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Genética Combinación de gen y proteína puede destruir células cancerosas |
Investigadores de la Universidad de Ginebra han descubierto que la combinación de un gen (BARD1) con la proteína p53 puede desencadenar un mecanismo de autodestrucción de células cancerígenas en el caso de cánceres de seno, útero y ovarios.
La directora de esta investigación, la doctora Irmgard Irminger, del departamento de Geriatría de esta universidad, señaló hoy en rueda de prensa que este descubrimiento se ha probado por el momento en laboratorio y que ahora están buscando socios industriales para desarrollar el resultado. Al combinarse en una proporción determinada con la proteína p53, el gen BARD1 puede impedir la proliferación incontrolada en ciertos tejidos cancerosos y garantizar un equilibrio entre proliferación y muerte celular. Irminger explicó que la capacidad de la célula para inducir su autodestrucción es un punto importante en la terapia de los cánceres y agregó que la resistencia de las células tumorales a las quimioterapia está a menudo ligada a una pérdida o mutación de los genes implicados en la autodestrucción. Por ello, determinar la presencia de la proteína BARD1 en las células tumorigénicas aporta una indicación suplementaria para realizar pronósticos más fiables sobre las oportunidades de éxito en ciertas terapias contra tumores. Además, el conocimiento del papel de BARD1 en el proceso de autodestrucción puede igualmente sugerir nuevas estrategias terapéuticas como investigar la reintroducción de ese gen para favorecer el buen funcionamiento del programa de autodestrucción de células tumorales. Irminger indicó que el papel de los genes BRCA1 y BARD1 en la formación de tumores cancerígenos se estableció hace casi cuatro años, pero se desconocía que la asociación del BARD1 con su proteína asociada p53 pudiera tener esos efectos. Los genes BARD1 y BRCA1 juegan un papel muy importante en la biología de ciertos cánceres, ya que mientras algunas mutaciones genéticas predisponen a las mujeres que son portadoras a padecer cáncer de seno, útero u ovarios, en su forma normal esos genes participan en la prevención y eliminación de esos tumores. Las proteínas asociadas a los genes BARD1 y BRCA1 participan en la reparación de mutaciones del ADN, un problema que aumenta con la vejez, lo que acentúa los riesgos de desarrollar un cáncer. En el caso de daños menores, la proteína producida por el gen BARD1 favorece la acción de enzimas reparadoras del ADN, mientras que si los problemas son importantes ayuda a inducir a las células a la autodestrucción, evitando así que esta se multiplique para formar un tumor. Es al combinarse con otra proteína supresiva del tumor, la p53, cuando BARD1 puede desencadenar el mecanismo de autodestrucción. Fuente: EFE España |