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Científicos argentinos - Por Ana María Pertierra
Desarrollaron una vacuna contra el cáncer
Esta inmunoterapia, que consiste en un anticuerpo monoclonal que ataca ciertos gangliósidos tumorales, desde el punto de vista oncológico apunta a completar los tratamientos convencionales, como la cirugía y la quimioterapia. En los próximos meses se iniciará un estudio internacional que pondrá a prueba los efectos de la vacuna desarrollada en el país contra tumores de pulmón.


El proyecto sobre vacunas oncológicas tiene ya más de diez años y en él trabaja un equipo multidisciplinario integrado por investigadores de las universidades de Quilmes y Buenos Aires, del Instituto Roffo y el Hospital Garrahan. El desarrollo es un emprendimiento de la empresa farmacéutica local Elea del que participa también el Centro de Inmunología Molecular de La Habana, Cuba, y sus resultados han demostrado el éxito de un trabajo en colaboración entre una empresa privada y los organismos públicos de investigación.
Consultado por Faba-Informa, el doctor Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes e investigador del Conicet, explicó que "la vacunación, consistente en un anticuerpo monoclonal anti-idiotipo, estimula el sistema inmunológico del paciente para reconocer ciertos gangliósidos presentes en la superficie de las células cancerosas, favoreciendo el ataque de tumores residuales". De tal forma -agregó- este tipo de vacunas aplicadas luego de una reducción exitosa de la masa tumoral mediante cirugía y/o quimioterapia, podrían consolidar la respuesta terapéutica y aumentar el período libre de enfermedad y reducir las recaídas".
Este tipo de inmunoterapia sería eficaz para los cánceres de pulmón, mamario y melanoma.
"La vacuna inmuniza contra glicolípidos gangliosídicos, específicamente gangliósidos glicolilados. Por lo tanto, más allá de la complejidad de la respuesta inmune, aquellos tumores que expresen una buena cantidad de estos antígenos podrían responder a la vacunación", dijo Alonso a Faba-Informa.
Estudios hechos por los investigadores locales han encontrado una "significativa presencia" de este tipo de gangliósidos no sólo en cáncer pulmonar, mamario y melanona sino también en ciertos tumores de la infancia, como el nefroblastoma, hallazgo que sugiere una potencial aplicación en oncología pediátrica.
Según el investigador, la masa tumoral tiene" privilegio inmunológico" y no es atacada por los efectores del sistema inmune. De hecho -señaló- ciertos gangliósidos despliegan un efecto inmunosupresor. De allí que el gran desafío de la vacunación es "romper" esa tolerancia y promover el ataque de los residuos tumorales. Por ello, una de las características de estas vacunas consiste en sostener la inmunización por períodos prolongados.
"La administración es prolongada y comprende 15 dosis, las primeras cinco quincenales y las diez siguientes mensuales", puntualizó Alonso.
Este proyecto forma parte de otro más amplio para el desarrollo de diversos compuestos antitumorales innovadores y sistemas de diagnóstico molecular que ha sido seleccionado como de "área estratégica" por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
La inmunoterapia es un campo muy promisorio en la investigación del cáncer y son muchos los que se encuentran abocados al desarrollo de vacunas efectivas contra el cáncer. Sin embargo, uno de los principales obstáculos es la inestabilidad genética de los tumores y la consecuente adaptación de células transformadas para sobrevivir en un medio inmunológico hostil. Es por ello, que es mucho más factible que las vacunas formen parte de un tratamiento contra la enfermedad residual. En tales casos, algunos de los roles potenciales de las vacunas contra el cáncer puede ser como terapia adyuvante, subsiguiente a cirugía, radiación o quimioterapia, para reducir la masa del tumor en los casos de tumores no resecable, o como una terapia de mantenimiento que asegure una respuesta inmune activa contra futuras recaídas.

Ensayos clínicos de fase III


Los estudios previos llevados a cabo por los científicos argentinos incluyeron toda la investigación preclínica en distintos modelos animales y los ensayos clínicos de fase I y II encaminados a demostrar la seguridad del producto. "Los efectos adversos fueron de leves a moderados y han sido razonablemente bien tolerados, destacándose algunas reacciones e hipersensibilidad a la vacuna de carácter reversible", señaló Alonso.
En estos momentos los ensayos clínicos están por entrar en la fase III, etapa en la cual se busca la demostración definitiva sobre la efectividad del tratamiento. Es por ello que un estudio internacional en el que participarán además de Argentina y Cuba, centros de Brasil, Malasia, Singapur e India, pondrá a prueba los efectos de la vacuna desarrollada en el país contra tumores de pulmón. Este estudio multicéntrico consistirá en la aplicación del protocolo de inmunización a pacientes portadores de cáncer de pulmón a células no pequeñas (NSCLC, non -small cell lung cancer), luego de la quimioterapia convencional. Según Alonso, se prevé que se incluirán en esta etapa del ensayo un total de 800 pacientes.
"En caso de aprobarse y registrarse, el producto sería de la compañía argentina Elea y podrá exportarse a otros países", concluyó Alonso.

 

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