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El descubrimiento del ADN cumplió 51 años

La determinación de la estructura en doble hélice del ADN se considera uno de los hitos científicos del siglo XX. A Cincuenta y un años de su publicación, la revista Nature, donde apareció el trabajo de James Watson y Francis Crick, analizó el proceso de su investigación y que culminó con la concesión del Premio Nobel de 1962 en Medicina y Fisiología a la célebre pareja.
¿Por qué se celebra el aniversario del descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN y no otros hallazgos científicos a un año en sus bodas de oro de la culminación de la secuencia de una cadena de aminoácidos de una proteína o las del descubrimiento de la solución de Max Perutz al conflicto de proteínas, sin el cual no hubiera sido posible determinar las estructuras de la hemoglobina o la mioglobina?
Sin duda alguna, la doble hélice posee un asombroso valor icónico que ha contribuido notablemente a subrayar este hallazgo científico de forma visible, algo que no se había conseguido anteriormente con ninguna de las otras estructuras de proteínas identificadas. 
Para Robert Olby, del Departamento de Historia y Filosofía de las Ciencias de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, existe además un grado de notoriedad en la forma en que se logró este descubrimiento que ha ido tejiendo una atractiva historia, convenientemente publicitada por uno de sus autores, James Watson. 
Antecedentes
A principios de la década de 1950 existía un programa científico de investigación del ADN. “Estos estudios incluían el análisis de las propiedades físicas del ADN, los métodos de extracción y la verificación de si el contenido y la composición del ADN era igual para todas las células del organismo. Pero también se discutía sobre el daño de los rayos ultravioleta y de la radiación ionizante”, aseguró Olby.
La mayoría de los investigadores eran bioquímicos y químicos y estaban especialmente interesados en dos aspectos: la acción de los mutágenos y la naturaleza de la síntesis de proteínas, un tema especialmente importante para el crecimiento, la nutrición y la investigación en cáncer. “La progresiva investigación condujo a que ya en 1952 se viera al ADN como material hereditario”.
Pero hacía falta mucha más información para convencer a toda la comunidad científica. ¿Cómo justificar desde un punto de vista químico el papel del ADN en la herencia?, se preguntaban. La respuesta la aportó el trabajo de James Watson y Francis Crick. Describieron los pares de bases, donde la adenina fabrica uniones de hidrógeno con timina, y la guanina con citosina. “Este emparejamiento sugería un posible mecanismo de copiado para el material genético”, escribieron en su artículo y, dos meses después añadieron: “Hasta ahora no se había presentado ninguna evidencia que mostrara de qué forma puede consumarse el proceso esencial para el material genético, la duplicación exacta”.
La constatación de que el descubrimiento de Watson y Crick era sumamente importante la suministraron Matthew Meselson y Franklin Stahl en 1958 al probar la naturaleza semiconservadora de la replicación del ADN. “Cada una de las dos moléculas copiadas de ADN formadas durante la replicación de ADN están formadas por una hebra de la molécula original y la nueva hebra sintetizada a partir de la hebra original”, aseguraron.
Consagración
La investigación siguió su curso. Arthur Kornberg anunció la purificación parcial de una enzima que cataliza la síntesis del ADN, ADN polimerasa, y Heinrich Matthei sintetizó un polipéptido de una sola clase de aminoácido usando ARN compuesto únicamente por una base -uracilo-. El punto y seguido de esta bonita historia fue la concesión del Premio Nobel de Medicina en 1962 a Watson, Crick y Wilkins.
Un retrato idealizado
La estructura de doble hélice es una representación muy estética del ADN, ya que la realidad de la existencia física del ADN es bastante diferente. Philip Ball reconoce en que su objetivo no es destruir la visión idealizada del modelo icónico propuesto por Watson y Crick, pero, “en honor a la verdad, debemos explicar que la mayoría del ADN celular está comprimido en paquetes enmarañados y apelmazados que de alguna manera lo exponen de forma meticulosa al control regulador genético”.
Según Ball, la doble hélice es una de las razones del éxito de los trabajos realizados sobre el ADN. “Ahora bien, no nos tenemos que dejar engañar por este retrato idealizado y debemos ser conscientes de la complejidad que posee la estructura de ADN y, por ello, reconocer el trabajo tan importante de sus descubridores”. 
Fuente: Diario BAE


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