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Prog. de Bioseguridad,Seguridad en Instit. de Salud y Gestión Ambiental.
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Cambio Global, Políticas de Estado y Bioseguridad

“Y así a cada paso que damos se nos recuerda que en modo alguno gobernamos la naturaleza como un conquistador a un pueblo extranjero, como alguien que se encuentra fuera de la naturaleza, sino que nosotros, seres de carne, hueso y cerebro, pertenecemos a la naturaleza y existimos en su seno, y todo nuestro dominio de ella consiste en el hecho de que poseemos sobre las demás criaturas, la ventaja de aprender sus leyes y aplicarlas en forma correcta.”

Federico Engels. Dialéctica de la naturaleza. 1876


Por Horacio Alejandro Micucci.
Doctor de la Universidad de Buenos Aires – Área Farmacia y Bioquímica.

La actividad humana, íntimamente relacionada con el modo de producción y la formación económico-social donde se despliega, produce modificaciones en el ambiente.
Si bien hay cambios positivos, otros no lo son, y no se debe soslayar que el hombre no se encuentra separado del ambiente, sino que es parte de él y es afectado por las modificaciones que produzca.
El concepto de Cambio Global refiere a las transformaciones que repercuten en el funcionamiento del ambiente perturbando los componentes biofísicos y el comportamiento de los ecosistemas, afectando a las formaciones económicas y sociales respectivas.
En el caso de fenómenos naturales que responden a ciclos o etapas de la naturaleza, no dependen de nuestra voluntad pero podemos hacer análisis de riesgo y tejer hipótesis de eventos indeseables, estimar la posibilidad de que ocurran (probabilidad) y tomar medidas para disminuir sus efectos.
En el caso de la actividad humana que depende de nosotros también podemos hacer análisis de riesgo y tejer hipótesis de ocurrencia de efectos perjudiciales, estimando la posibilidad de que ocurran (probabilidad), tomar medidas para disminuir sus efectos o evitarlos directamente.
Lo anterior obliga a considerar, en toda acción productiva humana, no sólo beneficios inmediatos en el plano económico sino el Principio Precautorio por el cual deben preverse consecuencias negativas posteriores.

Principio precautorio


El Principio Precautorio implica, entonces, la adopción de medidas protectivas y la imposición de restricciones antes de que se produzca el perjuicio del ambiente, que incluye a sus habitantes, aunque se ignore la probabilidad precisa de que ello ocurra y operando, aún con la falta de certeza científica sobre sus causas y efectos, ante la potencial amenaza a la salud o al ambiente. Debe distinguirse del Principio de Protección que sólo obliga a tomar medidas cuando se conoce el daño ambiental que puede producirse.
En el concepto del Principio Precautorio, no son las personas perjudicadas las que deben demostrar que se ha producido un efecto adverso sino que son los responsables de la actividad, previamente, quienes deben asegurar, en la medida de lo posible, que tal circunstancia no se producirá.
Se ha postulado, inclusive, la inclusión de la valoración estratégica del lugar potencialmente afectado para aplicar el Principio Precautorio. En el caso de la contaminación con petróleo en el Golfo de México, ocurrido hace algunos años, esta valoración de importancia en el presente y de fines futuros de la zona hizo que EE.UU. impusiera la exigencia de un análisis de riesgo que tuviera como objetivo la virtual imposibilidad de repetición de accidentes similares en el futuro.

Otro punto de vista

Dado a modo de ejemplo, frente a la concepción de fijar intervalos aceptables a algunos contaminantes, existe otra concepción distinta: el enfoque precautorio. Este enfoque surge de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1992) que consagró, en su “Declaración de Río”, una serie de principios esenciales al desarrollo sostenible. Uno de ellos es, precisamente, el denominado “principio o enfoque precautorio” que, frente a una eventual obra o actividad con posibles impactos negativos en el medio ambiente, permite que la decisión política que no da lugar a su realización, se base exclusivamente en indicios del posible daño sin necesidad de requerir la certeza científica absoluta.
Es decir, en este caso, existe inversión de la carga de la prueba. No son los afectados los que deben demostrar la contaminación, sino la empresa debe demostrar que no contamina ni contaminará.
Aquí se considera todo elemento nuevo, analizando sus efectos económicos, pero incluyendo los impactos sociales y ambientales, ciertos o potenciales, a largo plazo. Es lo que se denomina sustentabilidad económica, ambiental y social.
En lo económico se considera no sólo la ecuación de ganancias de la empresa sino lo que se aporta en trabajo y mejora de la calidad de vida de la población.



En vez de preguntar ¿qué nivel de daño es aceptable?, un enfoque precautorio pregunta:

1. ¿Es realmente necesaria esta actividad? ¿Qué beneficios y perjuicios implica?
2. ¿Cuáles son las alternativas para este producto o actividad?¿Cuáles son más convenientes?
3. ¿Cuánta contaminación puede evitarse?

Manipulación de material infeccioso

La manipulación de material infeccioso, ya sea en la elaboración de productos biológicos como en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, es una de las actividades que, si no se realiza adecuadamente, tiene efectos perjudiciales sobre el entorno y sus habitantes.
En este caso, la bioseguridad (entendida como la disciplina dedicada a desarrollar procedimientos, dispositivos y normativa para la manipulación segura de material infeccioso) debe ser convocada antes de encarar todo emprendimiento. Pero la necesidad de procedimientos bioseguros no debe quedar librada a la voluntad de los operadores sino que debe ser parte de planes nacionales, de aplicación obligatoria y que, a su vez, correspondan a políticas públicas (o Políticas de Estado), ampliamente debatidas, referidas a un proyecto ambiental, de seguridad en el trabajo y de protección de las personas.
Todo lo anterior obliga a redefinir los conceptos de Ambiente, Políticas de Estado y Bioseguridad.

Ambiente

En el caso del ambiente, su inclusión en una política estatal (más allá de circunstanciales gobiernos que se sucedan) exige que sea considerado como parte del patrimonio de cada Nación y sus integrantes presentes y futuros.
Sólo así su protección será Política de Estado que no deberá subordinarse a beneficios inmediatos de sectores interesados, siendo parte de un Proyecto Nacional, más allá de intereses políticos o económicos coyunturales y sectoriales.
Por el contario, en países como el nuestro, el extractivismo y la primarización productiva han privilegiado ganancias inmediatas sobre consideraciones relativas a perjuicios potenciales de la población y su entorno, y sin considerar el valor estratégico económico, social e inclusive de Defensa Nacional, presente y futuro, de las regiones implicadas.

Políticas públicas

Las Políticas Públicas (o Políticas de Estado) no se limitarán al desecho que resulta de una actividad o al uso de un producto y su distribución. Considerarán también (y principalmente) el tipo de producción de bienes o servicios del cual depende la mayor o menor generación de contaminantes.
El tipo de tecnología aplicable también tiene que ver con esto. La moderna concepción de “tecnología apropiada”, postulada por investigadores de la OMS y la OIT, es aplicable aquí. Ésta se define como una tecnología científicamente válida, técnicamente eficaz pero se agrega la exigencia de que sea socialmente aceptable. Este último ítem significa que sea una tecnología que responda a un proyecto integral del país en cuestión.

Bioseguridad


Por último, también la bioseguridad deberá ampliar sus alcances. No se reducirá a la manipulación interna, en establecimientos de fabricación de productos biológicos o de prestación de servicios sanitarios, sino que considerará que el riesgo biológico sale de ellos en la forma de transporte externo de material biológico (humano, animal o vegetal) como insumo, producto elaborado o espécimen para diagnóstico y, también, como residuos de la actividad, que deberán tener, también, un transporte y disposición final no contaminantes.

En estos aspectos Argentina tiene serias deficiencias.

Respecto al transporte de productos biológicos y especímenes para diagnóstico, existe legislación pero ésta, a menudo, no se cumple por instituciones públicas o privadas.
En el caso de los residuos biopatogénicos, unas recientes Directrices del Ministerio de Salud de la Nación destacan que hay numerosa normativa pero que frecuentemente es contradictoria y, a veces, incumplible por carencia de elementos o estructuras necesarias.
Un debate imprescindible
Un amplio debate entre los actores sociales interesados que culmine en disposiciones científicamente válidas, técnicamente eficaces y socialmente aceptables, es decir con una tecnología apropiada, se convierte en un objetivo social imperativo.

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