"¿Se acuerda de mí?", plantea ante
la propia mirada atónita un completo extraño hasta ese momento.
Inmediatamente, comienza una búsqueda frenética de las imágenes
archivadas en la memoria y hasta se tiene la sensación de que el
sistema nervioso central no dejará recoveco sin pispear. Por fin,
el cerebro ubica nombre, procedencia y quizás algún detalle
del interlocutor que resultaría incómodo repetir en voz
alta.
Este procedimiento, de apenas segundos, no termina ahí. Quizá
los nuevos datos de ese inesperado encuentro vuelvan a guardarse, remodelando
la información original. Para que esto suceda, entran en juego
delicados mecanismos que la ciencia intenta descifrar.
"Detectamos a nivel molecular una proteína, denominada NF-kB,
que participa tanto en el proceso de consolidación como en la reconsolidación
de la memoria y que si se la inhibe provoca amnesia. Estudios de este
tipo abrirían en el futuro la posibilidad de uso terapéutico
en casos como el estrés postraumático, donde se podría
inducir a olvidos terapéuticos", señala el doctor Arturo
Romano, del laboratorio de Neurobiología de la Memoria, que forma
parte del Instituto Ifibyne (UBA-Conicet), de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, creado hace más
de 20 años por el doctor Héctor Maldonado.
Desde entonces los investigadores intentan echar luz sobre los mecanismos
implicados en este proceso, que a veces también almacena conocimientos
desactualizados, dignos de olvido. Uno de ellos es que la memoria está
archivada en un solo compartimento que serían algunas de las células
situadas en el cerebro. "El recuerdo -aclara- no está en una
neurona, sino que se halla disperso en complejos circuitos neuronales
que en el caso de los mamíferos están, en parte, en la corteza
cerebral."
Y distintos son también los caminos que permiten acceder al recuerdo
almacenado. A veces es disparado por un aroma, una imagen o un sonido.
"La memoria es multisensorial y en distintos lugares del cerebro
se procesa información auditiva, visual, olfatoria, etcétera.
Luego hay estructuras, como el hipocampo, que ligan estas distintas informaciones
en un único recuerdo", indica. Básicamente, funciona
en red y para activarse entran en juego diversos circuitos neuronales.
"Cuando se produce la evocación, la memoria se puede reactivar.
Una información que se guardó de un modo originalmente se
puede remodelar y es posible agregar nuevos elementos. En este caso, la
memoria vuelve a sufrir un proceso de reelaboración o reconsolidación.
Hoy, se debate si se usan los mismos mecanismos que en la elaboración
inicial. Nuestro trabajo halló una proteína que participa
tanto en la consolidación como en la reconsolidación",
detalla. Es un factor de transcripción, que regula la expresión
de genes, proceso necesario para almacenar la memoria.
Estudio en animales
Los estudios se realizaron en distintos animales. Inicialmente, se eligieron
cangrejos, que en estado natural son presas de las aves. Considerando
esto, en el laboratorio se usa una pantalla que se mueve sobre el animal
para simular peligro, lo que le provoca una respuesta de escape. Al repetir
este estímulo en un ámbito cerrado, el animal varía
de estrategia defensiva y se queda quieto. "Ese cambio de comportamiento
se mantiene por mucho tiempo y es la evidencia de que se ha formado una
memoria de este aprendizaje. Pero cuando se modifica algún aspecto
relevante del escenario original el cangrejo tiende nuevamente a escapar",
dice Romano, investigador independiente del Conicet.
Evaluando las etapas de aprendizaje y consolidación, el equipo
halló por primera vez que el factor de transcripción NF-kB
participaba en la formación de la memoria. Luego, hicieron el estudio
en ratones junto con el laboratorio de Neurofarmacología de Procesos
de Memoria de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. También
se analizó la participación de esta proteína tanto
en el período de consolidación como al evocar el recuerdo
original. Pero no sólo se comprobó en ambas situaciones
la presencia del factor de transcripción, sino que "con distintas
drogas se inhibió este proceso afectando la memoria".
Parte de estos resultados fue publicada en las revistas European Journal
of Neuroscience y Learning and Memory. Aunque estos estudios aún
distan de ser probados en seres humanos, abren el panorama de qué
ocurre en la memoria, porque "los procesos de plasticidad neuronal
tienen mecanismos básicos similares en un cangrejo, una mosca,
un roedor o en el hombre", compara.
Fuente: Centro de Divulgación Científica
de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Bs.
As.
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