home  
 
  ARG
^

Actualidad

En el INGEBI
Investigación argentina en la enfermedad de Chagas
En un laboratorio del Instituto de Investigación en Genética y Biología Molecular (INGEBI) dependiente del Conicet se estudian distintos aspectos del parásito que causa la enfermedad. Desde la genómica hasta la epidemiología un grupo de 14 científicos, en su mayoría bioquímicos, conforman un centro de referencia internacional en el tema. Faba-Informa visitó el Laboratorio de Biología Molecular de la Enfermedad de Chagas (LaBMECH) y mantuvo una entrevista con una de sus investigadoras


Dr. Mariano Levin

Por Ana María Pertierra


Ha cien años del descubrimiento de la enfermedad de Chagas, se estima que en el continente americano hay más de 17 millones de infectados y en nuestro país 2.300.000, lo que representa un poco más del 7% de la población argentina. Considerada una enfermedad de la pobreza, su retroceso depende fundamentalmente de políticas públicas que procuren además de la erradicación de la vinchuca, vector cuyo hábitat preferido es la vivienda precaria, la educación y las condiciones de vida dignas para las personas que vive en las zonas endémicas.
Para agravar la situación, el mapa de la enfermedad se ha extendido desde los sectores rurales a los urbanos y la vía de transmisión se ha ampliado desde la tradicional forma vectorial hacia las transfusionales y congénitas a través de individuos portadores en regiones urbanas y suburbanas con controles poco eficientes.
Mientras tanto, científicos argentinos no cesan en la tarea de generar conocimiento relacionado con el parásito Tripanosoma cruzi, para aportar soluciones al diagnóstico tratamiento y prevención de la enfermedad.
Según explicó a Faba-Informa la doctora Silvia Longhi, investigadora asistente del Conicet que desde 2005 se dedica al estudio de temas de inmunología relacionados con la reacción del parásito en el huésped, en el Laboratorio de Biología Molecular de la Enfermedad de Chagas (LaBMECH) del INGEBI-CONICET, que creara en 1985 el doctor Mariano Levin, reconocido científico recientemente desaparecido, se trabaja en tres líneas de investigación. Una de ellas está relacionada con la biología molecular, la genómica y proteómica aplicadas al estudio del tripanosoma, otra la de la inmunología que estudia la respuesta inmune de los pacientes adultos, pediátricos y embarazadas, y la tercera dedicada a la epidemiología –a cargo del doctor Alejandro Schijman, investigador independiente del Conicet– línea que investiga los diferentes linajes y cepas del parásito que pueden dar origen a las distintas formas de la enfermedad.
La doctora Longhi, que se especializó en técnicas de biología molecular en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, está trabajando en un proyecto de investigación que se propone encontrar biomarcadores en el plasma de los pacientes que sirvan para predecir la evolución de la enfermedad. “Junto a los doctores Schijman y Gómez vamos a estudiar en pacientes chagásicos la presencia de ciertas proteínas que nos den información para saber si la persona va a progresar hacia una forma más agresiva de la enfermedad o bien va a permanecer en una fase indeterminada”, puntualizó la investigadora que aclaró que los resultados de estos estudios se verán de acá a dos años.


Leandro Simonetti, licenciado en Genética junto a la dra. Silvia Longhi, investigadora asistente de Conicet en el Laboratorio de Biología Molecular de la enfermedad de Chagas.

“Hemos planteado hacer un seguimiento de los pacientes antes, durante y después del tratamiento de un mes con benznidazol para estudiar el perfil de diferentes biomarcadores”, puntualizó. Para concretarlo los investigadores mantienen una permanente comunicación con los médicos que tratan a los pacientes en estudio.
Según la especialista esta patología tiene sus variantes. “Hay pacientes que desarrollan la enfermedad y cuando llegan a la fase crónica pueden presentar problemas cardiacos, mientras otros tienen afecciones en el tubo digestivo como megacolon y megaesófago y son cuadros completamente diferentes” y –agregó– también es importante la respuesta inmunológica del huésped. “Hay pacientes que aun teniendo el parásito en sangre permanecen en una fase llamada indeterminada en la que nunca aparecen las afecciones características como las cardiacas o del colon.
Una de las hipótesis para explicar tales variantes apunta a las diferencias en los linajes del parásito así como al “bagaje” genético del paciente.
Los estudios epidemiológicos hechos con las técnicas de PCR han demostrado que no en todos los países circula la misma variedad de parásito. “Existen dos grandes grupos de Tripanosoma cruzi, históricamente al T.cruzi I se lo ha encontrado en la zona norte de América Latina mientras que al T.cruzi II en Argentina y Chile. Sin embargo, en estudios epidemiológicos más recientes se han encontrado casos de T. cruzi I en el país así como también infecciones mixtas”, señaló Longhi quien aclaró que “analizando la presencia del parásito en sangre del paciente y en material de biopsia se han podido observar nidos de parásitos enquistados en órganos y aislar linajes diferentes en el mismo paciente”.
La investigación de este laboratorio en temas de inmunología ha logrado que a principios de los años 90 el doctor Mariano Levin identificara y clonara ciertos antígenos del parásito que resultaron de mucha utilidad para el diseño de pruebas diagnósticas.


De izq a derecha: Tomás Duffy, biólogo becario, Leandro Simonetti, licenciado en Genética becario, Margarita Bisio, bioquímica becaria de Conicet, Joaquín Basile, bioquímico becario, dra. Silvia Longhi, y Laura Tasso, veterinaria becaria de Conicet

La pérdida de un científico valioso

El 28 de febrero pasado y a los 58 años de edad falleció el Dr. Mariano Levin, investigador superior del Conicet y director del LaBMECH del INGEBI. Levin había obtenido el título de licenciado en Análisis Clínicos en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1976 y se había doctorado en Bioquímica, en la Universidad de Leipzig, Alemania, en 1981.
A su regreso al país – estuvo exiliado entre 1976 y 1985– fue uno de los fundadores del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI), del Conicet, donde creó el Laboratorio de Biología Molecular de la Enfermedad de Chagas. También fue profesor de Genética Molecular y Biotecnología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Desplegó una incansable actividad de investigación y docencia. Su laboratorio, uno de los pilares en la investigación sobre los mecanismos responsables de la enfermedad de Chagas, alcanzó con los años un extraordinario desarrollo y se transformó en un referente internacional. Su producción científica en el país fue de 130 trabajos científicos, la dirección de 22 tesis doctorales y el desarrollo de importantes instrumentos para el diagnóstico de la enfermedad de Chagas. Sus méritos como investigador fueron reconocidos por el otorgamiento de numerosos subsidios, importantes distinciones y premios y la participación en prestigiosos comités consultivos nacionales e internacionales.
“El doctor Mariano Levin ha organizado un laboratorio de referencia del que tenemos la suerte y la desgracia de integrar. La suerte porque él nos ha formado y la desgracia porque no lo tenemos más y extrañamos muchísimo su presencia”, reconoció Longhi, quien definió a Levin como “un verdadero científico”, una persona con un empuje formidable que tenía la gran capacidad de ser una usina generadora de ideas.
“Nos cuesta aceptar que no está más pero trataremos de mantener este laboratorio en su nivel de excelencia”, concluyó la investigadora.


Investigación argentina
en la enfermedad de Chagas





Optimizado para 1024x768px l Recomendado: Explorer 5.0 ó superior.
Soporte Técnico: webmaster@fbpba.org.ar l Diseño:
info@naranhaus.com
Copyrigth © 2003 l Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires: secpres@fbpba.org.ar