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Secuencian el ADN de la versión más antigua de la bacteria Yersinia pestis
Un equipo de científicos canadienses secuenció el ADN de la bacteria que causó la pandemia de la peste negra en época del emperador Justiniano, hace 1500 años


Muestra de sangre con bacterias Yersinia pestis, que causan la peste. / JACK POLAND / CDC

Las víctimas de hace 1.500 años ayudaron a esclarecer la evolución de la peste negra.
Gracias a los dientes de dos víctimas de la peste bubónica de hace 1.500 años, un equipo internacional de investigadores ha secuenciado el genoma completo de la bacteria que se extendió por Europa desde Egipto durante el reinado del emperador bizantino Justiniano, en el año 541 D.C. El estudio fue publicado el 28 de enero último en la revista (The Lancet. The Lancet Infectious Diseases, Early Online Publication, 28 January 2014 doi:10.1016 /S1473-3099 (13) 70323-2)
Los investigadores concluyen en el estudio que esta cepa de la bacteria Yersinia pestis no fue una antecesora directa de otras cepas de siglos posteriores. Fueron “apariciones independientes” transmitidas de roedores a humanos, explicaron los científicos en su informe.
La peste bubónica ha protagonizado tres grandes pandemias en la historia moderna: la de Justiniano en el siglo VI, la conocida como Peste Negra que sacudió Europa en la Edad Media, y la de finales del siglo XIX, que se extendió desde China hacia Europa. El genoma de estas dos últimas cepas históricas de peste ya estaba secuenciado, explica Jordi Barbé, catedrático de Microbiología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los científicos extrajeron ADN de los dientes pertenecientes a dos cadáveres del siglo VI y enterrados en un cementerio de Baviera (Alemania). La epidemia llegó a esta zona entre los años 541 y 543, según la agencia de noticias científicas Sinc. En los dientes había material humano y bacteriano. Utilizando las secuencias de las otras cepas, los científicos de distintas áreas de la Universidad MacMaster de Ontario, Canadá, reconstruyeron el ADN de esta estirpe específica de la bacteria Yersinia pestis, tras aislar pequeños fragmentos.
La bacteria evolucionó –es decir, mutó o captó material genético de otras especies– mientras residía en las ratas, que son el reservorio de la enfermedad y no se ven afectadas, y posteriormente pasó a los humanos a través de las pulgas, explicó Barbé. Eso quiere decir que la epidemia de la Edad Media, ocurrida 800 años después y responsable de la muerte del 60% de la población europea, no evolucionó directamente de la cepa bizantina. Lo que no se explica es por qué esta cepa, tan adaptada a sus huéspedes humanos, desapareció, porque las de los siguientes brotes no derivan de ella.
“Es difícil establecer cuándo apareció la bacteria”, cuenta Barbé. No existen registros arqueológicos anteriores a los de la pandemia bizantina, por lo que los científicos carecen de pistas para buscar cementerios de determinadas épocas para hallar los restos de personas infectadas. Además, “por genealogía”, es difícil determinar en qué momento la bacteria adoptó toda la información genética necesaria para producir la patología conocida. El trabajo de los científicos de la Universidad de MacMaster ha secuenciado la versión más antigua conocida de Yersinia pestis.

La bacteria de la peste

La enterobacteria Yersinia pestis es un bacilo Gram negativo anaerobio facultativo y patógeno primario, del género Yersinia, que produce en el ser humano la peste pneumónica, la peste bubónica y también la peste septicémica, aunque la última es muy poco común.


Una pulga que acaba de ingerir sangre infectada con la bacteria de la peste. / CDC


El nombre del género Yersinia viene dado por su descubridor, en 1894, Alexandre Yersin, bacteriólogo franco-suizo del Instituto Pasteur. Originalmente, este microorganismo fue denominado Pasteurella pestis, pero en el año 1967 fue renombrado como Yersinia pestis en honor a su descubridor.
Es un agente infeccioso que ha sido directamente responsable de más muertes humanas que cualquier otra enfermedad infecciosa, salvo la malaria. Ha originado diversas pandemias a lo largo de la historia, entre las que cabe destacar: la Plaga de Justiniano (541-542 dC), que asoló Asia, el norte de África, Arabia y parte de Europa; la peste negra (1347-1351 dC), que acabó con la vida de un tercio de la población de Europa; y la Tercera Pandemia (1855-1918), que comenzó en China e India y terminó por extenderse por el resto de Asia, África y América.
La peste es una enfermedad natural de los roedores, siendo las ratas el principal reservorio de la enfermedad. Tras ser infectadas, la mayoría de las ratas mueren, pero un pequeño porcentaje sobrevive, quedando como una fuente de Y. pestis.
Las ratas son infectadas a través de un vector, que en este caso es la pulga de rata (Xenopsylla cheopis). La pulga chupa la sangre de un animal infectado e ingiere a la vez células de Y. pestis, las cuales se multiplican en el intestino de la pulga y serán transmitidas a otra rata en la siguiente picadura de la pulga.La enfermedad se irá extendiendo de forma que la mortalidad entre las ratas se hace tan elevada que la pulga busca nuevos hospedadores, entre los que se encuentra el hombre.

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