La Organización
Panamericana de la Salud calcula esa cifra, pero sólo alrededor
de 400 mil reciben medicamentos gratuitos, por lo que recomienda la producción
de genéricos.
“La postura de la OPS y de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) es favorecer la producción de genéricos de calidad,
porque abaratan los costos y permiten masificar la terapia” contra
el sida, declaró Mario Varcácel, consultor del organismo
panamericano, al término de la reciente Asamblea Anual, en Washington
Por ese motivo, la OPS aprobó alentar la producción y prescripción
de genéricos como una política de estado para todos sus
países miembros y en especial para América Latina. El ministro
de Salud de Nicaragua, José Antonio Alvarado Correa, declaró
a ANSA que los medicamentos genéricos “son para países
como el mío una especie de bendición, porque con precios
mucho más bajos, son igualmente efectivos que los medicamentos
de empresas transnacionales “
Nicaragua posee una ley de Salud Pública que obliga a todos los
médicos del país a recetar las drogas únicamente
por el nombre genérico. En ministro destacó que “en
Nicaragua la única forma de combatir los problemas sanitarios en
condiciones de gran pobreza es con los medicamentos genéricos”
y que en su país existen “cuatro o cinco” laboratorios
confiables para su producción.
Entre las medidas adoptadas por el gobierno de Nicaragua para atender
las necesidades de los sectores más pobres, Alvarado Correa mencionó
el programa de Farmacias Comunitarias que se instalaron en zonas rurales,
para vender medicamentos genéricos.
Chile carece de una ley de prescripción por genéricos, pese
a que tiene una tradición histórica, desde la década
del 60, en la fabricación de esta variedad de fármacos.
En 2000, la diferencia de precios entre medicamentos genéricos
y de marca alcanzó a 270 por ciento, de acuerdo a las estadísticas
oficiales chilenas. Chile fabrica genéricos desde la década
del 60 y entre los precursores figura el Laboratorio Chile, de origen
nacional.
“En la actualidad existen 62 laboratorios nacionales y alrededor
del 40 por ciento de la venta de remedios en Chile corresponde a genéricos.
En el marco de la Reforma de Salud -Plan Auge- impulsada por el gobierno
de Ricardo Lagos, el 2 de abril de 2004 se aprobó una Política
Nacional de Medicamentos cuyo propósito es “asegurar la disponibilidad
y acceso a toda la población a los medicamentos indispensables
contenidos en el Formulario Nacional”. “Esa política
tiene objetivos generales y específicos y dentro de estos se incluye
la producción, el acceso y la calidad de los medicamentos”,
explicó Lillo a ANSA. El gobierno distribuye medicamentos gratuitos
entre los indigentes y las familias de más bajos ingresos a través
del Fondo Nacional de Salud. Además el Plan Auge, que cubre 25
enfermedades graves, costosas y frecuentes, incluye la distribución
gratuita de medicamentos. El gobierno chileno también asume el
costo de los tratamientos de 5 mil enfermos de sida. Paraguay dispone
de una ley de prescripción de medicamentos genéricos y de
un formulario terapéutico de medicamentos esenciales desde el 11
de junio de 2003.
El gobierno de ese país introdujo la obligación de recetar
genéricos ante la necesidad de facilitar el acceso equitativo de
toda la población a medicamentos esenciales, seguros, eficaces
y de buena calidad , explicaron a ANSA las autoridades sanitarias de Asunción.
La aprobación del nuevo sistema fue forzada por las contínuas
quejas de la población por el elevado precio de los medicamentos,
aunque el problema subsiste a causa del abuso de los derechos de patentes,
denunció el viceministro de Industria, Jorge Von Horoch. En Paraguay
no existen programas oficiales para la distribución de medicamentos
gratuitos, excepto cuando se trata de pacientes internados en hospitales
públicos. A raíz de estas carencias, es habitual que los
familiares de los pacientes deban solventar los gastos de los medicamentos
y que recurran a los medios de comunicación solicitando ayuda.
Ecuador posee una ley de Producción, Importación, Comercialización
y Expendio de Medicamentos genéricos desde abril de 2000, que obliga
a los médicos a recetarlos y a las farmacias a exhibirlos. La ley
también impone a los laboratorios que tienen plantas en el país
a fabricar genéricos en 20 por ciento de la producción total.
Sin embargo, Ramiro Oviedo, secretario de la Federación Ncional
de Farmacias, reconoció que solo 5 por ciento de los fármacos
son prescriptos por su nombre genérico.
Marco Guerrero, director del Consejo Nacional de Salud, admitió
a su vez que tampoco se multa a los laboratorios que incumplen la ley
y eluden la fabricación de genéricos. Pese a todo, la venta
de genéricos creció de 8 a 30 por ciento durante 2003, según
estadísticas oficiales.
Fuente: Diario El País – Uruguay |