre fue diverso y estratificado”, sostuvo.
Para Aldo Neri, el Estado siempre estuvo limitado por el poder médico y por el poder sindical y las obras sociales nacieron con una clara orientación hacia la prestación privada. Sin embargo, señaló, es el Estado el que forma la mayor parte del recurso humano y a través del sistema de salud público hospitalario subsidia a las obras sociales. “En momentos de crisis el Estado es el que `saca las castañas del fuego´”, por ejemplo, en 2002 cuando las obras sociales se declararon en cesación de pagos y el sector privado quebró, el Estado, aún con falencias, fue el que bancó la crisis social”, dijo.
Entre los factores que determinaron la resistencia a implementar un seguro nacional de salud, Neri destacó que “existe una conciencia pública en la ciudadanía, en el imaginario popular, que hace que se identifique como mejor al servicio privado de salud”.
El ex-diputado enumeró: “El primer intento importante para organizar un sistema de salud en la Argentina fue el del doctor Ramón Carrillo a fines de la década de 1940 que propuso un servicio nacional de salud inspirado en el modelo inglés de la posguerra pero que no pudo concretar porque contrariaba la estrategia del gobierno de Perón que era expandir desde el Estado un sindicalismo fuerte al que había que darles herramientas de poder que eran las obras sociales. Otra frustración fue, durante el último gobierno de Perón, el proyecto del Secretario de Salud doctor Domingo Liotta que se encontró con un gran obstáculo cuando quiso incorporar las obras sociales no sindicales como obras sociales del Estado. Y por tercero y último el intento que tuvo lugar durante el gobierno de Raúl Alfonsín en el que se pretendía la universalización de la cobertura para incorporar a toda la población mediante el aprovechamiento de los sectores público y privado en un marco regulatorio común. Ese proyecto de ley –explicó Neri– tuvo muchas modificaciones y se aprobó en el congreso en las postrimerías del gobierno de Alfonsín y no se utilizó más tarde en el gobierno de Menem.
“Sería infantil pretender que la salud fuese una isla dentro de una sociedad”, dijo. Sin embargo, señaló que “podemos mejorar muchas cosas. Yo creo que la voluntad de los pueblos es un factor importante porque la dirigencia política refleja los intereses de la gente”.
El ex funcionario destacó la importancia de generar la conciencia de que “tenemos un problema distributivo central aunque estamos en mejores condiciones de afrontarlo”.
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