Se demora decisión sobre reservas del virus de la viruela
La Asamblea Mundial
de la Salud no logró un acuerdo para la destrucción
de las reservas del virus variólico, en manos de Estados
Unidos y Rusia. Pese a la preocupación manifestada por los
países en desarrollo debido a la demora en la resolución,
el asunto fue derivado al Consejo Ejecutivo de la OMS para que lo
considere en enero de 2007.
Los gobiernos reunidos en la última Asamblea
Mundial de la Salud, que terminó el 27 de mayo, no lograron
un acuerdo sobre una propuesta de resolución para la destrucción
de las reservas del virus variólico. Las propuestas más
controvertidas fueron las de establecer una fecha de destrucción
para las reservas, prohibir experimentos de ingeniería genética
con el virus y retirar la autorización para los tipos de
investigación que ya han cumplido sus objetivos de salud
pública. Finalmente, la Asamblea remitió el asunto
al Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) para que lo considere en enero de 2007.
Muchos países en desarrollo y varias ONG que seguían
la cuestión de cerca manifestaron decepción por la
falta de progreso. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de muchos
países encabezados por Sudáfrica, en representación
del grupo de África, se puso de relieve y sigue en pie la
necesidad de establecer una fecha de destrucción del virus
y prohibir los experimentos de ingeniería genética,
entre otros importantes asuntos.
La cuestión del virus variólico se transformó
en la más controvertida de la Asamblea. Muchos países
en desarrollo promovían un plazo firme para destruir las
reservas del virus, además de controles y supervisión
más estrictos sobre las reservas y las investigaciones que
se realizan con ellas. Estados Unidos asignó una importante
capacidad negociadora a este asunto. Los representantes estadounidenses
insistían en bloquear la mayoría de las propuestas
de los países en desarrollo, con la finalidad de obtener
la máxima libertad posible para mantener las reservas del
virus y realizar investigaciones con ellas.
Preocupaciones de seguridad
En la Asamblea, los delegados discutieron por primera vez sobre
las reservas del virus variólico en la noche del 25 de mayo,
en régimen de comisión. Más de veinte países
intervinieron en el debate, iniciado por Namibia, que habló
en representación de la región de África de
la OMS.
Los ministros de Salud de África expresaron preocupación
en una reunión por los riesgos de seguridad relacionados
con las reservas del virus variólico, señaló
Namibia. Los funcionarios reiteraron su oposición a los experimentos
de ingeniería genética con el virus, debido al peligro
de liberación accidental o deliberada del virus modificado.
Asimismo, expresaron preocupación por la composición
del Comité Asesor de la OMS en Investigaciones sobre el Virus
Variólico. A criterio de los ministros, la composición
de este órgano debería revisarse para garantizar que
tenga una representación equilibrada, que incluya a especialistas
en salud pública y que sea independiente de los científicos
de los dos laboratorios que poseen las reservas.
Namibia consideró esencial eliminar las reservas del virus
en lugar de ampliar las investigaciones. La idea original era que
los resultados de las investigaciones fueran limitados en el tiempo
y revisados. Es necesario evaluar, entonces, si los costos de las
investigaciones con el virus vivo son mayores que los beneficios.
Tras citar varias resoluciones anteriores de la Asamblea Mundial
de la Salud sobre la destrucción de las reservas, Namibia
observó que era hora de decidir una fecha para eliminarlas
efectivamente. El grupo de África propuso el 30 de junio
de 2010, para dar tiempo a completar las investigaciones.
Sudáfrica y Camerún, al igual que Irán, respaldaron
a Namibia.
Oposición
Estados Unidos y Rusia fueron los países que más se
opusieron a la propuesta africana, principalmente a un nuevo plazo
para la destrucción de las reservas, aunque Estados Unidos
aceptó algunas reformas en la composición del Comité
Asesor y dijo estar preparado para negociar.
Francia y Gran Bretaña sugirieron que la Asamblea estudiara
el estatuto jurídico de las reservas del virus, es decir,
cuestiones de propiedad y otras.
A la discusión sobre la propiedad de las cepas subyacen cuestiones
relacionadas con el control de las reservas y el acceso a los beneficios
de las investigaciones realizadas con ellas. Por ejemplo, ¿qué
ocurriría si un miembro de la Unión Europea, u otro
país, reclamara sus reservas de virus para poder realizar
sus propias investigaciones? Y -relacionado con el actual debate
sobre las cepas de la gripe aviar y el acceso a las vacunas-, si
los beneficios de las investigaciones se pusieran a disposición
de los estados miembros de la OMS y se utilizaran cepas africanas
para desarrollar un medicamento antiviral, ¿África
no tendría derechos sobre ese producto? Otros países
realizaron breves declaraciones. Ninguno cuestionó la necesidad
de destruir las reservas del virus variólico. La mayoría
se pronunció a favor de una retención temporal de
las reservas, aunque no muchos fundamentaron su posición.
Austria, en representación de la Unión Europea, Bulgaria,
Rumania, Turquía y Bosnia-Herzegovina, expresó simplemente
que la investigación debía limitarse a los parámetros
aprobados por la OMS y que debía acordarse por consenso una
fecha de destrucción. Brasil parecía tener una posición
similar, aunque también señaló la necesidad
de reformar el Comité.
Discusiones en grupos de trabajo
Dada la falta de consenso, se formó un grupo de trabajo para
discutir el proyecto de resolución. Presidido por Tailandia,
el grupo se reunió por primera vez en la tarde del 26 de
mayo. Aunque inicialmente logró remover algunos de los corchetes
(que indican falta de acuerdo) de los párrafos del preámbulo,
después las discusiones se volvieron tensas y el progreso
se enlentenció a medida que el trabajo se adentraba en la
parte operativa de la resolución.
Estados Unidos se negó a considerar una nueva fecha para
la destrucción de las reservas del virus, y en cambio ofreció
realizar una "profunda revisión" de las investigaciones
del virus variólico en 2010.
Otros países intentaron acercarse a Estados Unidos aceptando
esa revisión, pero en una fecha anterior. A cambio de ceder
en su exigencia de una fecha de destrucción, el grupo de
África, apoyado por algunos países en desarrollo de
otras regiones, trató de impulsar controles más estrictos
de la OMS y la Asamblea Mundial de la Salud sobre las investigaciones.
Según fuentes diplomáticas, las propuestas incluían
una evaluación anual de la Asamblea para determinar la necesidad
de conservar las reservas del virus, la prohibición de los
experimentos de ingeniería genética y la distribución
de ADN, y más información a la Asamblea sobre las
investigaciones, la propiedad y el acceso equitativo a los beneficios
de las investigaciones.
Sin embargo, estas exigencias no resultaron aceptables para Estados
Unidos, que también resistió los esfuerzos por levantar
la autorización de la Asamblea para la conservación
de las reservas del virus, para los fines ya cumplidos de obtener
secuencias de ADN y desarrollar pruebas de diagnóstico y
nuevas vacunas. Aunque el Comité Asesor concluyó que
no existe necesidad científica de mantener las reservas para
esos fines, Estados Unidos y Rusia se resisten a que la Asamblea
les retire la autorización.
Estados Unidos contó con la ayuda de una intervención
de último momento del director general de la OMS, Lee Jong-Wook,
quien solicitó al Comité Asesor que siguiera trabajando
en el asunto solo tres días antes de la inauguración
de la Asamblea. Lee, quien falleció el mismo día de
la inauguración, pudo de este modo haber influido en las
discusiones.
No sorprendió entonces que, cuando el grupo de trabajo se
abocó a discutir la propuesta de África de levantar
la autorización de la Asamblea para la conservación
de las reservas del virus, Estados Unidos alegara que la solicitud
del director general al Comité Asesor de continuar discutiendo
el asunto impedía que los estados miembros arribaran a sus
propias conclusiones.
África argumentó que los científicos que realizan
las investigaciones no deberían juzgar la necesidad, el mérito
científico ni los aspectos de seguridad de sus propias propuestas.
Aunque África identificó un grave conflicto de interés
en el Comité Asesor, el equipo negociador de Estados Unidos
(incluido el director del Centro para el Control de Enfermedades,
donde se conservan las reservas del virus) resistió la propuesta
africana.
Vigilancia del progreso
En la sesión de clausura de la Asamblea se
adoptó dicha propuesta, tras lo cual la ministra de Salud
de Sudáfrica, M.E. Tshabalala-Msimang, declaró que,
cuando la región de África propuso que se fijara una
fecha para la destrucción del virus variólico, algunos
estados miembros señalaron que las investigaciones no estarían
finalizadas para la fecha prevista y que se necesitaría el
virus vivo. La ministra coincidió con la necesidad de terminar
las investigaciones autorizadas antes de destruir el virus vivo.
"Esperamos que, una vez que las investigaciones finalicen,
el virus sea destruido. Seguiremos con interés el progreso
en este sentido", agregó.
"Inicialmente, el grupo de África propuso como fecha
de destrucción el 30 de junio de 2010. Después de
considerar las opiniones de diferentes delegaciones, estábamos
dispuestos a aceptar, como solución de compromiso, una serie
de medidas que ayudaran a esta Asamblea a lograr un consenso sobre
la fecha de destrucción del virus variólico. Estas
medidas incluían una revisión profunda de las investigaciones
terminadas, las iniciadas y las planificadas en los dos lugares
oficiales de almacenamiento, así como la presentación
de un informe detallado de esa revisión y de los resultados
de las investigaciones a la Asamblea Mundial de la Salud",
agregó.
"Lamentablemente, tenemos que informar que, pese a los esfuerzos
del grupo de África para introducir requisitos razonables
de control y transparencia, no pudimos lograr el consenso. Confiamos
en que todos los miembros mantengan su compromiso con el objetivo
de la destrucción final de las reservas del virus variólico,
conforme a decisiones anteriores de esta Asamblea", declaró
la ministra sudafricana.
Sudáfrica expresó su deseo de que la resolución
fuera aprobada por consenso y señaló que para ese
fin debería darse tiempo suficiente para que las delegaciones
realizaran las consultas necesarias y obtuvieran mandatos de sus
gobiernos. En este espíritu, apoyó la decisión
de derivar el proyecto de resolución en su totalidad a la
119ª sesión del Consejo Ejecutivo, en enero de 2007
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