Capacitación,
atención primaria y vigilancia epidemiológica
La construcción de un sistema integral de salud que sea capaz de
cubrir las necesidades de la población requiere la formación
de sus recursos humanos. Es importante que esa formación produzca
profesionales que puedan responder a los requerimientos de los pacientes
donde y cuando estos lo necesiten y con la mayor calidad posible.
Dicha formación de recursos humanos debe tener en cuenta que es
urgente transformar nuestro limitado sistema de curación de la
enfermedad en otro de mayor calidad, basado en la prevención y
en la promoción de la salud. Avanzando en esta visión nuestra
red de laboratorios se encuentra abocada al desarrollo de un sistema de
vigilancia epidemiológica (actualmente en aplicación para
el Seguro Público Provincial pero que, creemos, debiera extenderse
al conjunto de las Obras sociales) que supera a los sistemas tradicionales:
por primera vez en la historia de nuestro país un sector de laboratorios
privados de análisis clínicos contribuye sistemáticamente,
notificando los datos obtenidos al sistema estadístico provincial,
respetando todas las normas de confidencialidad. Tenemos conciencia que
en la actualidad se desconocen las patologías que afectan a los
distintos grupos poblacionales ambulatorios que concurren a estos laboratorios
y queremos corregir esta situación con la notificación bioquímica
privada que facilite el aporte estatal de respuestas médicas y
no médicas oportunas a las distintas contingencias sanitarias.
Esta idea de FABA, que combina atención del paciente en lugares
accesibles con atención personalizada y aporte a la vigilancia
epidemiológica, exige una capacitación adecuada. Hace falta
un análisis de qué recurso humano se quiere formar para
cada tarea ya que no es lo mismo un profesional del primer nivel de atención
en el marco de la estrategia de atención primaria de salud, que
un profesional que trabaje en niveles de alta complejidad del mismo sistema.
Nosotros hemos notado que las ofertas educativas de postgrado son variadas
pero no están dirigidas a cumplir con ninguna planificación
que tenga que ver con objetivos fijados en relación con políticas
sanitarias globales o sectoriales. De esta manera todo queda en manos
de las posibilidades de resolución individual que cada bioquímico
tenga.
Sin embargo es importante que los conocimientos no se adquieran para competir
entre nosotros sino para mejorar todos juntos. O sea, pasen de individuales
a colectivos para poder avanzar en la utilización social de los
mismos. Es una concepción solidaria de la educación destinada
no a la competencia sino a la capacitación de toda la red de atención
de FABA de acuerdo a las exigencias de cada lugar de trabajo.
Formación continua respetando los
derechos de la sociedad y del bioquímico
De acuerdo a lo anterior, en la concepción de la Federación
Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires, la capacitación
debe ser sistemática y continua, y debiera darse en el seno de
la propia estructura sanitaria (en nuestro caso los laboratorios), en
los horarios y lugares de trabajo.
Entendemos, y así ha sido considerado y publicado reiteradamente
por nuestros equipos técnicos, que hay que contemplar y respetar
de manera equitativa los derechos de la sociedad a exigir que los profesionales
bioquímicos estén actualizados y los derechos del profesional
(sea su actividad pública o privada) a que se le den las condiciones
para que ello sea posible. No debieran olvidarse las condiciones que la
sociedad debe asegurar al profesional en ingresos, tiempo, desarrollo
científico, etc. al tratar este tema, de lo contrario se obligará
a los profesionales a deberes sin darles los medios necesarios para cumplirlos.
Reitero que nuestro pensamiento es que se debiera organizar una capacitación
sistemática de personal entrenado y actualizado de manera continua
en el seno de la propia estructura sanitaria y de acuerdo a los objetivos
de ésta. Si no es así la formación continua será
sólo una obligación más del profesional de la salud,
que deberá pagar de su bolsillo y realizar en sus horarios de reposo.
De acuerdo a lo anterior nos hemos preocupado de manera constante en establecer
el aporte y la responsabilidad de los empleadores (incluido el Estado)
y de las obras sociales y prepagas a la formación profesional y
a la acreditación de la calidad. Lamentablemente debemos decir
que esto no ha sido logrado hasta ahora.
Los financiadores, frecuentemente, eluden su responsabilidad en el aseguramiento
de la calidad que incluye la capacitación bioquímica y los
medios para lograrla y esto suele producir desánimo en el profesional
que ve que siempre se le exige más con magras o nulas contribuciones
a su esfuerzo.
A pesar de lo anterior, los bioquímicos individualmente y la Federación
Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires como institución,
han hecho esfuerzos en la capacitación continua.
En nuestro caso, FABA es la entidad madre de la Fundación Bioquímica
Argentina donde se desarrolla un Programa de Educación Continua
que intenta aproximar al punto de vista de la Federación, revalorizando
el trabajo profesional y elaborando innovadores conceptos pedagógicos.
Dicho Programa de Educación Continua (PROECO) aborda diferentes
modalidades educativas desde cursos presenciales de variada carga horaria,
en módulos rotativos por las distintas localidades para ser dictados
cerca de los lugares de trabajo o vivienda del bioquímico, hasta
cursos a distancia por Internet y talleres participativos.
Sus actividades no se ubican dentro de lo que se conoce como educación
“dura” que es la de las universidades en las carreras de grado,
ni “blanda” como se denomina a la de los cursos informativos.
Se pretende, sobre todo en los talleres participativos nominales, responder
a los problemas suscitados diariamente en el trabajo.
La Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Aires,
por ejemplo, va a comenzar a financiar un sistema de entrenamiento destinado
a desarrollar conocimientos en el área de la citología genital
femenina y la respuesta inflamatoria vaginal y a uniformar y normatizar
las técnicas e informes. El sistema se hará en colaboración
con la Fundación Bioquímica Argentina en lo que se va a
llamar PROYECTO ERIGE (Estudio de la Respuesta Inflamatoria Genital).
Se trata de un sistema que se realiza por medios electrónicos y
gratuitos, poniendo en contacto, bajo la coordinación de personal
docente calificado, a profesionales de las regiones más distantes
para una formación entre pares.
Los ciclos serán anuales y la Fundación Bioquímica
Argentina otorgará un certificado equivalente a 100 horas teórico
prácticas. Cada año se actualizará un manual de técnicas
con el aporte de los participantes.
Nuestra intención en el futuro es seguir avanzando en este camino
para facilitar la capacitación del profesional tratando de allanarle
los obstáculos. Tenemos una particular preocupación en esto.
A menudo ha ocurrido que los organismos profesionales aparecen ante el
bioquímico como entes que sólo le presentan exigencias,
dificultades y obstáculos y pocas veces ayuda y comprensión
a sus problemas. Estamos tratando de hacer extensiva a la educación
bioquímica nuestra visión solidaria de las instituciones
profesionales y de la atención sanitaria.
Capacitación entre pares
De acuerdo al proyecto educativo descripto los conocimientos no se imparten
de manera tradicional. No se intenta un traspaso de información
de un tema en particular colocando conocimientos teóricos en la
mente de los colegas al margen de sus necesidades. Por el contrario, a
medida que surgen las dificultades en las técnicas utilizadas en
los laboratorios o necesidades de ampliar los conceptos teóricos
que se manejan, los docentes actúan mediante todos los mecanismos
posibles de transferencia de conocimientos, ya sea de manera presencial
o mediante la utilización del correo electrónico, posibilitando
una vía rápida de ida y vuelta de información entre
pares. El docente ya no es más un examinador rígido sino
que se convierte en un consultor a quien se recurre cotidianamente y que,
a la vez, pone en contacto a colegas de distintos lugares con problemas
similares.
El criterio de enseñanza entre pares, permite que en un curso de
graduados no haya una separación entre el docente y el alumno puesto
que, en no pocos casos, los alumnos tienen más años de trabajo
en el tema que algunos de los que imparten los conocimientos. Este mecanismo
permite fortalecer el desarrollo profesional tanto de los alumnos como
de los profesores y hacer avanzar a ambos.
El hecho de basar la enseñanza en el análisis de las dificultades
que surgen del trabajo cotidiano se debe a que éste forzosamente
exige la adquisición de conocimientos nuevos como así también
la evaluación continua de prácticas de la rutina diaria
que muchas veces se deforman con vicios surgidos de la repetición
de todos los días. Esos aspectos deben ser analizados por ambas
partes, docentes y alumnos, para aprender y enseñar.
Con una modalidad distinta de la educación “dura” y
la “blanda”, los talleres participativos basados en la revalorización
de la práctica laboral individual pueden permitir un mecanismo
de enseñanza no tradicional, no enciclopedista. Se aporta al conocimiento
concreto de un tema para tratarlo con detenimiento y desde allí
mejorar la utilización social del mismo, al ser ampliado y mejorado
con la colaboración e intercambio entre colegas e integrando adecuadamente
la teoría con la práctica.
Esperamos, además, que el Proyecto ERIGE de formación continua
pueda actuar como una Unidad centinela en este aspecto de la salud reproductiva
femenina, ya que los participantes pueden ir aportando sus datos que permitan,
siempre respetando normas éticas y de confidencialidad, notificar
toda información que sea de interés a la estadística
estatal.
Estos temas fueron elegidos por su importancia epidemiológica y
por el papel que el cuerpo bioquímico puede desarrollar en cuanto
a la notificación voluntaria de datos vinculados a estas patologías,
que tienen incidencia directa en toda la población femenina.
Aporte bioquímico a la Formación
Continua
Como Presidente de la Federación Bioquímica de la Provincia
de Buenos Aires, entidad creadora de la Fundación Bioquímica
Argentina, me parece necesario destacar la labor que el Programa de Educación
Continua de esta última ha desplegado, como muestra del esfuerzo
unilateral de los bioquímicos.
En efecto, en estos años se fortaleció la producción
del conocimiento y el desarrollo de nuevas propuestas de postgrado con
la promoción de experiencias pedagógicas innovadoras. Desde
1997 hasta la fecha ha realizado más de 400 cursos y talleres,
con la participación de más de 12.000 bioquímicos
y 200 docentes provenientes del ámbito universitario y de Institutos
y Hospitales de prestigio que se desplazan a los sitios donde el bioquímico
actúa, totalizando 40 localidades de toda la provincia.
Pero el éxito de lo planteado exige un compromiso del Estado en
apoyo de esta experiencia. Hace falta que los financiadores públicos
o privados aporten los fondos adecuados que permitan un ingreso digno
para los bioquímicos, posibilitando una atención con la
calidad a la que tiene derecho la población, y también las
labores adicionales de contribución a la vigilancia epidemiológica
que son parte de este nuevo modelo prestacional que esperamos que todas
las Obras Sociales incorporen.
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