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Dos de cada 10 bonaerenses
padecen acidez por el estrés

Así lo reveló un informe realizado por especialistas del Hospital General San Martín de la capital provincial.



Dos de cada diez bonaerenses sufre algún estado de acidez o reflujo por el estrés y la ansiedad que ocasiona la vuelta a la actividad laboral después de las vacaciones y la crisis económica mundial, reveló hoy un informe de la Provincia de Buenos Aires.
El trabajo de profesionales del hospital provincial San Martín de La Plata señala que "si bien no se conocen las causas profundas de los malestares gástricos como la acidez o el reflujo, se sabe que los factores emocionales nocivos aumentan la percepción de los síntomas".
Según el informe, "el 20% de la población analizada en la Provincia de Buenos Aires padece algún episodio de acidez y reflujo a lo largo del año".
Los malestares gástricos "se agudizan motivados por el estrés y la ansiedad propios de la vuelta al ritmo laboral, en un año signado por un clima de crisis que amenaza con mostrar sus efectos locales al corto plazo", indica la investigación.
"Lo que vemos en forma frecuente es que cuando una persona está afectada emocionalmente por un cuadro de estrés, ansiedad o depresión bajan los umbrales sensitivos y percibe más claramente los síntomas", dijo el gastroenterólogo Roberto Reta, a cargo de la Unidad de Motilidad del hospital.
Retta explicó que "los factores emocionales nocivos generan un círculo vicioso: a más angustia más síntomas y a su vez, más preocupación y mayor malestar porque la persona está más pendiente de todo lo que siente".
La enfermedad acido-péptica "genera lesión por la acción de dos sustancias que se secretan normalmente en el estómago: el ácido clorhídrico y la pepsina, una enzima que inicia la digestión de las proteínas", explicó.
"Si bien el ácido clorhídrico es tan fuerte como el muriático -dijo-, el recubrimiento del estómago está preparado para tolerarlo, pero el problema se genera cuando hay un desbalance entre esas sustancias".
Es frecuente que ese ácido presente en el estómago ascienda hasta el esófago que, puede tolerarlo pero hasta cierto límite.
Cuando hay más ácido de lo esperable las personas suelen sufrir de esofagitis, una inflamación que se manifiesta con una sensación de ardor y calor que asciende desde el estómago a la garganta.
Para diagnosticar la cantidad de ácido presente en el esófago, la Unidad de Motilidad del hospital San Martín cuenta con la posibilidad de efectuar un estudio llamado peachimetría.
Retta explicó que "al paciente se le coloca en el esófago un catéter -peachímetro- que tiene una memoria electrónica y registra cada seis segundos la cantidad de ácido. Los datos se leen a través de una computadora y luego se define el tratamiento.
Pero buena parte de los afectados por reflujo gástrico no tiene un exceso de ácido sino de otras sustancias, como líquido biliar o pancreático, que también pueden lesionar el esófago hasta ulcerarlo.
Para detectar esas anomalías el hospital acaba de incorporar un nuevo método de diagnóstico llamado impedanciometría, único en los hospitales públicos bonaerenses.
Una vez logrado el diagnóstico certero es posible apelar a tratamientos farmacológicos o, en los casos más graves, a una cirugía que cierra la válvula encargada de separar al estómago del esófago.
Cuando la sensación de acidez y reflujo es clara, no es difícil llegar al diagnóstico y tratamiento adecuados.
El problema es que esta afección suele manifestarse con síntomas desconcertantes y eso lleva a los pacientes a pasar de consultorio en consultorio sin lograr una solución a su problema.

INTERTINO IRRITABLE
Por otra parte, casi tres de cada diez argentinos sufren de intestino irritable, como consecuencia del estrés y los hábitos alimentarios inadecuados, alertaron especialistas de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAG).
Los datos fueron difundidos en la presentación de una encuesta sobre la incidencia de los trastornos digestivos en la población, que reveló que afectan al 71,1% de las mujeres y al 51,3% de los hombres.
Juan De Paula, médico gastroenterólogo y ex presidente de la SAG, puntualizó que "se estima que entre el 25 y el 30% de la población sufre síntomas de síndrome de intestino irritable".
De Paula explicó que ese trastorno "se caracteriza por dolor abdominal con alteraciones del ritmo evacuatorio" y añadió que "uno de los síntomas acompañante más frecuente y marcado es la distensión abdominal o hinchazón, que altera la calidad de vida".
La encuesta fue realizada por Gallup en las principales ciudades del país, donde se interrogó a 503 personas de ambos sexos, de 18 a 70 años.
El sondeo señaló que prácticamente dos de cada tres mujeres que presentaban algún trastorno digestivo destacaron a la distensión abdominal -comúnmente denominada hinchazón- como el principal síntoma de su dolencia.
Un alto porcentaje de las mujeres atribuyó esa sintomatología a causas vinculadas con la alimentación, como malos hábitos (34,4%), ingesta rápida (30,5%), excesos de comidas o bebidas (22,1%) y al estrés (29%).
Los hombres manifestaron que sufren como síntomas más frecuentes de los trastornos digestivos la acidez (50,9%), la hinchazón (47,4%), pesadez (39,7%), dolores o espasmos (20,7%) y reflujo (19,8%).
Luis Bustos Fernández, médico gastroenterólogo y ex secretario de la SAG, indicó que "la causa de la distensión intestinal no está del todo determinada y probablemente exista más de un factor involucrado".
Este especialista señaló que "alguno de ellos son el estrés, los hábitos alimentarios y la calidad de la flora bacteriana intestinal".
Bustos Fernández explicó que "esa flora está constituida por millones de bacterias que desde el nacimiento habitan el intestino humano y tiene múltiples funciones beneficiosas para el hombre"
"Los beneficios van desde la formación de ciertas vitaminas hasta la protección ante agentes patógenos y también contribuye al proceso digestivo", precisó.
El gastroenterólogo consideró que "las personas pueden ayudarse con la búsqueda de una flora de buena calidad y, una posibilidad para lograrla, es el uso de los probióticos".
"Los resultados de investigaciones recientes, llevadas a cabo con un yogur que contiene un microorganismo probiótico -el bifidobacterium lactis DN-173 010- demostró reducir la hinchazón y mejorar la sintomatología del colon irritable con constipación", acotó.
Además, precisó que ese alimento "favoreció el tránsito intestinal, la evacuación y mejoró la calidad de vida en pacientes con intestino irritable".
Los especialistas de la SAG aludieron a un estudio en el que se midió la hinchazón con un pletismógrafo, una especie de corset con sensores eléctricos que se coloca al paciente por 24 horas.
Así se cuantificó algo que muchas pacientes refieren como que amanecen con la panza chata y, con el correr de las horas, la distensión se agrava y llega a su pico máximo por la tarde.
Los gastroenterólogos advirtieron que los pacientes manifestaron sentirse pesados y con molestias, pero se observó que los probióticos ayudaron a mejorar la calidad de vida.


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