Interés General

Estuvo en Buenos Aires Sir John Sulston,
premio Nobel de Medicina 2002

Protagonista del Proyecto Genoma Humano, el científico británico se mostró preocupado por los aspectos éticos de la ciencia. Dio una conferencia en el MALBA el 15 de junio. Faba-Informa participó del acto organizado por el INTI.

Por Ana María Pertierra
De visita en Buenos Aires y en coincidencia con el día del bioquímico, el premio Nobel de Fisiología o Medicina 2002, sir John Sulston dio una conferencia en el MALBA organizada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.
Faba- Informa estuvo allí y comprobó que este caballero británico, premio Príncipe de Asturias, director del Centro Sanger de Cambridge y uno de los principales responsables del Proyecto Genoma Humano público es un científico comprometido con la sociedad y preocupado por los alcances éticos de los descubrimientos más recientes.
El especialista en biología molecular que fue capaz de descifrar el genoma completo del gusano Caenorhabditis elegans llegó invitado por el British Council y recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Quilmes. Para poner de manifiesto los aspectos sociales de la ciencia presentó su libro “El hilo común de la humanidad” en el que comparte la autoría con Georgina Ferry.
“El genoma está aquí”, dijo Sulston mostrando un CD en sus manos. “Son tres mil millones de letras, la mayoría no muy importantes porque los genes no son muy frecuentes”, agregó. Sin embargo, aclaró que “es simple conseguir la secuencia del genoma, lo difícil es entenderlo”.
Sulston destacó la importancia de tener una base de datos pública de acceso libre por Internet y que ello fue posible gracias a la conformación del Consorcio internacional del Proyecto Genoma Humano liderado por Estados Unidos y Gran Bretaña que dio batalla a ciertas corporaciones que pretendían privatizar el genoma. “El conocimiento es patrimonio de la humanidad”, recalcó.
Sulston obtuvo el máximo galardón de la ciencia por sus descubrimientos en la regulación genética del desarrollo de los órganos y la muerte celular programada.

Mercado libre

Ante un público expectante el científico señaló que “estamos expandiendo nuestras mentes cada vez con mayor cantidad de conocimiento pero, existe una brecha enorme en el mundo en el tema de la salud”.
Si bien aclaró que la investigación cuesta dinero, “no se puede hacer investigación rentable”, dijo haciendo referencia al lema “si no hay beneficio, no hay cura”.
Según su criterio la discrepancia en la atención de la salud se debe a la acumulación de la propiedad intelectual. “Estamos descuidando los imperativos de la ciencia. No es posible que las reglas comerciales se apliquen a la medicina”. El científico no se definió contrario a las patentes a las que consideró apropiadas para las invenciones no así para los descubrimientos.
“Hay que domar al mercado libre”, desafió Sulston que lo definió por sí mismo como un mal amo. Si bien lo consideró de utilidad, criticó el fundamentalismo de pensar que la moralidad de la existencia humana está establecida por el mercado.
Destacó la importancia del accionar de las ONGs y exhortó a buscar un sistema de salud universal que no sea solamente para los ricos. Asimismo consideró como “la tragedia de las naciones” a las barreras tarifarias.

Ciencia y ética

El avance del conocimiento nos expone a ciertos dilemas éticos como la privacidad de la información, la discriminación, las complicaciones legales, entre otros- dijo el científico- pero- agregó- creo que es mejor el conocimiento que la ignorancia.
Respondiendo a una variedad de preguntas sobre el tema de la clonación humana, Sulston consideró que “se debería celebrar la diversidad de la humanidad”. Y agregó: “No creo que sea buena la uniformidad de la clonación”. Además, definió a la clonación humana como un proceso “técnicamente imperfecto”.
Respecto al diagnóstico genético de enfermedades sin cura el Nobel señaló que “ahora es más fácil hacer el diagnóstico pero más difícil obtener una cura”. Sin embargo, recalcó la utilidad que puede llegar a tener la farmacogenómica para el tratamiento adecuado a cada paciente.
Sulston subrayó la necesidad de compartir el conocimiento básico y dijo que “si bien el esfuerzo intelectual individual es importante en la soledad de la noche, durante el día hay que compartir la tarea con los colegas”.


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