Procesan al director de un hospital por las inyecciones de hierro adulteradas
La misma medida recayó sobre el director
de la distribuidora de medicamentos. En diciembre pasado murió
una embarazada a la que le aplicaron una ampolla en mal estado.
El director de un hospital y el dueño de una distribuidora de medicamentos
fueron procesados en Río Negro, en el marco de la investigación
por la muerte de Verónica Díaz, quien en diciembre pasado
recibió una inyección de hierro adulterada, dijeron hoy
fuentes judiciales.
Los procesamientos fueron decididos por el juez de instrucción
penal Pedro Funes contra el médico José Pacayut, director
del hospital de Viedma; y del empresario Santiago Gavazza, propietario
de Droguería Gavazza, con sede en Bahía Blanca.
Las dos personas fueron acusadas de "tráfico culposo de medicamentos
peligrosos para la salud", un delito que el Código Penal castiga
con penas de entre seis meses y cinco años de prisión, dijeron
las fuentes.
Para el magistrado quedó demostrado que el director del centro
de salud dispuso la compra de las inyecciones de Yectafer adulteradas
en la droguería de Bahía Blanca, pese a que a fines del
año pasado no estaba habilitada para la venta de medicamentos en
Río Negro.
Las fuentes consultadas anticiparon que es muy probable que los abogados
patrocinantes de Pacayut y Gavazza interpongan recursos de nulidad contra
el procesamiento de sus clientes.
En caso contrario, la causa quedará en condiciones de ser elevada
a juicio oral en el seno de la Cámara del Crimen de Viedma, añadieron.
Las actuaciones del caso se iniciaron en febrero pasado, cuando el fiscal
Marcelo Álvarez ordenó investigar en el hospital de Viedma
el trámite administrativo para la compra del lote de las inyecciones
que causaron la muerte de Verónica Díaz.
La joven de 22 años falleció el 23 de diciembre en Buenos
Aires, adonde había sido derivada en estado desesperante tras sufrir
una gravísima descompensación hepática como consecuencia
de haber sido inyectada con Yectafer adulterado en una sala de salud barrial,
dependiente del hospital de Viedma.
Las investigaciones dispuestas por el Ministerio de Salud de la Nación
lograron ubicar la partida falsificada en la distribuidora Quimbel, de
Buenos Aires, al mismo tiempo que el laboratorio fabricante del producto
deslindaba responsabilidades.
El presidente de la droguería Quimbel, Daniel Ravinovich, y otras
tres personas fueron detenidas y procesadas por la Justicia porteña.
Aunque no se conocen avances judiciales sobre quien habría adulterado
el medicamento, trascendió que hubo allanamientos en la localidad
bonaerense de San Bernardo con la finalidad de ubicar el laboratorio clandestino
que habría realizado la preparación y encapsulado.
La causa en la cual el juez rionegrino dispuso hoy los procesamientos
es independiente de las actuaciones judiciales que se llevan a cabo en
la Capital federal y apuntan sólo a las presuntas responsabilidades
administrativas.
Por otra parte la jueza Alejandra Berenguer, de Cipolletti, tiene en su
despacho la investigación correspondiente al otro caso de Yectafer
adulterado, en el cual resultó víctima la joven Ángela
Peralta, inyectada en el hospital de Cinco Saltos a mediados de mayo.
Esta otra víctima de las inyecciones de hierro falsificadas estaba
embarazada de seis meses y fue traslada de urgencia al hospital Italiano
de Buenos Aires, con grave riesgo para su vida y la del bebé.
La primera medida de los médicos porteños fue practicar
una cesárea y salvar a la criatura, pero después, cuando
Ángela entraba en lista de emergencia para un trasplante hepático
comenzó a mejorar y recuperarse.
La mujer y su pequeño de cuatro meses de vida retornaron a Cinco
Saltos el pasado fin de semana.
Fuente: Agencia - Télam
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