Bioquímicos de la UNLP - Por Ana María Pertierra
En búsqueda de vacunas más efectivas
El número de casos de tos convulsa en la población mundial creció en los últimos años y en la Argentina ascendió a cifras alarmantes. Científicos nacionales proponen producir vacunas con cepas autóctonas para mejorar la eficiencia de las inmunizaciones
En diálogo con Faba-Informa, la doctora en Bioquímica Daniela Hozbor, titular del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de la Universidad de La Plata, se refirió a la importancia de producir vacunas más eficaces.
Según la especialista, la Organización Mundial de la Salud está bregando desde hace tiempo hacia la búsqueda de nuevas formulaciones que mejoren la eficacia de las vacunas y al mismo tiempo hacia el objetivo de disminuir sus efectos adversos.
Hozbor, investigadora independiente de la CIC (Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires) y profesora de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, es una especialista en el estudio de la bacteria Bordetella pertusis sobre todo en ciertos aspectos que hacen a la producción de determinados inmunógenos. Este tema, que la apasiona porque ha sido motivo de estudio para sus tesis doctoral y posdoctoral, la ha llevado a desarrollar un test de diagnóstico molecular de la bacteria de gran utilidad en el ámbito de la investigación.
“Existen vacunas antipertusis desarrolladas ya hace muchos años y que en los años 40 se hicieron masivas. Si bien disminuyeron notoriamente la morbilidad y mortalidad de la enfermedad todavía hay una asignatura pendiente que es mejorar su eficiencia”, señaló Hozbor.
En nuestro país, las vacunas antipertusis, contra la tos convulsa, se importan y están compuestas por cepas bacterianas que no son oriundas.
La doctora Hozbor mediante un estudio previo, ha propuesto producir vacunas con cepas autóctonas para hacer más eficientes las formulaciones. Para ello, llevó a cabo un estudio epidemiológico y aisló las cepas locales a partir de muestras biológicas de niños enfermos.
Para entender la eficacia de las vacunas, Hozbor explicó: “Hay dos tipos de vacunas, las celulares, donde está la bacteria entera inactivada por calor , y las acelulares compuestas de componentes de la bacteria que actúan como inmunógenos protectores y de las cuales se extrajeron los componentes asociados las reacciones adversas”.
La tos convulsa, enfermedad producida por la bacteria Bordetella pertussis, crece en todo el mundo y particularmente en la Argentina las cifras son alarmantes.
Según Hozbor, en el primer cuatrimestre del año comparado con igual período del año 2007 el número de casos en la provincia de Buenos Aires aumentó en un 600%. “Si comparamos los primeros semestres de 2007 y 2008 el aumento es del 100% porque estaríamos incluyendo los meses de invierno donde la presencia de virus, causantes de bronquiolitis por ejemplo, relegan a las bacterias”.
Esta enfermedad puede ser mortal en los más pequeños. “Si bien la mortalidad depende de las regiones afectadas, está rondando el 6% y es mayor en los lactantes”, puntualizó la investigadora.
Las hipótesis que tratan de explicar estas cifras son varias: una de ellas es que la inmunidad conferida por la vacuna no dura toda la vida, por tal razón algunos países como Estados Unidos, por ejemplo, ya se están vacunando a adolescentes y adultos. Otra plantea que las cepas circulantes en la población son distintas a las de las vacunas. Y por último, y en el caso de nuestro país, un agravante es que no se cumple con el calendario de vacunación obligatorio en un 100%.
Estas datos escandalosos han movilizado a los investigadores a encontrar una salida hacia una medida preventiva más eficaz.”En ese contexto y teniendo en cuenta que en la Argentina la mayoría de las vacunas del calendario nacional son importadas, fue que presentamos un proyecto ante la Secretaría de Ciencia y Tecnología en 2006 con el objeto de lograr, según la consigna de la convocatoria, un cambio cuali y cuantitativo en el conocimiento con aplicación en la sociedad”.
Este proyecto demoró más de un año en ser aprobado y ahora apunta a reactivar la producción nacional de vacunas, un desafío que, para Hozbor, resultará en la adquisición de muchas capacidades y en la obtención de un insumo tan importante como la vacuna que permita no depender de políticas externas que a veces hacen peligrar el suministro de vacunas.
Vacunas para adolescentes y adultos
Una estrategia para reducir la circulación y la carga de la enfermedad por Bordetella pertussis ha sido no sólo proponer planes de vacunación para los más chicos, que son los más susceptibles de enfermar con gravedad, sin también hacer la prevención en adolescentes y adultos para disminuir la transmisión.
“Aunque en el adolescente y en el adulto la sintomatología de la infección por Bordetella pertussis no es tan grave, con la vacunación se pueden evitar las transmisiones hacia los niños. Padres, maestros, familiares pueden difundir más ampliamente el patógeno, y en el caso de los niños la enfermedad es grave y puede llegar a ser mortal en los lactantes”, sostuvo Hozbor, y –agregó– lo fundamental es disminuir la carga de la enfermedad para bajar la transmisión ya que el patógeno no se puede erradicar.
Sin embargo, las vacunas para este grupo etario son distintas. “Para adolescentes y adultos no se puede aplicar la vacuna convencional, la celular, porque produce muchas reacciones adversas, entonces se utilizan las vacunas acelulares cuya composición es la misma en inmunógenos pero tiene menor cantidad de componentes”, destacó Hozbor.
Si bien la tendencia mundial en el tema de las inmunizaciones es tener vacunas multivalentes, con muchos componentes, es decir, que sean útiles para muchos patógenos en una misma dosis, en principio una forma de mejorar la eficiencia de los planes de vacunación sería gestionar los medios desde las autoridades sanitarias para que el calendario obligatorio se cumpla con la mayor adherencia posible.
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