Salud
Estados Unidos
Ya rige en los Estados Unidos una nueva norma que identifica a los productos orgánicos

No será el fin de los pesticidas, los antibióticos ni las hormonas, pero, tal vez, sea el comienzo de una nueva era 

Después de siete años de estudios, discusiones, ajustes y negociaciones, el lunes pasado comenzaron a regir una serie de nuevas normas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (http://www.usda.gov/ news/releases/2002/10/0453.htm) que, entre otras cosas, definen qué productos pueden ofrecerse etiquetados como "alimento orgánico". Para muchos, la normativa es el punto de partida de un ansiado ?retorno a lo natural? de alcance masivo. 

Hace dos o tres décadas, este tipo de productos, que además de frutas y verduras, agrupa a los productos lácteos, las carnes y los huevos no modificados genéticamente, todos alimentos procedentes de siembras o de animales a los que no se les han administrado pesticidas ni fertilizantes químicos, antibióticos ni hormonas de crecimiento, estaban considerados un "capricho marginal de hippie quisquilloso". Pero, en todo el mundo, aún en algunos países no desarrollados, las cosas han cambiado. Y mucho.

Las nuevas normas dictadas por el Departamento de Agricultura de los EE.UU. apuntan a identificar la procedencia y la composición de los alimentos para, entre otras cosas, generar mayor confianza en los consumidores. "Ahora, la gente podrá informarse sobre la composición de los productos en las góndolas de los supermercados. La agricultura orgánica está creciendo en todo el país y los granjeros reclamaban una medida como esta para diferenciar sus productos", dijo Ann Veneman, la secretaria de Agricultura estadounidense.

La etiqueta que diga "100 por ciento orgánico" garantizará que, en ningún tramo de la cadena de producción del alimento en cuestión, hubo pesticidas, antibióticos, hormonas, organismos alterados genéticamente ni fertilizantes químicos. Mientras tanto, la etiqueta "alimento orgánico" identificará a aquellos productos cuyo 95 por ciento se ajuste a la norma específica. Y, finalmente, la leyenda "hecho con ingredientes orgánicos" destacará aquellos productos cuyo 70 por ciento responda a la definición de Agricultura.

El uso de antibióticos, hormonas, fertilizantes y pesticidas y la manipulación genética (impulsada por generosos subsidios oficiales) convirtió a la agricultura estadounidense en la más exitosa del mundo. Durante medio siglo, ya convertida en una poderosa "industria agrícola", que casi asfixió a las granjas familiares, abasteció a los mercados de productos sin mellas ni manchas, de colores brillantes y tamaños estandarizados, muchas veces sin olor y, más a menudo todavía, sin sabor. 

En los supermercados de los EE.UU. y en muchos de Europa, la abundancia y variedad de productos alimenticios es tan abrumadora como la ausencia de todo rasgo particular, la dificultad para hallar alimentos que no hayan sido congelados y la imposibilidad de conseguir nada que no contenga conservantes. Pero no todos los consumidores aceptaron la hegemonía de la industria agrícola y, con los años, el mercado de los alimentos orgánicos ha crecido a un ritmo que oscila entre el 20 y el 25 por ciento anual.

Hoy, se calcula que, aunque sólo cautiva al 3 por ciento de los consumidores, la agricultura orgánica mueve unos 9 mil millones de dólares por año, y los expertos en el tema pronostican que, en el año 2005, se duplicará y, tal vez, alcanzará los 20 mil millones. Los consumidores de todo el mundo pueden consultar la nueva normativa en el sitio de Internet del Programa Orgánico Nacional de los EE.UU. (http://www.ams.usda.gov/nop). Lo allí escrito podría replicarse pronto en todo el mundo, donde su palabra suele ser ley.

Fuente: Diario Clarín