Infundada |
La Federación
Bioquímica de la Provincia de Bs. As. ha sido objeto recientemente
de una tan insólita como infundada agresión por parte de la
Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime). Esta entidad, en un documento que hizo circular entre sus afiliados, acusa a FABA de tener una “conducta dual” y “ambivalencia de roles” por asumir “posturas de organización empresaria”. La Cadime cree que el laboratorio de análisis clínicos es una empresa y que por lo tanto, el bioquímico es un empresario. El bioquímico es un profesional universitario que monta su laboratorio para poder ejercer su profesión del mismo modo en que lo hace un odontólogo con su consultorio o un abogado con su estudio, por citar sólo dos ejemplos. El bioquímico no es un empresario que en lugar de instalar un hotel, un restaurante o una casa de masajes, decide poner un laboratorio. Y el laboratorio debe tener, obviamente una organización lógica desde todo punto de vista, incluido desde luego el económico, como presupuesto básico para que el profesional vea asegurada la perdurabilidad de su fuente de trabajo. Por lo tanto, la Federación Bioquímica es una entidad gremial profesional y exclusivamente desde esa concepción filosófico-institucional plantea y concreta sus distintas actividades. La misma entidad acusó también a FABA de desplegar “prácticas monopólicas o de abuso dominante, coartando la libertad de trabajar a los laboratorios bonaerenses”, aseveración que directamente raya en lo absurdo. FABA no es una entidad colegiada a la que se deba adherir obligatoriamente; la afiliación a nuestra entidad gremial profesional es voluntaria de modo que absolutamente ningún hecho coercitivo es posible. Siempre la Federación Bioquímica ha levantado las emblemáticas banderas de la unidad profesional, lo que nos viene permitiendo sortear dificultades de todo tipo y seguir adelante manteniendo y acrecentando las fuentes laborales para la inmensa mayoría de los bioquímicos bonaerenses, porque, aunque sea una verdad de Perogrullo, la unión hace y hará siempre la fuerza. La red de laboratorios de FABA asegura la fuente laboral para miles de colegas en nuestra provincia. Los bioquímicos que desean contratar por sí solos con distintos financiadores están libres de hacerlo, como de hecho lo hacen, ya que nadie los obliga a afiliarse a la Federación. Lo que la Cadime no dice es que estas vagas e infundadas acusaciones obedecen a que la Federación Bioquímica trabó la paritaria del sector porque reclamó formalmente ser tenida como integrante de la representación patronal. Tal vez de ahí, y aunque no se explicite, es que esta entidad piense que FABA actúa como una cámara, pero no se trata más que de una de las tantas acciones en defensa del mantenimiento de la fuente laboral para los profesionales universitarios de la bioquímica. De todos modos no deja de sorprender que Cadime, que en el Ministerio de Trabajo impugnó el reclamo de FABA para sumarse a la discusión salarial, sostenga tamaña reticencia a sentarse junto a la Federación Bioquímica integrando una misma representación patronal en una paritaria, y sí quiera hacerlo con los dueños, por ejemplo, de una casa de masajes porteña. |