Gestiones
con Ioma y gremios por aranceles
La Federación Bioquímica ha iniciado
tratativas con el Instituto de Obra Médico Asistencial para
recuperar el valor de la cápita. También se inició
una ronda de diálogo con los sindicatos de trabajadores estatales
por los coseguros.
Tal como se había anticipado
en la anterior entrega de FABA Informa, la Federación Bioquímica
inició tratativas con el Ioma a efectos de lograr una mejora
de los valores capitarios que han quedado completamente rezagados,
al tiempo que comenzó a dialogar con asociaciones sindicales
que representan a distintos sectores de los trabajadores del Estado
bonaerense para reclamar una actualización de los montos
de los coseguros ya que éstos se mantienen tal como en 1993,
comportando una situación intolerable y por demás
injustificable.
Al acordarse en julio del año pasado los nuevos valores de
la cápita con el Instituto de Obra Médico Asistencial,
la conducción de esta obra social se había comprometido
a que en la primera mitad de este año se volvería
a analizar esos números, cuestión que ya se ha comenzado
a realizar y esperemos que se llegue un acuerdo durante mayo.
Con el tema de los coseguros, como se dijo, se inició una
ronda de contactos con algunos sindicatos estatales ya que los valores
de los bonos de 6 y 10 pesos se mantienen iguales desde 1993, mientras
que durante estos 14 años los ingresos de esos gremios se
multiplicaron varias veces. Resulta intolerable que de acá
en más se mantenga la negativa gremial de modificar esos
valores.
Prepagas
Sólo el 7 por ciento de los casi 3 millones de afiliados
a las empresas de medicina prepaga adhirió al sistema de
copagos propuesto por el Gobierno, mientras que el resto prefirió
pasar a planes integradores más caros, pero con todos los
servicios incluidos.
Para evitar el fuerte impacto que tiene sobre la inflación
un aumento de cuotas de medicina prepaga, el Gobierno implementó
un engañoso sistema de copagos en todos los planes vigentes.
Sin embrago y no menos engañosamente, las empresas en forma
paralela a esos planes comenzaron a ofrecer -a partir de enero pasado-
otros planes con mayores beneficios, pero hasta un 22 por ciento
más caros.
Esos planes incluyen descuentos en gimnasios, servicios fúnebres
y turismo, entre otros, y son conocidos como "integrales".
Las primeras proyecciones de asociaciones defensoras de consumidores
y de las empresas de medicina prepaga indicaban que casi un 90 por
ciento de los afiliados optaría por esos planes integrales
antes de enfrentarse al sistema de copagos.
Finalmente, los sondeos conocidos precisan que sólo entre
el 5 y el 7 por ciento de los afiliados al sistema de medicina prepaga
optaron por los planes con copagos.
La escasa permanencia en estos planes se dio pese a que el gobierno
estimó que afrontar los copagos representaría un aumento
de un 10 por ciento para una familia tipo en condiciones "normales"
de uso del sistema de salud, es decir, siempre y cuando no sufran
accidentes u operaciones.
Es que quien opta por la alternativa de los planes con copagos debe
abonar bonos de costos variados según el servicio que recibe,
por ejemplo visitas y consultas médicas, internaciones y
operaciones, entre otros.
La preocupación por el pago de estos servicios se acrecienta
a medida que aumenta la edad de los afiliados.
Si bien para los empresarios un nivel de aceptación en torno
al 10 por ciento es alto, dado que falta que la gente se acostumbre
a ese sistema de copagos, para el Gobierno se trata de un nivel
bajo y le preocupa el impacto de los nuevos planes sobre el bolsillo
de los trabajadores.
Desregulación de obras sociales
El Gobierno evalúa limitar la desregulación de obras
sociales y otorgar más fondos a aquellas que perdieron más
afiliados en los últimos años, decreto que se firmaría
próximamente.
Se trataría de un proyecto a la firma del presidente Néstor
Kirchner que, al mismo tiempo de rever el sistema de desregulación
de la salud, daría respuesta a un pedido del titular de la
CGT, Hugo Moyano.
Según publicó un matutino porteño, el decreto
sólo permitiría realizar el traspaso de obra social
durante los tres primeros meses de cada año, quedando vedada
esa posibilidad los nueve meses restantes, tal como se lo adelantó
el superintendente de Servicios de la Salud, Héctor Capaccioli.
Actualmente no existe plazo para cambiar de obra social, pudiendo
realizarse esa modificación en cualquier mes del año.
Sin embargo, el proyecto contemplaría la posibilidad de volver
a la obra social de origen en cualquier momento del año,
tal como lo solicita la CGT.
"Esto tiende a fidelizar la pertenencia a las obras sociales
de origen y es un proyecto de decreto que se firma este mes",
afirmó Capaccioli.
Además, el Gobierno evalúa la idea de que cuando un
trabajador se traspase de obra social le deje un 10 por ciento de
su aporte a la que pertenecía originalmente.
Dada la complejidad para implementar este proyecto sin generar problemas
en el sistema de financiamiento de las obras sociales ni en la Administración
Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Gobierno analiza
cada uno de los puntos de este decreto.
Lo que se busca es favorecer a las obras sociales más chicas
que se ven perjudicadas por los traspasos de los trabajadores con
sueldos más altos, que optar por aquellas prestaciones que
tienen acuerdo con empresas de medicina prepaga.
Es que muchas obras sociales tienen convenios con prepagas que descuentan
de las cuotas mensuales el aporte de los trabajadores.
En estas condiciones habría cerca de 1,5 millón de
personas sobre los 15 millones afiliados al sistema.
Precisamente del sector de las empresas de medicina prepaga es de
donde surgen las más fuertes críticas a este proyecto.
"Nos llama la atención que el Gobierno vaya manifestando
una posición en contra de la libertad de elección
en términos previsionales y, en este caso, se limitará
la posibilidad de cambiarse de obra social", declaró
al mismo matutino el presidente de Swiss Medical, Claudio Belocopitt.
Además, cuestionó la retención de una parte
del aporte en la obra social original "porque está premiando
la ineficiencia, ya que las obras sociales que pierden gente lo
hacen por ineficientes y ahora se quedarán con plata sin
ningún gasto".
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