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¿Las fábricas de celulosa son realmente una amenaza para el ecosistema del Río Uruguay?

El Comité de Redacción de Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana ha seleccionado este artículo publicado en la Revista Industria & Química Nº 354 - 2006, para su difusión a través de FABA Informa


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Fig. 1.- Fotografía de la ribera del Río Uruguay donde se están instalando actualmente dos Pasteras en la vecindad de la ciudad de Fray Bentos (R.O.U.), obtenida desde el lugar de esparcimiento y balneario situado a 21 km desde la ciudad de Gualeguaychú (Provincia de Entre Ríos).

Lázaro F. R. Cafferata1 y José A. Caram2

1 LABORATORIO LADECOR (UNLP) y CINDECA (CONICET), Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de La Plata, Calles 47 y 115, (1900) La Plata (http://www.quimica.unlp.edu.ar/Centros),

2 Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas, INIFTA (CONICET), C.C. 16, Suc. 4, Diagonal 113 y 64, (1900) La Plata, República Argentina.
E- mail <caferata@quimica.unlp.edu.ar ; caram@inifta.unlp.edu.ar>

Es evidente que nuestro planeta se encuentra cada vez más contaminado con diversas sustancias químicas. Pruebas de ello se tienen no muy lejos, si se analiza la atmósfera que respiramos, las aguas superficiales y profundas, los sedimentos y los suelos, que influyen en el grado de salubridad de las poblaciones. Felizmente es también evidente una política mundial tendiente a su preservación, poniendo límites cada vez más estrictos a los niveles de polución en los distintos ámbitos creativos del quehacer humano. Es así como se ha elaborado una saludable premisa de que “tenemos que dejar de contaminar”. La movilización ciudadana sobre el grado de deterioro del medio ambiente que producirían en su funcionamiento las dos fábricas de celulosa que ya se están instalando sobre la ribera del Río Uruguay (Ver Fig. 1), vecinas a la ciudad de Fray Bentos (República Oriental del Uruguay), constituye un hecho trascendente y a la vez inédito por su magnitud y divulgación mundial que ha contribuido a esclarecer sus probables efectos.
En este tema es necesario discutir rigurosamente todas sus implicancias (e.g. socio-económicas), como también las de orden técnico y científico, dado que ese tipo de empresas se encuentran en el tercer orden de categorización de industrias altamente contaminantes del medio ambiente [1].
La Sra. Petra Theman, Primer Secretario de la Embajada de Finlandia en nuestro país (mail: petra@.theman.fomin.fi. (http://www.finlandia.org.ar) ha expresado textualmente lo siguiente en un Documento Técnico producido (20 pp.) sobre la instalación de una de esas fábricas de celulosa. “La industria papelera es una actividad compleja que comprende muchos procesos y diferentes productos, que incluyen desde el blanqueo de la celulosa hasta la fabricación de papeles de distintos tipos. El proceso de fabricación de pasta al sulfato o Proceso Kraft es el más utilizado en todo el mundo, debido a las excelentes propiedades del producto y su aplicabilidad a todo tipo de maderas. Los vertidos de las aguas residuales [del proceso], las emisiones atmosféricas, incluidos los gases fétidos y el consumo de energía son sus principales problemas medioambientales, aunque también lo son los residuos que pueden llegar a serlo en algunos países. Algunos de los compuestos vertidos por las industrias papeleras son tóxicos para los organismos acuáticos. Las emisiones de sustancias coloreadas pueden perjudicar a los seres vivos que habitan en el medio receptor. Las emisiones de nutrientes (nitrógeno y fósforo) pueden contribuir a la eutroficaciòn de las aguas receptoras. Las aguas residuales contienen metales extraídos de la madera en bajas concentraciones, pero la carga total puede ser importante debido al gran caudal de los vertidos. Gracias a la aplicación de medidas en el propio proceso, se ha logrado reducir notablemente la concentración de sustancias orgánicas cloradas y no cloradas en los vertidos de estas industrias. Los principales contaminantes son óxidos de nitrógeno, compuestos sulfúreos como el dióxido de azufre y compuestos sulfúreos reducidos de olor fétido. También se producen emisiones de partículas. Algunos de los compuestos vertidos por las papeleras son tóxicos para los organismos acuáticos. Los contaminantes que predominan en las emisiones a las aguas son sustancias orgánicas disueltas o dispersas en la fase acuosa. También se aplican medidas para evitar vertidos accidentales en el suelo y en las aguas, como consecuencia de la manipulación y almacenamiento de productos químicos”....
El documento en su parte final, agrega: “La oficina europea de medio ambiente también ha expresado algunas opiniones discrepantes, como que el blanqueado sin cloro elemental en las fábricas de pasta Kraft NO CUMPLE LOS CRITERIOS DE MTD con respecto a los principios de precaución y prevención y que, en general, el tratamiento terciario de las aguas residuales debería incluir el tratamiento con ozono, peróxidos o radiación ultravioleta, seguido de una fase de biofiltrado... Grado de consenso: La mayoría del grupo de trabajo técnico y de los participantes en la Séptima Reunión del Foro de Intercambio de Información han expresado su respaldo al presente documento técnico. Sin embargo, no ha sido el caso de la CEPI, entidad que representa a la Industria Papelera y de algunos estados miembros, que han puesto en duda algunas de las conclusiones alcanzadas en el borrador final”.
Si bien ya existen en el ecosistema a que se refiere el título de este trabajo, y desde hace mucho tiempo, evidentes fuentes de contaminación que han desmejorado las condiciones de vida en la región, esto no constituye una razón para dejar de preocuparnos y llamar la atención sobre la importancia de la preservación de lo que todavía existe y disfrutamos.



< Fig. 2.- Representación de las reacciones de destrucción de ligninas [3], donde R=grupos atómicos de moléculas de ligninas, con la formación de derivados del ácido mucónico.


2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina -- - -- -- - 2,3,6,7-tetraclorodibenzofurano

< Fig. 3.- Fórmulas estructurales de representantes de las genéricamente denominadas TCDD

 

Es ya bien conocido que en el caso particular de las fábricas modernas de celulosa, una de las materias primas utilizadas para su blanqueo final es precisamente el dióxido de cloro, con excelentes propiedades como biocida. Esa sustancia, además de pertenecer funcionalmente a la familia de los peróxidos, tiene una estructura electrónica de radical libre [2]. De allí su reactividad química particular con la materia orgánica. Es conocido que el elemento cloro cuando entra en la estructura de moléculas de materias primas o de los solventes u otros materiales utilizados en los procesos industriales, generalmente trae aparejado para los químicos serios problemas para la neutralización de sus ya conocidos efectos nocivos. Aún adoptando la tecnología más moderna (ECF) en el proceso de las fábricas de celulosa, el peróxido de cloro constituye, por su mecanismo de acción sobre los complejos fenoles poliméricos (e.g .ligninas) de las maderas, una seria amenaza para la vida en la región aludida. Además de ser un gas agresivo que absorbe la luz solar (a 360 nm) genera entre otros compuestos inorgánicos, pequeñas cantidades de cloro elemental [2]. Sin embargo, la reacción química más conocida en el proceso de blanqueo de la celulosa es la de destrucción de las ligninas (ver Fig. 2), con formación también de especies cloradas inorgánicas, oxidantes y halogenantes.
Es decir que el dióxido de cloro, que debe producirse in situ para su utlización industrial por la peligrosidad del manejo, transporte y almacenamiento, se caracteriza por su enérgica acción blanqueadora e, indirectamente, halogenante de la materia orgánica en general, sea ésta viviente o no. Por su intrínseca y peculiar reactividad origina en el proceso Kraft, aun en pequeñas concentraciones, derivados orgánicos secundarios [3] cuyas moléculas poseen también el elemento cloro (e.g. 3-cloro-4 (diclorometil-5-hidroxi-2 (5H) furanona, informada en el estudio medio-ambiental AMES). Esta sustancia representa solamente ca. 0,0001 % de los compuestos orgánicos encontrados en efluentes de Pasteras de celulosa. Sin embargo, la misma es responsable de un 30-50 % del total de las mutaciones que se producen en los organismos vivientes [3]. Es de mencionar que la posible acción genotóxica del peróxido de cloro, ya sea indirecta a través de sus productos de reacción [3], o probablemente también directa, podría relacionarse con la observación visual experimental (in vitro) del daño producido sobre la estructura de la molécula de ADN verificada con otros peróxidos orgánicos en solución [4]. Además, esa sustancia en el proceso de blanqueo de la celulosa produce grandes cantidades de cloratos, con enérgicas acciones herbicidas y de formación de algas.
Debe agregarse que aunque se observe una velocidad razonable de degradación de los compuestos clorados en los experimentos de laboratorio, la real evaluación cuantitativa de su persistencia en el medio ambiente es función de sus condiciones fisicoquímicas y biológicas (e.g. biota, salinidad de sus aguas, temperatura del aire o aguas, vientos reinantes, etc.) [5]. Asimismo, muchos xenobióticos descargados inicialmente en áreas geográficas muy restringidas se distribuyen a otros lugares muy distantes por variados procesos de transporte. Un ejemplo de esto es la observación de los hidrofóbicos PAHC en los hielos de la Antártida Argentina, bastante alejada de los lugares donde se supone que se produjeron [6]. Es conocido que la degradación biológica de algunos compuestos químicos depende de la actividad enzimática de los microorganismos presentes en el medio, la cual resulta específica para un dado contaminante En este tema conviene definir el proceso de biomagnificación por el cual un compuesto se incorpora a la cadena alimentaria si bien en concentraciones iniciales relativamente pequeñas, por su pasaje por diferentes tipos de organismos resulta en definitiva acumulado en el hombre con consecuencias sobre su estado de salud y también de sus descendientes.
En el proceso inicial de blanqueo de la celulosa de la madera, realizado en medio alcalino fuerte en presencia de sulfuro de sodio y a elevadas temperaturas, seguido en otra etapa por el tratamiento con peróxido de cloro, se producen [7] también pequeñas concentraciones de dioxinas (TCDD, Fig. 3) pero significativas por su gran impacto ambiental [1]. Esa denominación genérica comprende un gran número de sustancias policloradas producidas secundariamente en las condiciones del proceso global de blanqueo de la celulosa. Las mismas han sido evaluadas cualitativamente y cuantitativamente en efluentes acuosos de Pasteras en otras partes del mundo, por métodos químicos e indirectamente, mediante ensayos bioquímicos.
Es de tener en cuenta que todos nosotros tenemos TCDD en nuestros cuerpos [8], además de otros derivados órganoclorados, principalmente en los tejidos grasos, en concentraciones que dependen de la exposición a esas sustancias provenientes de distintas fuentes (e.g. incineración de basuras, combustiones diversas, etc.) a lo largo de nuestras vidas [8]. Precisamente, a la mayoría de las sustancias orgánicas cloradas, entre las cuales se encuentran también las TCDD, se le atribuyen acciones genotóxicas, es decir que actúan sobre la estructura del ADN [9], como es sabido responsable de llevar la información genética en los seres vivientes. La WHO recomienda por razones sanitarias que la ingestión diaria de TCDD incluidas en los alimentos no debería ser superior a 1 ppt, o sea 1 ng / kg de peso corporal [8] ya que su dosis letal (L50) se encuentra en el ámbito de 1-10 µg / kg de peso corporal [10]. Referido al tema de la presencia de TCDD en los efluentes de fábricas de celulosa, se ha determinado [5] que sus velocidades de eliminación en aves de corral (gallinas) que bebían efluentes contaminados, se produce en la albúmina de sus huevos. Es evidente que su consumo por otros animales (y también por el hombre) conduce, en definitiva, a la diseminación de las TCDD y a su acumulación biológica debido a la gran estabilidad química de sus moléculas [5].
Todo esto equivale a decir que el daño producido por el agente blanqueante y a la vez indirectamente halogenante dióxido de cloro, que se utilizaría en el proceso industrial de la celulosa, si bien de acción inmediata sobre la materia orgánica por su extraordinaria reactividad, constituye también una amenaza sobre las futuras generaciones de seres humanos y otros organismos que habiten la aludida región. Esto, sin considerar un eventual accidente industrial durante el manejo del dióxido de cloro, dadas sus características de gas irritativo de los vegetales y las mucosas de los organismos, con también informados riesgos de explosión [2].
Un artículo científico titulado “Dioxin and Matrix Metalloproteinases” [11] y tomado al azar entre los numerosos existentes sobre el tema y por lo tanto con el rigor y la validez de resultados experimentales, se refiere a la influencia que tienen las TCDD y en particular la muy tóxica 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina sobre el desarrollo de endometriosis (enfermedad que resulta de la invasión ectópica del tejido endométrico de la mujer dentro de su cavidad peritoneal). Las TCDD constituirían un disruptor prototípico por la modulación de la producción endócrina de esteroides, tanto en sus metabolismos como en los transportadores séricos del organismo humano [9]. La exposición a las TCDD también impactaría negativamente sobre sistemas enzimáticos vitales y alteraría gravemente elementos celulares y la función específica de diferentes tejidos (e.g. a través de mecanismos de generación de radicales libres del oxígeno). La exposición a las TCDD conduce también a inflamación y activación de factores de necrosis de tumores. Investigaciones llevadas a cabo sobre monos Rhesus y también en humanos, sugieren que la exposición a agentes clorados del tipo de las TCDD puede afectar adversamente el desarrollo de la función de sistemas reproductivos. Notablemente, se ha establecido también [11] que la acción de las TCDD produciría un impacto negativo en la función del endometrio durante el embarazo, aumentando el riesgo de abortos espontáneos.
Por otra parte, existe un gran interés en conocer el destino y efectos que tienen otros numerosos compuestos clorados de efluentes de plantas de celulosa en condiciones de anaerobiosis ya que algunos de ellos como los PCBs, fenoles policlorados y otras sustancias orgánicas muy diversas y persistentes, han sido encontrados en sedimentos hídricos [5]. Hay que tener en cuenta que la persistencia de esos compuestos es determinada también, y en gran medida, por la actividad de bacterias deshalogenantes, cuya identidad en un ecosistema debe establecerse con seguridad a fin de realizar un estudio de Impacto Ambiental que sea representativo.
Han sido publicadas [5] algunas conclusiones de estudios de Impacto Ambiental de fábricas de celulosa en diferentes zonas del planeta. En uno de ellos se evaluó un ecosistema muy restringido como lo es el del Mar Báltico y el Golfo de Botnia [5]. Allí se determinó solamente el efecto de algunos xenobióticos, con diferentes estructuras moleculares sobre la biota de esos lugares. Otro estudio [5] está relacionado con fábricas de celulosa funcionando en Escocia (Gran Bretaña), evaluando el impacto ambiental producido por la descarga en el mar de sus efluentes, trabajo realizado en un periodo bastante prolongado de varios años. Es de destacar que la complejidad química de los efluentes crea dificultades para seleccionar acertadamente los compuestos testigo característicos, como es el caso de los efluentes producidos y arrojados al Golfo de Botnia (Finlandia), determinándose el cloro orgánico en los compuestos extraídos únicamente con ciclohexano como solvente. Este método no resultó representativo del daño que se puede producir, agravado por el hecho de que en ese estudio [5] no fueron identificados la totalidad de los compuestos presentes.
Téngase en cuenta que en este artículo no se han considerado las reacciones químicas que ocurrirán en la atmósfera de la región y zonas más distantes y muy pobladas, por las importantes emisiones gaseosas que producirían las fábricas de celulosa en su funcionamiento [12, 13]. Por otra parte, el clima templado de la región aludida se caracteriza por significativos periodos de calma en su atmósfera, donde no predomina el benefactor viento del sector sur, como estamos acostumbrados los habitantes de la ciudad de La Plata. Allá tendrían lugar lentos procesos gaseosos térmicos y fotoquímicos con la producción de sustancias azufradas tóxicas, al menos malolientes, pero peligrosas para la vegetación e irritativas de las mucosas. Sin embargo, trastornos respiratorios debidos a la vecindad de plantas de celulosa ya se han comenzado a evaluar en diferentes partes del mundo (e.g. realizado estadísticamemte por la North Carolina School Asthma Survey en adolescentes de escuelas de Estados Unidos [14]. Surge así la pregunta de cuáles serían las consecuencias para la región del Río Uruguay en el caso que también ocurriera un accidente durante el funcionamiento de las plantas de celulosa: serían catastróficas por la naturaleza de las sustancias involucradas (e.g. amoníaco, monóxido de carbono, cloruro de sulfurilo, dióxido de cloro, cloroformo, ácidos orgánicos clorados, dioxinas, furanos, cloruro de hidrógeno, metanol, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, sulfuros orgánicos, resinas acídicas, alcoholes, terpenos, acetaldehído, nitratos, benceno, clorobenceno, fenoles y clorofenoles, iones metálicos como cadmio, mercurio y zinc) sin mencionar otros numerosos compuestos volátiles. Al respecto resulta útil mencionar el Informe de la Trade Union acerca de la fábrica de celulosa Veracel, ubicada en el estado de Bahía (Brasil). Allí se destacan las sustanciales diferencias analíticas entre lo informado por la fábrica y los estudios realizados por fuentes independientes, incluyendo accidentes ocurridos y en algunos casos, fatales.
Cabe decir además, que la región de Fray Bentos-Gualeguaychú no es la única en la cual los proyectos de instalación de Pasteras ha generado intensas polémicas. Ejemplos de esto son las pretendidas instalaciones en el valle del río Tamar en Tansmania (Australia), por parte de la empresa Gunns Limited. Este hecho trajo aparejado un gran debate en la sociedad a todos los niveles, el cual todavía continúa.
Por otra parte, se podría aducir que este proceso de contaminación en la región mencionada podría estar muy bien controlado y monitoreado a fin de exigir el mantenimiento de los niveles de contaminantes inevitablemente producidos, dentro de las normas internacionales vigentes, lo que en la práctica resultaría imposible de realizar con los recursos analíticos disponibles en nuestro medio y también de fiscalizar por los Organismos competentes. Las determinaciones de algunos contaminantes clorados y oxigenados producidos en el proceso de blanqueo de la celulosa (e.g. TCDDs) requieren equipos sofisticados a fin de obtener resultados incuestionables y precisos [8, 15] con una exactitud de ca. 20 % en niveles de concentración de 1 pptrillón. Estos análisis son también muy costosos y emplean necesariamente cromatografía gaseosa con alta resolución y niveles de detección (HRGC-HRMS/MS) con patrones isotópicos de 13C. Esto equivale a detectar 1 g de arena en 1000 toneladas de alimentos, dadas las muy pequeñas concentraciones de contaminantes con similares estructuras moleculares. La anterior aseveración está relacionada con el valor actual de un único dosaje de TCDDs en medios biológicos (e.g. en sangre humana está comprendido entre 1400-1500 U$A y valores un poco menores, en efluentes acuosos). Por lo tanto, es lógico pensar que el monitoreo conjunto argentino-uruguayo que recientemente propuso la República Oriental del Uruguay para avalar la instalación de las Pasteras tampoco es factible ahora. Por otra parte, en este momento el daño a ser producido al ecosistema del Río Uruguay no se puede evaluar con total exactitud dado que las mencionadas fábricas aún no están en funcionamiento y todas las consideraciones efectuadas hasta la fecha sobre el tema son pura especulación.
Para finalizar, los autores desean transcribir lo expresado por otros investigadores [5], lo que resulta muy ilustrativo y resume la situación actual del problema tratado en este artículo.
“Los problemas del medio ambiente son extraordinariamente complejos y los estudios sobre impacto ambiental deberían estar basados de la mejor manera posible, en hechos científicos indiscutibles en el área de los análisis químicos de la química orgánica, de la distribución de los contaminantes, su persistencia y ecotoxicología, sin descuidar las reacciones catalizadas por acción microbiológica sobre los contaminantes eventualmente presentes”.

CONCLUSIONES

Este trabajo analiza algunas de las consecuencias de la instalación de las fábricas de pasta de celulosa blanqueada especialmente en lo referente a la salud de las poblaciones que se verían afectadas, tratando sus autores de ser objetivos desde el punto de vista científico. Para ello se ha efectuado una revisión de la bibliografía más reciente sobre la naturaleza química y propiedades físicas de efluentes gaseosos y líquidos producidos por plantas de ese tipo, que utilizan la tecnología más moderna disponible y ubicadas en distintas partes del mundo, en su relación con efectos derivados de su introducción en el ecosistema del Río Uruguay, dado que otros tratamientos del problema, si bien muy generales (e.g. lineamientos de los procesos industriales a ser empleados, consecuencias socio-económicas derivadas, implicancias climáticas, etc.), ya han tenido considerable difusión.
Se aportan evidencias recogidas de publicaciones científicas internacionales, como también de la experiencia profesional de los autores, sobre el manejo de las sustancias químicas involucradas, en relación al posible daño que produciría el procesamiento de la materia prima vegetal (e.g. materiales ligno-celulósicos), como también los muy diversos reactivos químicos (e.g. ácido sulfúrico, hidróxido de sodio, sulfuro de sodio, dióxido de cloro) y otras sustancias inorgánicas y orgánicas consideradas muy agresivas para los seres humanos, los vegetales y la fauna. Cabe destacar que los productos químicos secundarios derivados del proceso, y muy especialmente los compuestos clorados, en virtud de sus inherentes características fisicoquímicas y volumen estimado de producción, al ser incorporados al ecosistema afectarían seriamente su ya inestable equilibrio ambiental actual.
Es de aclarar que si bien los autores de este artículo no se oponen a la industrialización de la región como factor de progreso humano, consideran que en este caso particular el lugar geográfico elegido para la instalación de las Pasteras sobre las riberas del Río Uruguay no es adecuado, lo cual lamentablemente será constatado recién al cabo de décadas de su funcionamiento.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

[1] Informe de la Delegación Argentina al Grupo de Trabajo de Alto Nivel (GTAN). Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Pacific Consultans International & Malcom. Pirnie et al., borrador de Estudio de Impacto Ambiental Acumulado. Buenos Aires, 3/2/2006. pp.33.

[2] “Reaction Mechanisms in Environmental Organic Chemistry”, R. A. Larson and E. J. Weber, Lewis Publishers, Boca Raton CRC Press, 1994 ISBN 0-87371-258-7, pp 433, p. 332 y siguientes.

[3] A Review and assesment of the ecological risks associated with the use of chlorine dioxide for the bleaching of pulp. Solomons, K.. (Centre for Toxicology of Guelp, Guelp, Ontario, Canada), Bergmann R., Huggel D., Mackay D., Karl-Johan Lehtiner (Finnish Environmental Research Group, Technikantie, 12, Espoo, Finland, SF-02150), Mc Kague, B. (CanSyn Chem. Corp, 200 College Street, Toronto, Canada). Report prepared for the Alliance for Environmental Technology, Scientific Progress Since 1993. Web site: (Google) Septiembre 2006. pp 111.

[4] L. F. R. Cafferata, (1989), observación personal (in vitro) no publicada.
[5] Organic Chemicals in the Aquatic Environment. Distribution Persistence and Toxicity.
A.H. Neilson. Lewis Publishers, ISBN 0-87371-597-7, CRC Press. Inc USA. (1994). pp. 438.
[6] Tesis Doctoral, Facultad de Ciencias Exactas, UNLP, Año 2004, Licenciada en Química (UBA) Lilia Ventajas.

[7] Interim report on data and methods for assessment of 2,3,7,8-tetrachlorodibenzo-p-dioxin risks to aquatic life and associated wild life. U.S. EPA. EPA / 600 /R-93 / 055. Office
Research and Development, Washington D.C. 20460. (1993).

[8] Levels of dioxins and dibenzofurans in breast milk of women residing in two cities in the Irkutsk Region of Russian Siberia compared with American levels. A. Schecter, A.L. Piskac, E.I. Grosheva, N. I. Matorova, J.J. Ryan, P. Furst. Chemosphere, 47 (2), 157-167, (2002).

[9] Dioxin perturbs, in a dose- and time-dependent fashion, steroid secretion, and induces apoptosis of human luteinized granulosa cells. Y. Heimler, R.G. Rawlins, H. Owen, R.J. Hutz, Endocrinology, 139 (10), 4373-4379, (1998).

[10] Bifenilos policlorados. Desde su síntesis hasta su prohibición, Alicia I. Varsavsky,
Industria & Química (Asociación Química Argentina), 352, 3-6 (2006), y referencias allí existentes.

[11] Dioxin and metalloproteinases, Tultul Nayyar, Ph D (Universidad de Calcuta, India), Kaylon L. Bruner-Tran, Ph D., Kevin G. Osteen, Ph D, (Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, USA, acceso personal a Informe Científico).

[12] The Determination of Sulfur Gases in Point Source Emissions of a Pulp Mill. Norman Kirshen, Danielle Beland and Elizabeth Almasi.Varian Chromatography Systems. Varian Application Note Number 42.

[13] Wet and dry deposition of chlorinated dioxins and furans. C.J. Koster and R.A. Hites. Environ. Sci. Technol., 26, 1375-1382, (1992).

[14] Proximity to pulp and paper mills and wheezing symptoms among adolescents in North Carolina (USA), María C. Mirabelli and Steve Wing, Environmental Research, 102, 96–100 (2006).

[15] Dioxins concentrations in women with endometriosis. A Mayani, S. Barel, S: Soback,
M. Almagor, Hum. Reprod. 12 (2) 373-375 (1997).

 

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