Institucionales

Multas, débitos y más niebla rodean al Pami

El panorama de la obra social de los jubilados se ha complicado sustancialmente durante el mes de junio. Renunció el vicedirector por “diferencias insostenibles” con la interventora. Multas y débitos pueden agravar la relación con los prestadores.

La situación del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados pareciera ensombrecerse paulatinamente mientras prosigue a la deriva. Con ese telón de fondo, y agravando aún más la situación, el vicedirector del Pami, José Ramón Granero, abandonó la obra social de jubilados por “diferencias insostenibles” con la titular del Instituto, Graciela Ocaña, y rápidamente fue designado por el presidente Néstor Kirchner al frente de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico.
Durante el mes de junio y con la renuncia de Granero, se intensificó la sensación de que, tal como se indicara en el último número de FABA Informa, Ocaña pareciera haber sido abandonada a su propia suerte por parte del gobierno nacional. Así, es como se espera que la funcionaria termine dimitiendo, pese a que en reiteradas ocasiones negó tajante y públicamente tal posibilidad. Pero la realidad marca que intervención tras intervención, el Pami no mejora, las prestaciones siguen bajo el sistema de intermediación, los prestadores prosiguen con aranceles muy bajos y una deuda de siete meses impaga, y además, los beneficiarios continúan viendo cómo se deteriora la calidad del servicio que brinda el Instituto.
Pero eso no es todo. El nuevo modelo prestacional públicamente anunciado en forma reiterada todavía no ha sido presentado; las propuestas de incrementos de entre el quince y el veinte por ciento hechas a las gerenciadoras aún no han sido contestadas por éstas en virtud de las nuevas exigencias que al mismo tiempo quiere imponer el Pami. Y además, desde la salida de Granero, se han comenzado a aplicar débitos por multas, por falta de prestaciones y cobros de plus, que en muchos casos han sido dispuestas solamente a partir de denuncias dejadas por beneficiarios en la línea telefónica gratuita denominada “Pami escucha”, y sin que medien investigaciones ni sumarios de ninguna naturaleza.
Por su parte, las gerenciadoras ya han manifestado a los prestadores su intención de trasladarles esos débitos, lo cual ha sido rotundamente rechazado por la Federación Bioquímica porque no hay nada que lo justifique y viola lo convenido.
Como se dijo, sobre la deuda de siete meses que el Pami mantiene con los prestadores, en el Instituto nada se dice.

Renuncia de Granero

José Granero, de algún modo, era el funcionario del Pami que mejor relación tenía con los prestadores y tras su alejamiento, se comenzaron a aplicar las multas aludidas.
La renuncia de Granero habría sido discutida previamente entre el presidente Néstor Kirchner, amigo personal del ahora ex vicedirector del Pami, también de origen patagónico, y con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Según señalaron fuentes relacionadas con el vicedirector, durante ese encuentro, realizado en la Casa de Gobierno antes del viaje de Kirchner a China, el Presidente habría aceptado el apartamiento de Granero de la obra social de los jubilados y a cambio le ofreció encabezar la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico.
De esta manera, se dio por finalizada la conflictiva relación que mantuvieron Ocaña y Granero desde el comienzo de la gestión en enero pasado y que “ha trabado la resolución de algunas contrataciones y licitaciones”, según señalaron por su parte fuentes del Pami.
La razón del apartamiento del segundo del Pami se debió a “diferencias con Graciela Ocaña, que en el último tiempo se hicieron insostenibles”, señalaron voceros de Granero, que añadieron que entre ambos funcionarios había una “cuestión de piel”, que impedía el normal funcionamiento del directorio.
En tanto, quienes observaron las desaveniencias entre los directores del Instituto señalaron que uno de los hechos que marcó el “principio del fin” fue una intervención que Granero realizó, “desautorizando” a funcionarios del Pami que discutían el levantamiento de las cápitas con el hospital Israelita por incumplimiento del contrato.
Otros observadores aseguraron, sin embargo, que la gota que colmó el vaso fue “el pedido de restitución de un funcionario procesado por la compra irregular de miles de audífonos”, formulado por Granero y que fue denunciado por Ocaña.
Finalmente, el ocaso de la relación llegó cuando presentaron en Casa de Gobierno el proyecto de ley de normalización de la obra social.
Ese día, durante la conferencia de prensa posterior a la presentación del proyecto, la tensión entre ambos funcionarios fue evidente e incluso el ministro de Salud, Ginés González García, intentó en vano disipar los rumores.
“Me consta que se llevan bien y trabajan en equipo” alcanzó a decir González García, antes de que la propia Ocaña señalara lo contrario ante una consulta periodística: “no es cierto; no nos llevamos bien”, aseguró la interventora del Instituto.
Esa tarde, Ocaña se retiró de la Casa Rosada con la renuncia en la mano y la convicción de que no había lugar para ambos en la dirección de la mayor obra social del país.
Granero llegó al Pami con la intervención de Juan González Gaviola, en julio de 2003, con la idea de normalizar y transparentar la obra social en 180 días.
Por su parte, Ocaña fue nombrada con el propósito de llevar adelante la normalización definitiva del instituto, cuyos lineamientos fueron presentados en junio en el proyecto de ley que será enviado al Congreso.

Nadalich

Recién veinte días después de la renuncia de Granero se designó a su sucesor en el Pami, el médico sanitarista Juan Carlos Nadalich.
El reemplazante de Granero se desempeñó como subsecretario de Salud Pública de Santa Cruz y actualmente es titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
El presidente Néstor Kirchner firmó hoy el decreto de nombramiento de Nadalich cuyo cargo será efectivizado oficialmente luego del regreso al viaje que emprendió a China.
Nardalich se transformó así en el segundo cambio en la gestión de Pami luego de la asunción de Ocaña y a continuación de la gestión del ex vicegobernador de Mendoza Juan González Gaviola.

Otra renuncia

El doctor Alberto Echazarreta, subgerente de Medicamentos del Pami e integrante de la Comisión del Convenio Pami-Industria Farmacéutica, áreas críticas y fundamentales de toda mutual, presentó una crítica renuncia a la interventora de la obra social de los jubilados, María Graciela Ocaña la que fue aceptada y pese a la fuertes denuncias sobre mal funcionamiento de la mutual, sus términos no fueron rechazados y se le agradecieron los servicios prestados.
Después de aclarar que “los motivos de esta decisión se inscriben dentro de los marcos éticos y administrativos que deben respetarse en toda gestión”, Echazarreta señaló que en tres meses de gestión “nunca he podido tener una entrevista personal con Ud. a pesar de las innumerables audiencias solicitadas...Sí ha podido mantener reuniones con interlocutores no válidos con fuertes intereses sectoriales”.
En el segundo punto de su renuncia, el ex-funcionario apuntó a las compras directas de medicamentos realizadas por las delegaciones “a precio de farmacia en detrimento del recurso financiero”, señalando vías posibles para subsanar esa fuga de dinero. Y dio ejemplos como los del factor hemofílico que después de arduas discusiones con la industria logró que, lo que en farmacia se pagaba de 3 a 5 pesos, la industria lo diera a 1,52.
Echazarreta puntualizó logros durante su gestión como el aumento de los niveles de cobertura, confeccionar un listado del Uso Racional del Medicamento que Pami no poseía. Terminó el funcionario aclarando que su “última reflexión es que cuando uno toma un cargo para el cual no lo habilita su conocimiento, está incurriendo en la improvisación y en una forma de corrupción intelectual encubierta”.


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