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Un test sanguíneo detecta el mesotelioma pleural incipiente

La elevación en sangre de la proteína osteopontina se correlaciona con la presencia de lesiones pulmonares asociadas a la exposición a fibras de amianto. El incremento exagerado de la proteína indica presencia de mesotelioma pleural, según se publica hoy en el New England.
La presencia en sangre de niveles elevados de la proteína osteopontina es un marcador precoz de la presencia de un mesotelioma pleural, uno de los cánceres provocados por la exposición a fibras de amianto (asbestos). El hallazgo, que se publica hoy en The New England Journal of Medicine, permitirá el desarrollo de un test sanguíneo que detecte este mesotelioma en sus inicios, cuando el tratamiento obtiene mejores resultados.
"El nivel de osteopontina se incrementa sustancialmente en las primeras fases del mesotelioma pleural, por lo que se convierte en el objetivo idóneo para un cribaje entre las personas que estuvieron expuestas a fibras de amianto", ha asegurado el principal autor del estudio, Harvey Pass, del Departamento de Cirugía Cardiotorácica de la Universidad de Nueva York.
Las fibras de amianto se utilizaron como aislante en productos como tejas, pinturas o tuberías. Con el tiempo se descubrió que este material liberaba partículas que si eran inhaladas producían algunos tipos de cáncer (sobre todo, de pulmón) y se retiró del mercado.
El mesotelioma pleural por exposición a amianto suele afectar a gente que trabajó en su día con el material, como profesionales de la fundición, fontaneros, mineros, bomberos y trabajadores de la construcción, en general.

Comparado con fumadores

En el presente estudio participaron 190 pacientes. De ellos, 69 presentaban una enfermedad no maligna asociada a la exposición a amianto, como inflamación pulmonar; 45 eran fumadores o lo habían sido, pero nunca habían estado en contacto con materiales con amianto, y 76 acababan de ser diagnosticados con un mesotelioma pleural.
"Los sujetos expuestos a fibras de amianto durante más de diez años tenían un nivel de osteopontina en sangre que duplicaba al de las personas que habían estado expuestas a amianto durante menos tiempo. A medida que el nivel de la proteína aumentaba, los cambios pulmonares, como cicatrices, se hacían más evidentes; hasta el punto de que en los sujetos con mesotelioma pleural los niveles de osteopontina se multiplicaban por seis, incluso aunque la enfermedad fuera muy incipiente", han resumido los investigadores.
El siguiente paso será determinar a partir de qué nivel de osteopontina en sangre se debe sospechar la presencia de un mesotelioma pleural. "Una vez determinado el umbral se podrán probar algunos prototipos de test diagnósticos que ya están desarrollados", ha avanzado Pass.

Más datos

En un editorial que acompaña al estudio, Mark Cullen, de la Facultad de Medicina de Yale, en New Haven (Connecticut), califica de positiva la obtención de este biomarcador para mesotelioma pleural, pero se muestra prudente antes de considerar un cribaje para el mesotelioma pleural basado en el nivel de osteopontina.
"Hace falta saber si un cribaje poblacional para la detección precoz del mesotelioma podría cambiar realmente el pronóstico de la enfermedad", sustenta. Los datos apoyan que la cirugía o la terapia combinada alargan la supervivencia si se aplican cuando el cáncer se localiza exclusivamente en el tórax (34 meses frente a 10 meses en personas con enfermedad más avanzada).

Fuente: Diario Médico - España


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