Epidemias de hepatitis, tifus y diarrea son en la actualidad las amenazas
más graves para las decenas de miles de sobrevivientes del devastador
maremoto que arrasó con varias regiones en el Océano Indigo,
dijeron el lunes agencias de ayuda internacional.
Un funcionario de las Naciones Unidas dijo que el organismo internacional
encara un desafío “sin precedentes” para llevar ayuda
a las víctimas de la gran muralla de agua que cobró la vida
de más de 50.000 personas cuando se precipitó sobre la costa
de Sri Lanka hasta la de Indonesia. Las olas gigantescas, conocidas también
como tsunamis, ocasionaron muertos incluso en lugares tan distantes como
Somalia. “La mayor amenaza para los sobrevivientes está en
la propagación de infecciones a través de la contaminación
del agua potable y de los cadáveres en estado de descomposición,”
dijo a periodistas Jamie McGoldrick, de la Oficina de Coordinación
de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en
inglés).
El coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, Jan Egeland,
advirtió en Nueva York que en unos días podrían surgir
epidemias de infecciones pulmonares e intestinales a menos que los departamentos
de sanidad de las naciones afectadas actuen con rapidez para evitarlo.
En Ginebra, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), Fadela Chaib, dijo a Reuters que era muy importante disponer en
la región de tabletas purificadoras de agua y de medicamentos contra
el paludismo, especialmente en las naciones más afectadas.
“Cuando se destruyen los sistemas de agua (potable), como ocurre
casi siempre en desastres como estos, existe la amenaza inmediata de enfermedades
que se transmiten a través del agua (contaminada), como las diarreas,
el tifus y la hepatitis E,” expresó Chaib. Yvette Stevens,
funcionaria de alto rango de OCHA, en Ginebra, dijo que un desastre que
ha afectado a tantos países e islas no tenía precedentes
en la historia y que se necesita un esfuerzo mundial para contrarrestar
los daños derivados del arrasador tsunami.
Muchos gobiernos y agencias humanitarias de todo el mundo han prometido
enviar fondos a las naciones afectadas y también han enviado equipos
médicos y de rehabilitación a la región alrededor
de la Bahía de Bengala, así como a Indonesia.
OCHA ha convocado a una reunión internacional el martes en Ginebra
para organizar un programa de ayuda conjunta. Stevens dijo que esto permitirá
que los países que deseen ayudar escuchen lo que se necesita directamente
de los representantes de las naciones afectadas: Sri Lanka, Tailandia,
Indonesia, India, las islas Maldivas, Malasia, Mianmar y Bangladesh.
Fuente: agencia Reuters
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