| Infertilidad 
              - Por Ana María Pertierra Mantener la mente activa reduciría
 el riesgo de padecer Alzheimer
 Un estudio de científicos argentinos 
              reveló que el nivel educacional
 y el de actividad intelectual y laboral son factores preventivos 
              ante el riesgo
 de demencia senil. Ejercitar las funciones intelectuales postergaría 
              la aparición de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
 Así como 
              la actividad física mejora la calidad de vida y actúa 
              en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la 
              actividad intelectual puede combatir la aparición de enfermedades 
              neurodegenerativas como el mal de Alzheimer. A esta conclusión 
              arribaron los investigadores del Conicet, Ricardo Allegri, Fernando 
              Taragano, y Hugo Krupitzki a través de un estudio longitudinal 
              en una población de individuos mayores de 50 años 
              con trastornos leves de la memoria y de la conducta. En diálogo 
              con Faba-Informa, el doctor Ricardo Allegri, jefe de servicio de 
              Neuropsicología del Cemic (Centro de Educación Médica 
              e Investigaciones Clínicas "Norberto Quirno"), 
              explicó que el objetivo primordial del estudio fue buscar 
              factores protectores y agravantes en la conversión a demencia 
              en una población en riesgo.El ensayo evaluó si las personas con trastornos de conducta 
              o cognitivos leves representaban una población en riesgo 
              de desarrollar demencia degenerativa. Para ello, sometieron a un 
              seguimiento promedio de tres años (el estudio total llevó 
              5 años) a 301 pacientes con síntomas leves que no 
              afectaban significativamente sus actividades diarias. Allegri comentó 
              que entre los factores que previenen la aparición de un proceso 
              degenerativo, el nivel educacional, la actividad intelectual y la 
              laboral fueron los de mayor peso estadístico, mientras que 
              los factores de riesgo vascular como la hipertensión, la 
              hipercolesterolemia y la diabetes fueron agravantes. "Aunque 
              la enfermedad de Alzheimer no es vascular, los factores de riesgo 
              vascular tienen un peso importante en su desarrollo", dijo.
 El neurólogo se refirió al deterioro cognitivo leve 
              como un síndrome de declinación de las funciones intelectuales, 
              como la memoria, mayor a la esperada para una edad determinada que 
              no interfiere con las actividades cotidianas y que muchas veces 
              puede pasar inadvertido y ser el síntoma inicial de algún 
              trastorno degenerativo. Mientras que el deterioro conductal leve, 
              que aparece en la tercera edad, se relaciona con los trastornos 
              leves de la conducta como los cuadros depresivos, de apatía, 
              o agresividad y tampoco afectan de forma significativa la vida cotidiana.
 La enfermedad de Alzheimer, una patología frecuente en el 
              envejecimiento, comparte en su inicio la sintomatología de 
              los olvidos. Este mal de origen degenerativo determina una pérdida 
              progresiva de las facultades intelectuales (síndrome demencial). 
              Su incidencia es alta y aumenta con la edad, con valores de 2% a 
              los 60 años y 20% a los 80.
 Los trastornos leves de la memoria y de la conducta, que por lo 
              general acompañan a la edad adulta avanzada, en algunos casos 
              pueden constituir los primeros signos de las enfermedades neurodegenerativas. 
              El estudio llevado a cabo por el doctor Allegri y su equipo del 
              Cemic se propuso determinar cuántos de los pacientes con 
              dichos síntomas evolucionarían
 a demencias. Para ello, cada paciente fue evaluado mediante exámenes 
              neuropsiquiátricos, neuropsicológicos, pruebas de 
              laboratorio y de diagnóstico por imágenes. "La 
              enfermedad neurodegenerativa el paciente la tiene mucho antes que 
              aparezcan los síntomas, sin embargo, el momento en que se 
              expresa clínicamente depende de un concepto denominado reserva 
              cognitiva, que tiene que ver no sólo con el nivel educacional 
              sino también con lo que se continúe capacitando en 
              la tercera edad", agregó Allegri.
 El trabajo, que se presentará en el próximo congreso 
              de la Academia Americana de Neurología de los Estados Unidos, 
              fue galardonado con el premio anual de la Academia Nacional de Medicina.
 Los participantes del estudio fueron divididos en tres grupos según 
              su cuadro clínico: 239 con deterioro cognitivo leve, 45 con 
              deterioro conductal leve y 17 con psicosis tardía. Los datos 
              observados revelaron que a los tres años habían desarrollado 
              demencia el 40% de quienes tenían un deterioro cognitivo, 
              el 60% de los que presentaban deterioro conductal y el 100%
 de los pacientes con psicosis.
 
               
                | Prevención: 
                    A mover las neuronas  Según estimaciones 
                    de la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad 
                    hay aproximadamente 600 millones de personas que superan los 
                    60 años de edad. El número se duplicará 
                    para el 2025 y triplicará para el 2050.Los especialistas 
                    señalan que tal aumento en la expectativa de vida trae 
                    aparejado un desafío por optimizar el funcionamiento 
                    físico y mental en esa etapa de la vida. Por ello, 
                    recalcan que la ejercitación de la actividad intelectual 
                    posterga la aparición de los síntomas del deterioro 
                    cognitivo.¿Cuáles son las recomendaciones para mantener 
                    la mente en forma? Llevar un estilo de vida saludable haciendo 
                    hincapié en la actividad física y la nutrición. 
                    Controlar los niveles de colesterol y de presión sanguínea. 
                    Realizar ejercicios mentales, mantener una vida social activa 
                    con una amplia gama de intereses y hobbies y evitar el estrés. 
                    "Muchas veces los problemas de memoria en personas de 
                    50 años se deben a la sobreexigencia laboral" 
                    , señaló Allegri. Pero si a pesar de todo esto, 
                    aparece algún síntoma, existen centros especializados 
                    con grupos de entrenamiento cognitivo para mantener una mente 
                    joven..
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