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| Preocupación por la suba de los costos de los laboratorios La escalada de la cotización del dólar eleva los precios que se deben pagar por los insumos importados. Los aumentos de las tarifas de los servicios públicos, especialmente el de la energía eléctrica, perjudican la ecuación del funcionamiento de los laboratorios bioquímicos. Si bien el impacto de la crisis financiera mundial no se ha sentido, al menos hasta el momento, en el sector sanitario argentino como ocurre con otras actividades económicas como en las industrias metalúrgica, textil y automotriz, lo cierto es que para los bioquímicos en particular la situación tiende a agravarse debido al incremento de los insumos importados que se utilizan en los laboratorios de análisis clínicos, en función del alza de la cotización del dólar. Este cuadro se potencia, con el incremento de las tarifas de los servicios públicos, especialmente el de la electricidad, que impacta en gran manera en nuestros laboratorios. Estos dos factores están desequilibrando en gran medida la ecuación económica de funcionamiento de los laboratorios, sin que hasta el momento existan fuentes genuinas de financiamiento que la equiparen, tanto más, si se considera el último incremento salarial del diez por ciento conseguido por el gremio de la Sanidad. A su vez, por la crisis financiera ya se están produciendo despidos en industrias filiales de centrales extranjeras, situación que de profundizarse conducirá a un desequilibrio en las cuentas de las obras sociales gremiales. Por otra parte, si bien sólo se advierte algún atraso, no demasiado importante, en los pagos de algunas obras sociales, que no deja de ser preocupante, es el aumento de las tasas de uso de casi todas las obras sociales que se ha dado, atípicamente, durante el mes de marzo, lo que desnaturaliza el valor último de las cápitas. Con respecto a las empresas de medicina prepaga hay que señalar que desde marzo han incrementado los valores de las cuotas en un 5 por ciento, porcentaje que está siendo trasladado a las remuneraciones de los prestadores, pero que en el caso de los bioquímicos resulta insuficiente, porque llega a la mitad, por ejemplo, del aumento salarial de referencia al que hay que hacer frente. Un dato alentador lo representa el hecho de que ya algunas obras sociales se están incorporando, merced a las negociaciones iniciadas por FABA, al Nomenclador Bioquímico Unico (NBU). Es de esperar, que a principios de abril y en mérito a las tratativas en marcha, otras obras sociales hagan lo propio. IOMA y PAMI Con relación al IOMA hay que decir que a fin de marzo se estaba abonando la mitad de enero, por lo que el atraso en el pago se mantiene en los mismos plazos, aunque existe temor de que en un futuro no muy lejano la situación se complique. En abril, por otra parte, se estarán liquidando al IOMA las prácticas brindadas desde enero de este año a los afiliados del Instituto que están fuera del padrón. La discusión de un nuevo convenio contractual entre la Federación Bioquímica y el IOMA no ha avanzado significativamente durante el mes de marzo, habida cuenta de la falta de decisiones por parte de la conducción de la obra social para brindar respuestas a diversas propuestas formuladas por FABA. En otro orden hay que decir que se está acelerando la facturación de las tasas de incentivo al PAMI, pese a las auditorías de real prestación que realizan, en exceso, algunas de las Unidades de Gestión Local. |
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Preocupación por la suba de los costos de los laboratorios |
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