Cada año se
detectan 11.500 nuevos casos de una enfermedad que se creía desterrada
y que guarda relación directa con la crisis económica.
Mientras en el mundo más de dos millones
de personas mueren al año de tuberculosis, en la Argentina se producen
unos de 11.500 nuevos casos y mueren casi mil personas en ese lapso, según
datos oficiales.
Según el jefe de infectología del Hospital Fernández
y presidente de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, “en
la Argentina la tuberculosis no deja de crecer”.
La alarmante situación producida por la expansión de la
enfermedad, que hasta hace unos años se consideraba controlada
a nivel mundial, llevó a la Organización Mundial de la Salud
(OMS) a conmemorar en marzo el Día Internacional de la Tuberculosis
bajo el lema: “Cada respiración cuenta. íDetenga la
tuberculosis ahora!”.
Según datos de la OMS, más de dos millones de personas mueren
por año de tuberculosis, enfermedad que registra mayores casos
en países “en desarrollo”, dada la estrecha vinculación
que tiene con la pobreza.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en
América hay 220.000 nuevos casos de tuberculosis al año,
con 50 mil muertos.
En la Argentina, de acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional
de Enfermedades Respiratorias “Emilio Coni”, entre 2000 y
2002 se registraron 34.776 nuevos casos, a razón de 11.500 por
año.
“Aunque Argentina no se encuentra dentro de los nueve países
de alta carga de la Región de las Américas, los últimos
datos completos del año 2002 muestran que se notificaron 11.545
casos de tuberculosis de todas las localizaciones y edades, lo que representa
una tasa de 30,5 casos por 100.000 habitantes”, señaló
hoy el Ministerio de Salud a través de un comunicado.
Consultado por la actual situación, el jefe de infectología
del Hospital Fernández y presidente de la Fundación Huésped,
Pedro Cahn, aseguró que la tendencia es en alza.
“La tuberculosis no deja de crecer en la Argentina”, indicó
el especialista, quien además explicó que “la tuberculosis
crece por coexistencia con el Sida, por la pobreza, por las migraciones,
y por el hacinamiento”.
“Estas condiciones se dan en la Argentina”, subrayó.
El infectólogo señaló que el crecimiento de la enfermedad
corrió parejo con la aparición del Sida, dado que se da
una “asociación maligna” entre ambas que hace que los
pacientes HIV positivos tengan más posibilidades de desarrollar
la tuberculosis ante la baja de sus defensas.
No obstante, señaló que en el Hospital Fernández
“el aumento de casos de tuberculosis fue parejo entre los que eran
con Sida y sin Sida”.
“Lo mejor para evitar el avance de la tuberculosis es reducir los
niveles de pobreza”, aseguró, destacando el peso de las condiciones
sociales en la contracción y desarrollo de la enfermedad.
Según un informe elaborado a fines de noviembre de 2003 por la
OPS, “la tuberculosis en Argentina continua siendo un problema de
salud pública, puesto que a pesar de existir un descenso en el
reporte de casos, existen debilidades en la detección oportuna”.
De acuerdo al Ministerio de Salud, se destinan 1,2 millón de pesos
anuales al Programa Nacional de Control de la Tuberculosis con sede en
el Instituto Emilio Coni, a través del cual se asegura el tratamiento
completamente gratuito.
Las provincias que registran mayor tasa de tuberculosis por habitante
son Jujuy, Salta y el Chaco. |