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General

Crónica de un bioquímico asistente al XXI Congreso de la Colabiocli
Papas a la huancaína y HbA1c, zamacueca y Estandarización



Por Gabriel Eterovich
pecosbilly@yahoo.com.ar


“ ...El común denominador, casi el hilo conductor de todo el XXI Congreso Latinoamericano de Bioquímica clínica fue la Estandarización para todas las áreas, disciplinas y subdisciplinas de nuestro trabajo. Por eso, cualquiera sea el tema científico que se abordara, al menos un expositor dedicaba minutos a Control de Calidad, Veracidad y Varianza de Valores de Corte, etc...Jerarquizar nuestro trabajo, en estos tiempos de automatizadores ad-limitum, poner en práctica nuestra capacidad de evaluación criteriosa de un parámetro; pero, con la certeza previa, de que ese parámetro sea el más exacto posible”


No solo el conjunto de novedades y rectificaciones en el devenir diario de nuestro trabajo nos entusiasmó a tomar el avión. Lima, por su parte, trae consigo lo suyo, es una de las ciudades más antiguas creadas por la Conquista (F.Pizarro, 1535), capital floreciente del Virreinato del Alto Perú y, desde aquel tiempo, uno de los conglomerados urbanos más densos y culturalmente significativos de nuestra Latinoamérica.
El Congreso (de la Colabiocli) se llevó a cabo en el lujoso Hotel Westin (de la Cadena Libertador) ubicado en el Distrito de San Isidro (una especie de Down Town o “Puerto Madero” al Sur de Lima). Las salas, las traducciones simultáneas, los soportes técnicos visuales y auditivos como así también la accesibilidad global a los cursos, a las conferencias o a las Sesiones Plenarias fueron óptimos. Algunas quejas livianas se escucharon por el poco tiempo de mostración y un casi “ninguneo” hacia los posters. Curiosamente, el cuadernillo, que contenía el programa oficial de conferencias no incluía la temática de los Cursos, ni un abstract de las charlas de los Simposios y, directamente, como decíamos, los posters no figuraron.
Luego de una Ceremonia de Inauguración de perfil bajo y discursos breves junto al vernisagge se pudo apreciar un excelente espectáculo folclórico (música y danzas) que abarcó todo el Perú, es decir, básicamente sus tres regiones culturales-topográficas: la sierra, la costa y la selva. El Grupo se llama NovaFolk Perú, merece la pena destacarse.
La exposición Comercial fue discreta, incluyendo empero, algún seductor sorteo.
Esa mañana del martes 28, de los tres temas del Simposio en paralelo: “El poder del frotis de sangre periférica”; “Avances en el Laboratorio Clínico”, y “La HbA1c en el diagnóstico y monitoreo de la Diabetes Mellitus”, escogimos esta última. Segundo Seclén (Perú) demostró cómo se está trabajando actualmente en su país al respecto y nuestra hermana uruguaya Stella Raymondo nos recordó la humildad con la que se viene trabajando en su país y la constante colaboración argentina con la que cuenta. Los “gringos” David Bruns y David Sacks nos convencieron de que hoy día, prácticamente la glucemia basal en ayunas debería descartarse como método de screening sobre diabetes en pos de la Hemoglobina Glicosilada de la que, al margen, se ocuparon de explicarnos bien por qué no se debería llamar así, sino en verdad, Hemoglobina glicada. A la tarde del día siguiente el Dr Enrique Abraham Marcel (Cuba) quiso retrotraer las cosas hablando de pros y contras de glucemia en ayunas vs HbA1c pero, al menos a nosotros, no nos convenció.
Entre la finalización de los Simposios matutinos y el comienzo de los de la tarde había espacio físico para probar comida típica en las proximidades del coqueto San Isidro o, en los también elegantes Miraflores o Chorrillos (el Restaurante “Punta Sal” frente al Parque del Amor en Miraflores fue una buena excusa para un “Piqueo Mixto” camarones-langostinos-cebiche-pulpo-calamarres-mejillones y ostras en un mismo gran plato “a compartir”).
Panza llena, corazón contento, con un par de fotos de la Virgen Milagrosa y el Parque Kennedy de Miraflores volvimos al Congreso para aplaudir a la querida Lucia Kordich que en poquito más de 30 minutos sintetizó toda la “historia” prácticamente de lo que en clínica llamamos “Hemostasia y Trombosis”. Luego, también se lució Cristina Duboscq, “desburrándonos” a muchos sobre las nuevas generaciones de anticoagulantes orales, tanto inhibidores de la Trombina como del factor Xa, y la falta de kits comerciales para su evaluación y estandarización.
En la segunda jornada optamos primero por “Biomarcadores de Enfermedad Renal” en donde, por sobre todas las cosas, los disertantes Luis Estremadoyro y Juan Miyahira (ambos del Perú) Greg Miller (USA) y nuestro Daniel Mazziotta, amén de la simplificación de la toma de muestra para el “eterno y bondadoso” Clearence de Creatinina nos convencieron de la necesidad de corregir nuestros protocolos en relación a lo que se denomina “Valores de Referencia” para la Creatinina y subordinar estos, a rangos etarios o, mejor aún, por superficie corporal. Se ilustró textualmente: “los valores de referencia no pueden ser los mismos para una abuelita nonagenaria de 45 kg que para una masa muscular como la de Arnold Schwarzenegger”.
El mediodía lo dedicamos a husmear mínimamente en esa otra Lima, “no del todo turística” (como no se lleva a un amigo que no conoce Bs As por Paternal o Flores Sur o Liniers). Sin hacer lugar a los timoratos-temerosos de siempre… “ahí no vayas, es peligroso, te roban,… ufff!” Tomando igualmente mínimas precauciones un buen lugar nos pareció la Avenida 28 de Julio del Distrito La Victoria, allí hay humildísimos restaurantes típicos que te ofrecen “comida de la Selva”: Tacacho con Cecina, Ahumado de Toa y para beber Cocona, Rabo de Mono o la iconoclasta “Inka Cola”. El almuerzo lo digerimos perfectamente y nos agradó muchísimo. Y no nos robaron nada.
Por la tarde asistimos al encuentro de tópicos selectos en Laboratorio Clínico, en donde el brasileño Amadeo Saez-Alqueza nos actualizó en la nerviosamente cinética grilla de los tipos, sub y sub-sub tipos de Hepatitis Virales.
Por la noche de esta segunda jornada se ofreció la Cena de Confraternidad en el Salón Limatambo del prestigioso hotel Westin. Entrada y plato principal típicos peruanos, numerosa orquesta en vivo que hizo que, al final, aunque tarde, se armara el bailongo…
El último día del Congreso lo comenzamos a full: “Tuberculosis, una nueva Visión en el diagnóstico”, en donde luego de escuchar a sus colegas anfitriones Juan Agapito y Mirko Zimic, Jacobus de Waad (u n holandés que desde hace más de dos décadas vive y trabaja en Venezuela) nos entretuvo (pero nos entretuvo en serio, como un Landriscina de la TBC) con sus dos charlas: “El diagnóstico de Tuberculosis en el Laboratorio, desde PPD hasta PCR” e “Infección con Micobacterias no tuberculosas y deficiencias en procesos de esterilizaciòn y desinfección”. Todo un personaje: pantalón de jean, zapatillas, remera y camisa de jean desprendida en el estrado, hablando un castellano perfectamente entendible y definitivamente pintoresco, nos actualizó, nos llenó de data y nos recordó viejas y nuevas recomendaciones.
Por la tarde, en el Simposio de la Colabiocli el Dr Carlos Navarro (como en todo el congreso, desde los estrados, desde los pasillos, en los cócteles o en las cenas) ofreció su tremenda simpatía y sus “pies en la tierra” sobre el trabajo de los bioquímicos –u otros nombres similares- en América Latina. Un par de colegas de Bolivia y Paraguay nos alertaron del severo problema al que nuestra profesión se ve afectada en esos países: desde técnicos que son “habilitados” por breves cursillos de ínfimas cargas horarias a títulos intermedios que le permiten “competir” en escalafones hospitalarios o tener sus propios laboratorios de análisis clínicos. El Dr. Roberto García hizo lucir a nuestro país hablando de las bondades del PROECO de la FBA y la FABA, y de su masiva aceptación a nivel panamericano y aún más… en su ponencia titulada: “Educación de Posgrado: la necesidad de un cambio de paradigma” utilizó como soporte visual el novedoso PREZI que, creemos, con el tiempo dejará en desuso al omnipresente Power Point.
El común denominador, casi el hilo conductor de todo el XXI Congreso Latinoamericano de Bioquímica clínica fue la Estandarización para todas las áreas, disciplinas y subdisciplinas de nuestro trabajo. Por eso, cualquiera sea el tema científico que se abordara, al menos un expositor dedicaba minutos a Control de Calidad, Veracidad y Varianza de Valores de Corte, etc, etc… pues, de esa manera podremos hablar científica y criteriosamente “de igual a igual” con un profesional médico en pos de poder hasta participar de una selección diagnóstica. Jerarquizar nuestro trabajo, en estos tiempos de automatizadores ad-limitum, poner en práctica nuestra capacidad de evaluación criteriosa de un parámetro; pero, con la certeza previa, de que ese parámetro sea el más exacto “posible”.
Con orgullo, afirmamos además, el papel preponderante que nuestro país ejerce en estos congresos, el Dr. Carlos Navarro fue reelecto para un nuevo período al frente de la COLABIOCLI, en casi todas las mesas participaron compatriotas y como ya se ha expresado el PEEC y el PROECO fueron ejemplos a compartir por otros países vecinos y hermanos.
Al día siguiente ya no había que despertarse con la necesidad de prestar atención, el congreso “ya” era historia, incluimos el diplomita en el coqueto atachét amarronado que se nos obsequió y esa noche un poco de folclore, o, como dicen ellos, de música criolla, no vendría mal… elegimos “Don Porfirio” en Barranco (un distrito colonial que incluye el “Puente de los Suspiros”).”Don Porfirio” es un lugar auténtico, puro de música peruana, cajones, guitarras, cantores de potente voz, el duende de Chabuca, bailarines, zamacuecas, valsecitos y landós, con buenos platos, sin “matarte” en el precio y pudiendo pagar con tarjetas de crédito.
El viernes algunos prepararon presurosos sus enceres en pos del mundialmente famoso Machu-Pichu; otros elegimos el Norte y zambullirnos en las milenarias culturas mochica (moche) y chimú (Chiclayo-Trujillo-Cajamarca), igualmente quedamos en deuda con Lima. Con un pie en el avión fotografiamos un pelícano en Chorrillos, la cruz del Santuario de San Cristóbal desde donde se ve toda Lima, las catacumbas en el Museo de la Catedral y Claustros de San Francisco y, tozudos al fin, seguimos visitando los distritos humildes: Rimac, Lurigancho, Los Olivos y… no pasamos ningún mal momento ni nos faltó nada.…

… ahora, en un par de años, Dios mediante, nos espera Quito, otra cultura y este mismo común denominador de agua, selva y Andes, este común denominador; este sentimiento latinoamericano.




Papas a la huancaína y HbA1c, zamacueca y Estandarización

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