Según coincidentes versiones extraoficiales se convocarían
en junio o julio. Extrema dificultad para pagar las mejoras dispuestas
en diciembre. Los bioquímicos bonaerenses quedaríamos otra
vez fuera de la discusión. La casi inminente convocatoria a nuevas
paritarias para los empleados del sector de Sanidad pondría a muchos
laboratorios bioquímicos en situación de analizar su continuidad
mientras que, como lamentablemente se sabe, algunos ya han debido cerrar
sus puertas. La situación de las clínicas privadas no es
menos grave. La situación que puede abrirse a partir de las paritarias,
sin nuevos mejoramientos de aranceles, para los bioquímicos será
sin duda una puerta al vacío. Un vacío que tironea a los
efectores sanitarios privados sin que el gobierno nacional intente llevar
alivios, o lo que es peor y como se verá más adelante, que
contribuya a agravar el cuadro. El gremio de Sanidad conoce esta realidad
y al iniciar en mayo la paritaria con dos ramas de su actividad como el
de las droguerías y el de la industria farmacéutica planteó
una mejora del veinte por ciento, cercana al por ciento del poderoso Sindicato
de Camioneros y por debajo de lo que están reclamando otros gremios
como el de la Alimentación o Smata con pretensiones que se ubican
por encima del treinta por ciento. De todos modos, se reitera, en este
estado de cosas, los bioquímicos no pueden hacer frente a un nuevo
incremento salarial de los trabajadores de los laboratorios, no por considerar
que tal aumento carece de justicia, sino simplemente, por la imposibilidad
fáctica que surge a partir de la falta de actualización
de los aranceles profesionales. Hay que mencionar detenidamente aquí
la situación por la que atraviesan las clínicas privadas
que sí participaron integrando la delegación patronal en
las paritarias convocadas en diciembre último por el Ministerio
de Trabajo de la Nación. Las autoridades de Confeclisa, concretamente,
dijeron que desde ámbitos oficiales fueron engañados en
su buena fe porque les indujeron a suscribir el acuerdo salarial con la
firme promesa, luego incumplida, de que serían recompensadas con
mejoras arancelarias de las obras sociales a partir de las cuales podrían
hacer frente a la nueva escala salarial. Por eso se habla de que en ciertos
casos desde el gobierno nacional se contribuye a agravar la crisis del
sector de la Salud porque a muchas clínicas les está resultando
imposible pagar esa mejora de las retribuciones de su personal. Pero poniendo
la lupa en el sector bioquímico hay que decir que se sufre una
situación similar, sólo que no fue necesario que se nos
mintiera dado que directamente se nos impidió participar de la
discusión. Ahora bien, la Federación Bioquímica,
que ha puesto en marcha la instrumentación de una Cámara
con el objeto de poder integrar futuras representaciones patronales en
las paritarias, no llegara a tiempo con los plazos legales de la nueva
figura legal para esta ocasión. Por eso se está analizando
qué pasos se van a dar ante una nueva convocatoria del Ministerio
de Trabajo de la Nación. Pero independientemente de ello, se espera
que aquellos que dicen representar a los laboratorios bioquímicos
no tengan la misma actitud que explicitaron en diciembre pasado cuando
expresa y firmemente hicieron todo lo que estuvo a su alcance para impedir
la participación de la Federación Bioquímica de la
Provincia de Buenos Aires en las negociaciones paritarias con el Sindicato
de Sanidad. El ítem que en los cálculos de los gastos de
laboratorio se denomina Recursos Humanos se incrementó desde diciembre
mientras que el rubro de Insumos lo hace de manera permanente en lo que
va del año; estas dos variables, al modificarse para arriba, han
alterado de forma tal la ecuación que el desarrollo de nuestra
profesión en no pocos casos se encuentra seriamente comprometido.
Una nueva modificación o incrementos del componente salarial, con
absoluta seguridad, hará que muchos laboratorios reciben el golpe
final sin que desde el gobierno se advierta la gravedad de tamaña
situación.
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