Actualidad Científica
Detectan una proteína clave en la propagación del SIDA

Se trata de la proteasoma, que es utilizada por el HIV para elaborar nuevas partículas virales a las que disemina luego entre células sanas.

Una proteína que realiza tareas de mantenimiento dentro de las células tiene un papel clave en la propagación del HIV a otras células del cuerpo, informaron investigadores de los Estados Unidos.

En estudios divulgados por la publicación '"Proceedings" de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, los investigadores señalan que un grupo de proteínas, llamadas proteasomas, son utilizadas por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, que provoca el SIDA, para construir nuevas partículas virales y diseminarlas a otras células no infectadas.

Ulrich Schubert, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo que estudios realizados en tubos de ensayo muestran que bloquear la acción de las proteasomas puede reducir la propagación de la infección por HIV en alrededor de 98%.

Schubert advirtió que la investigación fue realizada ínicamente en tubos de ensayo y se desconoce si los inhibidores de la proteasoma podrían atacar el HIV en humanos.

"Nunca inyectaríamos esta droga en una persona infectada con HIV porque no sabemos qué pasaría", señaló Schubert.

Los inhibidores de la proteasoma serán probados en simios antes de que se consideren pruebas en humanos, y esos estudios con animales podrían tomar meses, agregó.

El Dr. Jonathan W. Yewdell, co-autor del estudio, dijo que aunque inhibir la proteasoma parece una estrategia prometedora para combatir el VIH, "es posible que no tenga ningún efecto en absoluto".

Explicó que la función de las proteasomas es esencial para la salud de las células y que un fármaco que bloquee esa tarea podría afectar todas las células del cuerpo.

El trabajo de las proteasomas -distintas a las proteasas, cuya inhibición es inducida por algunos fármacos contra el SIDA- en el interior de las células es identificar y destruir proteínas viejas o innecesarias.

Yewdell y Schubert indicaron que investigadores del cáncer experimentan con los inhibidores de la proteasoma para tratar el cáncer de próstata, y resultados preliminares no han mostrado efectos secundarios en los pacientes.

Sin embargo, el fármaco no ha sido utilizado con pacientes infectados de HIV, añadieron.

Beso
Una forma del virus del herpes que provoca un cáncer de piel relacionado con el SIDA aparentemente se difunde por medio del beso.

Descubierto hace seis años, el virus Herpes 8 provoca un cáncer de piel llamado sarcoma de Kaposi, que se presenta casi exclusivamente en enfermos de SIDA.

Algunos investigadores sospechaban que el virus se transmitía por la vía genital, pero un estudio de la Universidad de Washington publicado en el New England Journal of Medicine contradice esa idea.

El doctor John Pauk y sus colaboradores examinaron a 39 hombres homosexuales infectados con el virus que no padecían el sarcoma de Kaposi.

Hallaron el virus en el 30% de las muestras de saliva y tejido bucal, pero apenas en el 1% de las muestras tomadas del ano y los genitales. Además, los niveles del virus son mucho más elevados en la saliva que en el semen.

"Lo importante es que sugiere que el contacto boca a boca cumple un papel en la transmisión, aunque se requieren más estudios para confirmarlo", dijo Pauk.
El estudio halló que hombres homosexuales que realizaban "besos profundos" -una forma del beso en la que se produce un gran intercambio de saliva- aparentemente corrían un riesgo mayor de contraer el virus.

El sarcoma de Kaposi, que se manifiesta en manchas moradas en la piel, también puede atacar los órganos internos. Generalmente afecta a las personas cuyo sistema inmunitario está debilitado. El virus rara vez provoca enfermedades a personas heterosexuales.

La investigación "decididamente tendrá consecuencias de salud pública para los infectados con el HIV", dijo el doctor Ronald O. Valdiserri, del Centro de Control y Prevención de enfermedades. Sin embargo, añadió que la información era insuficiente para recomendar que los infectados con HIV se abstuvieran del beso profundo.