Un grupo de representantes
de la ahora unificada CGT, junto a los ministros de Salud y Trabajo, Ginés
González García y Carlos Tomada, respectivamente, mantuvieron
un encuentro con el presidente Néstor Kirchner en el cual analizaron
la realidad y el futuro de las obras sociales.
En un encuentro que mantuvieron la Comisión
de Obras Sociales de la Confederación General del Trabajo (CGT),
el presidente Néstor Kirchner, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada
y el titular de la cartera sanitaria, Ginés González García,
se analizó la problemática de las entidades gremiales dedicadas
al cuidado de la salud y se formularon una serie de propuestas para mejorar
su funcionamiento, que en los últimos años se vio seriamente
afectado por la caída del número de afiliados, la evasión
de aportes y la ampliación de la cobertura expresada en el PMOE,
entre otros factores.
El titular de la Comisión de Obras Sociales de la ahora unificada
CGT, Juan José Zanola, manifestó que el organismo que dirige
“puede resultar clave en el proceso de recomposición de las
obras sociales”, y destacó que la unidad de la central obrera
“nos permitió plantearle al presidente Kirchner nuestra intención
de recuperar el protagonismo perdido para cumplir con nuestro verdadero
papel, que es la defensa del movimiento obrero y el cuidado de su salud”,
destacó el directivo.
Este proceso, según el ministro de Salud de la Nación, Ginés
González García, “tiene características distintas
a los anteriores”, una situación que según el funcionario
“se ve reflejada en la importancia que tiene para el gobierno la
crisis actual, sobre todo porque hay muchos argentinos que hoy se encuentran
sin ningún tipo de cobertura”.
Entre otros temas, en la reunión se planteó la problemática
de la atención de los desocupados, un tema que a pesar de la buena
voluntad de las partes no encuentra respuesta en cuanto a su financiación.
“Esto hay que resolverlo con urgencia, porque la existencia de un
PMOE cuyo costo oscila en los 37 pesos es muy difícil de cubrir
con el ingreso promedio de las obras sociales, que está en el orden
de los 25 pesos”, se quejó Zanola, también titular
de la obra social de los bancarios, Solidaridad.
La idea que el grupo le planteó al presidente es lograr el financiamiento
de la atención de los desocupados a través de los aportes
y mediante la unión de todos los subsectores, inclusive la medicina
privada, en la búsqueda de una política de salud coherente.
“Esto se da porque todos tenemos problemas, pero en la medida en
que superpongamos esfuerzos y gastos, estamos utilizando mal nuestros
escasos recursos”, remarcó el titular de la cartera sanitaria.
Además de este punto, también se plantearon las dificultades
que ocasiona para las obras sociales la atención de las patologías
de alto costo y bajo impacto sida, discapacidades y enfermedades crónicas-,
el financiamiento de la nueva cobertura en medicamentos expresada en la
resolución 310 y la atención de los jubilados, que en las
obras sociales aportan 32 pesos en promedio cuando muchos contribuyen
con más de 100 pesos al PAMI. “Ese valor va a ser modificado
sería de 62 pesos-” expresó el ministro de Trabajo,
Carlos Tomada. “Pero falta el decreto definitivo y lo estamos esperando
con ansiedad, porque sería muy útil para todo el sistema
de la seguridad social”, subrayó el funcionario.
Otro aspecto importante de la reunión, según coincidieron
en señalar sus participantes, estuvo dado por la discusión
sobre los montos que las obras sociales le adeudan a los prestadores,
un aspecto que ahora es analizado en el marco de una comisión que
funciona en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). “Esto
permitió despejar las fantasías de algunos prestadores que
decían que esa deuda llegaba a los 2 mil millones de pesos”,
dijo González García, quien además precisó
que “en esta comisión se pudo comprobar que los prestadores
habían llevado a la SSS informes reales que decían que esa
deuda era del orden de los 275 millones de pesos”.
Fuente Revista: Todo Riesgo
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