El uso de drogas antirretrovirales
es una estrategia terapéutica que resulta muy eficiente para el
tratamiento de pacientes infectados con el virus de inmunodeficiencia
humana o VIH. Más allá de la eficiencia de los fármacos
antivirales, se debe tener en cuenta que el VIH tiene la capacidad de
desarrollar resistencia contra las drogas que se utilizan en el tratamiento.
Dos científicos estadounidenses describieron los análisis
de genotipo y fenotipo que se utilizan para determinar la resistencia
antiviral del VIH.
“En la década del 90, la terapia con drogas antirretrovirales
estuvo disponible y demostró su capacidad para disminuir la incidencia
del SIDA y reducir las cantidad de muertes. Sin embargo, debido a la habilidad
del virus para mutar rápidamente y volverse resistente a las drogas,
creció la necesidad de monitorear la eficacia y los patrones de
resistencia en los pacientes infectados que recibían tratamiento”,
señaló el doctor Bruce Patterson, del Centro Médico
Stanford, ubicado en Palo Alto (California, Estados Unidos).
La capacidad de resistencia antiviral que se observa en pacientes con
VIH se debe a la habilidad del virus para generar mutaciones en su genoma.
Una enzima, la transcriptasa reversa, produce una cadena de ADN que se
genera en base al modelo original de ARN del virus. Sin embargo, la precisión
del proceso de replicación es limitada y la enzima no tiene la
capacidad de corregir sus errores. Por lo tanto, se generan mutaciones
que en determinadas circunstancias pueden favorecer la supervivencia del
virus en presencia de drogas antirretrovirales.
La evaluación de resistencia antirretroviral en pacientes con VIH
se puede realizar por medio de análisis de genotipo y fenotipo.
Los estudios de genotipo se basan en la investigación del genoma
de VIH. La determinación de la secuencia genética del virus
se puede utilizar para analizar la capacidad de resistencia antiviral.
Por su parte, los estudios de fenotipo se realizan por medio de sistemas
en los cuales se enfrenta al virus con la droga antirretroviral y se analiza
la concentración de droga necesaria para inhibir el crecimiento
del virus.
Cuando se realizan estudios de genotipo, se recurre a una técnica
de tipo indirecto. La información del genotipo del VIH de un paciente
se compara con un base de datos que contiene otros genotipos de VIH. Mediante
esta comparación de datos genéticos se puede determinar
la resistencia antirretroviral del virus en estudio. En cambio, la técnica
de fenotipo es una técnica directa. El virus del paciente se enfrenta
con la droga antirretroviral y así se analiza la capacidad de resistencia.
Sin embargo, la técnica de fenotipo es compleja y se necesita mucho
tiempo (más de dos semanas) para llegar a los resultados.
“Los análisis de genotipo y fenotipo son confiables y brindan
una cantidad significativa de información sobre la naturaleza general
de los virus infecciosos. Los futuros avances en las pruebas de laboratorio
clínico deben proveer ensayos con tiempos de realización
más cortos (menor “turnaround time”) y que se puedan
realizar a costos razonables en lugares con bajos recursos donde se realiza
la terapia antirretroviral”, concluyeron los autores en un reciente
artículo publicado en la revista Clinical Laboratory News.
Referencias: Trevino C, Patterson B. Human immunodeficiency
virus. Antiretroviral resistance testing. Clinical Laboratory News (Edición
de Noviembre de 2004)
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