Interés General

Novedosa insulina permite
controlar mejor la diabetes
Especialistas de distintos países coincidieron en que el fármaco permite mantener bajos los niveles de azúcar y evitar el riesgo de hipoglucemias.

La utilización de una novedosa insulina, que tiene un efecto continuo por 24 horas y se aplica una sola vez al día, demostró que combinada con medicación oral logra un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre y baja notoriamente el riesgo de hipoglucemias, una de las consecuencias más temidas por los pacientes diabéticos.
Así lo revelaron los resultados de un estudio denominado Laptop, del que participaron especialistas alemanes, norteamericanos y finlandeses, y en el cual se comparó el tratamiento con insulina glargina una vez al día (llamada también insulina "basal") asociada a antidiabéticos orales, en comparación con insulina premezclada (de acción intermedia y de acción rápida) dos veces al día.
El estudio demostró que los niveles de glucosa en sangre disminuyeron a valores "deseables" en el 45,5 por ciento de los pacientes en el primer grupo, frente a un 28,6 por ciento del segundo, mientras que con la insulina glargina (llamada Lantus), "las hipoglucemias (es decir los descensos bruscos en los niveles de azúcar) fueron significativamente menos, casi en un 50 por ciento".
Los resultados del trabajo fueron dados a conocer en el marco de un taller sobre diabetes en el cual participaron los especialistas Maximino Ruiz, fundador de la División Diabetología del Hospital de Clínicas; Juan José Gagliardino, investigador superior del CONICET y director del Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada de La Plata; y León Litwak, jefe de la Sección Diabetes y Metabolismo del Servicio de Endocrinología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
En ese encuentro, realizado en Buenos Aires, Litwak explicó que "las hipoglucemias son a la insulinoterapia como los choques al conductor de un automóvil. Siempre que se usa insulina está el riesgo de hipoglucemia, y si ocurren, deberían ser lo menos intensas y frecuentes posibles".
"Es una sensación muy desagradable para el paciente, con mareos, temblores, sudoración y hasta pérdida del conocimiento, con el riesgo que esto implica. Siempre que se pueda, hay que evitarlas", remarcó.
En ese sentido, subrayó que "una sola inyección de la insulina Lantus asociada a metformina (un antidiabético oral) derivó en un mejor control glucémico que el tratamiento con dos inyecciones de insulina premezcla, y además fue más seguro" para los pacientes.
Por su parte, Gagliardino advirtió que, por lo general, "hay dos tercios de las personas con diabetes que no logran un control adecuado de sus glucemias a lo largo del día", con lo cual pueden sufrir serias complicaciones (retinopatías, ceguera, neuropatía, accidentes cerebrovasculares o amputaciones).
El especialista remarcó que actualmente en la Argentina "cerca del 7 por ciento de la población adulta, de entre 20 y 74 años, padece diabetes", cifra que representa "alrededor de 1 millón y medio de personas".
Asimismo, advirtió que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se espera que de 171 millones de personas afectadas en todo el mundo por esta enfermedad, en el año 2030 se llegue a 366 millones de enfermos, y que el crecimiento en número de pacientes sea del "150 por ciento en los países en desarrollo, entre los cuales se encuentra la Argentina".
Del total de diabéticos, el 90 por ciento tiene diabetes tipo 2, aunque la mitad de ellos desconocen su condición y corren el riesgo de presentar complicaciones microvasculares (en riñones, retinas y nervios) o macrovasculares (enfermedades cardiovasculares).
Además, el 50 por ciento de las amputaciones no traumáticas de miembros inferiores ocurren en personas con diabetes, mientras que el 14 por ciento de los infartos agudos de miocardio los padecen pacientes diabéticos.
La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el páncreas es destruido por el mismo organismo, y por lo tanto, no puede producir la insulina que es esencial para sobrevivir.
Por otra parte, la diabetes tipo 2 implica resistencia a la insulina y deficiencia en su producción: como el organismo no puede usar efectivamente su insulina para convertir la glucosa en energía, reacciona produciendo más cantidad, hasta que el páncreas no puede mantener la demanda y produce menos de la necesaria.

Escalofriante estadística

La mortalidad en jóvenes de entre 14 y 19 años aumentó sensiblemente en la provincia de Buenos Aires en la última década y en un 70 por ciento de los casos los fallecimientos estuvieron vinculados al consumo de alcohol y drogas, se informó oficialmente.
Un relevamiento realizado por la Subsecretaría de Adicciones de la provincia de Buenos Aires determinó que mientras en 1995 fallecieron 314 adolescentes de entre 14 y 19 años, en 2003 esa cifra ascendió a 1.200.
Investigadas las causas de ese incremento surgió que en el 70 por ciento de los casos estaba presente, de manera directa o indirecta, el consumo de alcohol y drogas
"El relevamiento mostró que las muertes estaban vinculadas a accidentes de tránsito, violencia en la vía pública, violencia doméstica y abortos. Y que en el 68 por ciento de los episodios había estado presente el consumo de drogas o de alcohol", explicó el titular de la subsecretaría, Claudio Mate.
Un estudio realizado en hospitales y comisarías demostró que el 8 por ciento del total de las emergencias generales atendidas en hospitales está vinculado al consumo de drogas o alcohol; y que en las comisarías, el 38 por ciento de las aprehensiones tiene que ver con esa causa.
La causa de muerte más común asociada al consumo de drogas y alcohol fueron los accidentes viales y en el 40 por ciento de ellos se detectó que se habían consumido cualquiera de estas sustancias.
Del estudio surgió además que son los adolescentes varones que habitan el conurbano bonaerense las principales víctimas de los episodios fatales vinculados al consumo de drogas y alcohol.
"En muchos de estos episodios con desenlace fatal, la víctima no consumió drogas. Pero en algunos casos viajaba en el automóvil que manejaba alguien que había consumido alcohol, o resultó víctima de alguien que consumió drogas durante una riña callejera o una pelea familiar, por lo cual es importante resaltar que reducir el consumo de drogas y alcohol es también reducir el número de estas muertes", sostuvo Mate.
Actualmente, alrededor de 12.000 personas están en tratamiento por consumo de drogas en la provincia, cuando se estima que la población en riesgo que necesita asistencia alcanza a los 130.000.


Interés General