PAMI: un insuficiente y discriminatorio aumento
Se había prometido un 11% y se dio sólo un 5%. Sin embargo, a las clínicas se les conceció más del 12%
En el anterior número de FABAInforma se había anunciado que el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados había confirmado que los bioquímicos tendríamos un incremento capitario desde mediados de año de un once por ciento y que antes de que concluyera el año se nos reconocería otro 15%, lo cual, sumado al 11% de mejora que rige desde abril, conformarían un aumento anual en tres tramos del 37%.
La realidad, final y desagradablemente, no ha sido la prometida por la conducción del Instituto.
De forma unilateral y para gran sorpresa de los bioquímicos de todo el país, el PAMI, pese a la promesa de dar un aumento del 11%, sólo dio un 5%.
Claro que además del estupor ante por lo por demás insuficiente del aumento capitario, causó indignación el regreso a algo que lamentablemente ya habíamos conocido durante el anterior gobierno: la discriminación.
Porque el PAMI a las clínicas les concedió una mejora superior al 12,5 por ciento.
Hace unos dos años habíamos sido objeto del mismo trato discriminatorio por parte del PAMI, algo que pensábamos, pasaría a formar parte del pasado.
Los bioquímicos también hemos tenido que hacer frente a un enorme incremento de costos causado por la devaluación y la disparada del precio de los insumos.
También los proveedores nos han acortado los plazos de pago por la inflación. Tenemos que pagar los mismos aumentos salariales a los empleados de los laboratorios.
Desde luego que junto a la CUBRA hemos solicitado una reunión con el titular del PAMI en carácter de urgencia para encontrar alguna solución a esta situación injusta y conflictiva y que no es otra que lograr ese 7 por ciento que se perdió en el camino que va de la promesa a la realidad.
Es cierto que el Instituto viene cumpliendo en tiempo con los pagos de una cápita mensual, pero no en forma, porque esa forma queda desvirtuada con el siempre esmerilado vidrio de la discriminación.
Pero la cosa es bastante más preocupante, porque el PAMI generalmente ha acompañado con sus mejoras capitarias los guarismos de los incrementos salariales que hay que abonar a los empleados de laboratorio y que se negocian en paritarias.
Ese aumento este año ha sido del 35 por ciento. Si se suma el 11 por ciento de abril y el cinco por ciento de ahora, se arriba a un 16 por ciento.
Quedamos a un 19 por ciento del mínimo esperable del PAMI para lo que resta del año y, en honor a la verdad, en este momento las dudas sobre que finalmente se pueda llegar a ese guarismo son enormes.
Mientras esperamos, al cierre de la presente edición de FABA Informa que Carlos Regazzoni conceda a los bioquímicos una audiencia que ha sido pedida con urgencia, vuelve a rondar el conocido fantasma de los profesionales de la salud como variable de un presupuesto que jamás ha hecho agua por nuestro sector, como se sabe.
Negociaciones con OSECAC
La Federación Bioquímica continúa negociando con la obra social de los empleados de comercio, OSECAC, la pauta anual de mejora arancelaria.
Se trata de una negociación dura y prolongada. La obra social ha ofrecido una mejora del veinte por ciento desde mediados de año como un supuesto primer tramo, mientras que FABA aspira a que la pauta total anual al menos cubra el 35 por ciento, guarismo que surge del incremento salarial que se debe abonar a los empleados del laboratorio.
OSECAC argumenta, sin basamento alguno ni forma de probarlo, que ha bajado el consumo de prácticas de laboratorio por parte de sus beneficiarios y que, por tratarse de un convenio por cartera fija, de ese modo se compensarían los aranceles bioquímicos.
La Federación Bioquímica, a través de su base de datos está en condiciones de demostrar que ese argumento es, sencillamente, inexistente y que las tasas de uso siguen siendo las habituales.
La negociación todavía se prolonga y es de esperar que llegue a buen puerto lo antes posible.
Fondos de obras sociales
El gobierno nacional ha logrado, por el momento, calmar a los dirigentes sindicales nucleados en torno a las distintas CGTs, esto es, la de Hugo Moyano, la de Antonio Caló y la de Luis Barrionuevo, con una promesa de devolución de una parte de los 30.000 millones de pesos retenidos durante el anterior gobierno a las obras sociales gremiales y que corresponden al Fondo Solidario de Redistribución (FSR).
Las tres centrales obreras se han comprometido a unificar la conducción a partir del 22 del mes entrante pero ya negocian como una sola con el gobierno, de cuyo Ministro de Trabajo, también habrían obtenido la promesa de incrementar los beneficios de las asignaciones familiares y aprobar el año próximo por ley la modificación de la escalas del Impuesto a las Ganancias.
Sobre los fondos adeudados a las obras sociales, en declaraciones periodísticas, el ministro Jorge Triaca sostuvo que "hay un sentido de justicia en el reclamo", aunque advirtió que "tendremos que ser justos y equitativos" en la forma de ir devolviendo los fondos, cuestión que en rigor, aparece bastante compleja ya que inicialmente, se deberá identificar a las obras sociales que se encuentran en peor estado financiero y también cuáles son a las que mayor cantidad de dinero se les adeuda en concepto de reintegros por medicamentos de alto costo y tratamientos complejos.
Para lograr este cometido se puso en marcha una comisión integrada por representantes de los gremios, de la cartera laboral y de la Superintendencia de Servicios de la Salud.
Una vez que se decida cuáles serán las obras sociales más necesitadas y a las que más se les adeuda, se les girará el dinero a cada una de ellas, sin interposiciones de ninguna naturaleza.
No se habló sobre la magnitud del monto inicial de lo que se devolvería, pero se sabe que para el resto de los fondos habrá que discutir teniendo como premisa reforzar el sistema solidario. |
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